El Lobo

Pocas veces una película nos cuenta episodios históricos de nuestro país con el entretenimiento con la que lo hace "El lobo". La cinta es didáctica y rápida, por lo que es imposible aburrirse en las dos horas que dura el film. Las interpretaciones son correctas, sin destacar ninguna de ellas. Se nos presenta una realidad histórica sin grandes quebraderos de cabeza, simple y llanamente comprensiva para todo el público.

Seguramente esta película no pasará a la historia del cine como una de las mejores, ni tan siquiera lo será en nuestro país. Pero cuando ves en lo que se ha convertido nuestro cine... y lo comparas con la originalidad del norteamericano, agradeces películas como ésta que tienen un guión, una trama y entretiene. Que no solo vivimos de Almodorra (perdon Almodovar), y sus particulares fantasmas mentales llevados a la gran pantalla. Me cuesta mucho creer que fuera verdad todo lo ocurrido, más que nada porque al parecer no hubo entrevista de los responsables de la película con el propio "Lobo", entonces eso hace que me cuestione si verdaderamente los hechos se desarrollaron así. Pero aunque no fuera así creo que la película muestra muy bien lo que era la España predemocrática, las disensiones dentro del seno de la organización terrorista que prácticamente empezaba "a lo grande" (llevaban unos 15 años de "andadura" por aquél entonces), y los tejemanejes de una dictadura que sabía que se acababa su tiempo y como las ratas cuando se hunde el barco, buscan abandonarlo de la forma que sea pero salvando el pellejo. Fenomenal Noriega, aunque le falte un poco de carácter a su papel. Impresionantes los policías franquistas. Impagables.

No es ni mucho menos una obra maestra ni el mejor thriller que se haya visto en años, sin embargo, esta cinta tiene cualidades y sus señas de identidad propias como para entretener y hacer que destaque. Basada en hechos reales, Eduardo Noriega interpreta a un hombre que se hace llamar "lobo" y que se infiltró durante cerca de dos años, durante el último aliento de la dictadura franquista, en la cúpula terrorista de ETA.

Su labor hizo que la polícia española realizara su mayor golpe contra la organización clandestina y impidió numerosos atentados que les hubiera costado la vida a muchos españoles. Como ya he dicho, la película nos narra todas las vivencias por las que pasó el "lobo" dentro de la organización terrorista mientras mantiene su contacto con los sercvicios secretos españoles, encabezados por el rol de José Coronado. La cinta cuenta con un guión trabajado junto con unos actores que, en líneas generales, cumplen todos correctamente. Habría que destacar la gran labor de interpretación de José Coronado, sobre todo en los últimos minutos del film, cuya fuerza hace que la película coja un impulso final muy interesante.

Es una película que como thriller, sabe entretener sobradamente, y es de hecho lo que cualquiera debería tener en cuenta si desea verla. Nos depara una película interesante con buenas dosis de intriga y de historia española cuando se tambaleaban los pilares del franquismo y se hacía a la luz la realidad de una España que pedía a gritos muchos cambios totalmente necesarios.

Interesante aproximación a un suceso poco conocido –no podía ser de otro modo- de nuestra historia: la Operación Lobo, consistente en la infiltración de un agente en la cúpula de ETA entre 1973 y 1975.
Si bien el proceso resulta un tanto abracadabrante –el “lobo” huele a topo que tira de espaldas, y los encuentros que mantiene con sus contactos policiales son cualquier cosa menos discretos-, cabe argumentar que ni el SECED era la CIA ni ETA Al Qaeda, precisamente.
Nos encontramos, en cualquier caso, con un thriller bastante eficaz que se adorna, además, con una impecable factura técnica –aunque no abundan, las escenas de acción están ejecutadas con sumo oficio.
En un reparto lleno de caras conocidas sobresale especialmente José Coronado, de un tiempo a esta parte tan cómodo en la piel de comisario fascistoide que cuesta recordarlo –siquiera imaginarlo- en un rol diferente. Eduardo Noriega, guapo oficial de nuestro cine no hace mucho tiempo, despliega una vez más toda su incompetencia interpretativa- nada nuevo bajo el sol, si acaso ese repentino tinte rubio platino, del que, imagino, ni él ni su agente recibieron aviso-. La angelical Silvia Abascal, por su parte, ennoblece su breve papel con una actuación tan contenida como elegante. En cuanto a Melanie Doutey, no da el mínimo exigido ni para la función de fin de curso de un centro ocupacional para discapacitados psíquicos, pero está tan desasosegadoramente buena que sus incontables carencias quedan en mera “peccata minuta”. La amamos hasta con pasamontañas.
En fin, pese a ciertas incongruencias y a su no por famoso menos desequilibrado elenco, “El Lobo” es una película, ante todo, muy entretenida. Asimismo saca a la luz algunas prácticas indeseables de aquella guerra –sucia, muy sucia- que vivimos entre el Estado y el terrorismo durante cerca de medio siglo.

Atractiva, interesante, valiente, misteriosa, contundente, convincente, seria, irregular y atrevida reconstrucción de unos acontecimientos basados en hechos reales sobre el caso en el que un agente de los servicios secretos españoles llegó a infiltrarse en el grupo terrorista, ETA entre los años 1973 y 1975.

El director, Miguel Courtois, junto con los responsables de la producción; apuestan por ofrecer un tratamiento serio y sólido de los hechos reales, cayendo en la trampa de intentar ofrecer un producto a la altura de las grandes producciones de Hollywood, llegando a dejar en evidencia las limitaciones de la misma.

En su mayor parte la calidad del conjunto llega a ser satisfactoria, pero es inevitable encontrar puntos en los que algunas situaciones y el desarrollo de las mismas, se antojan pobres y decepcionantes.

El reparto ofrece unas interpretaciones convincentes y es digno de aplauso el intento por parte de sus responsables de ofrecer un producto de calidad.

"El lobo", me ha parecido: arriesgada, insensible y cuestionable producción.