Star Trek II. La ira de Khan

La segunda parte de la saga de películas "Star Trek" nos presenta una nueva aventura de los protagonistas habituales, a bordo del ya más que conocido buque insignia Enterprise. En esta ocasión la tripulación del Capitán Kirk se verá las caras con un villano ya conocido, pues hizo su aparición en un episodio de la serie original; el malvado Khan.

Esta segunda parte no comete esos ligeros errores de ritmo y longitud de escenas de la primera, ofreciendo una película más dinámica y fugaz, lo que puede que aporte una nota más de entretenimiento que su antecesora. Otro aspecto a destacar es la ausencia de rodeos innecesarios, en esta entrega queda clara la trama al inicio y no se pierde tiempo al llegar a desarrollarla, por lo que las escenas con tinte visual serán más bien escasas (algunas incluso recicladas de la primera entrega)

Los personajes cumplen su función perfectamente, destacando por encima la novedad del villano Khan, interpretado con muy buenas dotes por Ricardo Montalbán. La relación entre Kirk y Spock se muestra ahora algo más profundizada que en la anterior entrega, lo que aporta algo más de humanismo a estos personajes. Los efectos visuales, como ya comenté anteriormente, no son el punto fuerte del filme, siendo aprovechadas algunas escenas de la primera entrega para esta nueva película. La segunda parte de "Star Trek" cuenta también con alguna pequeña dosis de acción, pero el punto fuerte de los protagonistas que surcan el espacio a bordo del Enterprise seguirá siendo su intelecto.

"La ira de Khan" es una película que hace justicia a la saga "Star Trek", y más al haber trasladado a un villano de la serie a la gran pantalla, y haber profundizado en él de forma acertada, ofreciéndole un carisma mayor. La historia transcurre en cerca de 110 minutos, los cuales no se hacen pesados en ningún momento. Tiene sus momentos de introducción, su desarrollo y su desenlace bastante bien repartidos a lo largo del metraje del filme. Una película esencial para fans de la famosa saga y muy recomendable para el que se sienta atraído por Star Trek, ya sea por que le haya gustado el mundo a raíz de las nuevas películas, o por que se quiera iniciar en esta saga.

Muchos dirán que "Star trek I: La película" es el verdadero comienzo de Kirk, Scottie, McCoy, Spock, Uhura, Chejov y Sullu en la pantalla grande. Y, así es solo que estructuralmente hablando. Y digo, estructuralmente, porque la verdadera historia comienza aquí, en "Star trek II: La ira de Khan" ya que todas las demás películas (3,4,5 y 6) tienen carga de esta película.

El verdadero hilo conductor de la franquicia comienza en esta película y cada una de las películas contiene referencias a esta entrega.

Sé que ha ganado un Razzie, pero, en mi opinión NADA merecido, ya que esta película va a más y y se merece más que el trato recibido, desde mi punto de vista.

No diré, ni contaré nada de la misma porque es bueno que la veáis con vuestros propios ojos y saquéis vuestras conclusiones. Es lo bueno que hay.

Me ha parecido mejor que la primera parte, que tiene tan poco ritmo que llegaba a aburrir incluso, cosa que no pasa en esta.
Por otro lado, empiezo a entender el hecho de que la sala ¨Star Wars¨ siempre haya estado muy por encima de esta, y es que tanto en efectos especiales, como en ritmo y ¨épica¨, supera a Star Trek con creces.

La historia es simple y clara, aunque entretenida, con un enemigo que pretenden decir que es muy superior física e intelectualmente... pero al que durante toda la peli no hacen más que tomarle el pelo.
Los efectos especiales se mantienen al nivel de la primera, al igual que las actuaciones.

No soy seguidor de la saga “Star Trek”, si tuviera que escoger mi saga galáctica por antonomasia, el premio iría para “Star Wars”. Sin embargo, sí que soy un gran seguidor de la ciencia ficción, por lo tanto decidí darle un par de oportunidades a la saga “Star Trek”, y se me ha quedado un gusto algo agridulce.

Si la comparamos con su predecesora, la original de 1979 dirigida por Robert Wise, hay que admitir que “La Ira de Khan” sale ganando en todos los apartados. Pero sigue en la línea del tono “Star Trek”, tan alabado por muchos como odiado por otros. Para mí, de lo que peca esta saga es de su ritmo, demasiado relajado y pausado, volviéndose, en ocasiones, soporífera.

No obstante, es de agradecer que hayan incluido en esta nueva entrega ciertos exteriores en lugar de estar siempre en la claustrofóbica nave “Enterprise”. También se nota la incorporación de cierto drama, los personajes no son tan rígidos como en la primera entrega, pues aquí hacen gala de más sentimientos, aunque tampoco sin excederse… También es de agradecer el ligero toque aventurero que le han dotado al film, haciéndolo un poco más trepidante.

Pese a estas mejoras, la tónica de la saga se mantiene intacta, donde hay una preferencia mayor por la monótona exploración, lento montaje y abundantes diálogos. Es decir, que aquel que busque acción espacial, ya puede ir pensando en otra película, pues en la saga de “Star Trek” no encontrará nada de eso.

Para gustos los colores, por lo tanto, esta estructura narrativa gustará a unos y desagradara a otros, así de simple, yo me incluyo más en el segundo grupo, pero no niego de que tenga ciertos aspectos bastante atractivos, pues aquí ya hay una mayor estimación y aproximación a sus personajes, pero resultan, aún así, demasiado vacios. Sin duda, lo mejor del film, es la actuación de Ricardo Montalbán como Khan, que le dota un poco de nervio y empuje a una cinta que, a mí gusto, le falta épica. Los efectos especiales también han mejorado en parte, pero las imágenes espaciales se me siguen antojando como demasiado lentas y estáticas, vagas de dinamismo, de espectacularidad y belleza.

Indudablemente, esta continuación de la saga Star Trek fue la que realmente revitalizó la serie y la que marcó el derrotero de éxito que tuvo en los años posteriores. Histórica también, en el sentido que fue la primera vez en la historia del cine que un film resulta ser la continuación directa de un episodio de una serie televisiva.

Nicholas Meyer -un director casi desconocido en esa época- supo captar a la perfección el ambiente de camaradería que sus protagonistas irradiaban en la serie de los 60 y que, de últimas, fue parte de lo que hizo de ella el icono que es hoy.

Sus efectos especiales son quizás el factor más criticable del conjunto -son bastante inferiores a los de la primera pelicula de 1979- pero su desarrollo y argumento compensan sobradamente esa carencia, que en la comparativa se vuelve pequeña con el resto del conjunto.

En definitiva, la mejor de la saga Star Trek original, superada solo por la estupenda "Star Trek VI: Aquel pais sin descubrir".