Star Trek II. La ira de Khan

Creo que esta película la he visto casi 100 veces, no porque sea una película excepcional ,sino porque fue la película (VHS) que tuve que comprar (antes había que comprar las pelis en el videoclub para poder ser socio....) fue con la que me quede cuando me fui (encima me dieron una pirata , no te j..!).

Pues bien, los diálogos están bien llevados, Ricardo Montalbán hace un papel que se sale (hace de Khan!), el mejor de todos sin duda.

Película recomendada a los amantes del cine de ciencia ficción con buenas actuaciones.

Soy escritor de novelas y un amante del Fantástico, en especial del cine de Ciencia Ficción. Nací en el año que estrenaron la primera "Guerra de los mundos", así que no me dejo llevar por los juicios rápidos e insensatos. Me he decidido a realizar una revisión de los títulos emblemáticos del género, y comprobar a fecha de hoy su frescura. Ésta merece el calificativo de: INTERESANTE.
La segunda aventura del elenco original de la serie de los sesenta, alejada de la mayestática producción de 1979, que dirigió el sin par Robert Wise, se torna más intimista, apostando menos por el elemento visual y más por la relación entre los personajes y el drama que deviene la lucha de Kirk con su gran enemigo, Khan. Nicholas Meyer supo imprimir a la historia el pulso adecuado, erigiéndose como uno de los títulos más recordados de la etapa cinematográfica. Vista a día de hoy, se deja ver con cierta suficiencia. He de recordar, que no soy un trekkie ni tampoco un warie. Disfruto por igual de ambas sagas. Sin embargo, la gente siempre se empeñó en compararlas. A mí entender, son como las patatas y las alcachofas. Vale, las dos se cultivan en la tierra; pero ya está. Los waries y demás sucedáneos, verán "Star Trek. La película", como un muermo soporífero, y más o menos tratarán por igual el resto de la saga antigua. Sin embargo, en cuanto a niveles de ciencia ficción dura, es un filme increíble. Los mismo ocurre con 2001. La saga de Star Trek siempre se caracterizó por una profundidad en las historias y una filosofía existencial añadida. Es todo lo contrario de Star Wars, a no ser que tomemos "la fuerza" como lo que no es y su historia fuera del rango de la "space opera". En Star Trek 2 no hay espadas laser, ni príncipes, ni princesas, ni ewoks, ni yodas, ni robots graciosos, ni... tan solo un grupo de seres humanos enfrentados en una dramática lucha y al génesis de la vida.

En esta segunda entrega de la saga nos encontramos con un film un poco más dinámico que el anterior. Tiene más escenas de acción, más intriga, más emoción, más humor y muchas más sorpresas que la anterior (sobretodo en la parte final). Lo que sí es criticable en cierta parte es que los efectos son un poco (o bastante) más flojos que en la primera. Incluso hay un par de secuencias de la nave que parecen cortadas y pegadas del film anterior cosa que queda un pelin cutre.

Me sigue gustando mucho la relación entre los personajes de la nave Kirk, Spock y Bones, a este último lo encuentro muy gracioso. Él y su amistad con Kirk y sus "piques" con Spock ponen la parte humorística de la peli.

En esta segunda parte, Ricardo Montalbán pone la cara chunga (...y a veces un poco gay...) a Khan, un rencoroso y antiguo conocido de Kirk en busca de venganza que pondrá a la tripulación del Enterprise en algún que otro problema. Como ya dije en la crítica de la primera, nunca antes había visto Star Trek; ahora, y aunque ya ha pasado mucho tiempo desde su creación, me propongo verlas todas una tras otra y en orden y la verdad es que empiezo a entender el porqué de tanto freakismo con esta saga, solo espero que las siguientes sigan estando al nivel de estas dos o me agraden aun más. A ver si voy a acabar saliendo a la calle con el vestidito de trekie y con el saludo de Spock... ¡que vergüenza por dios!

Para acabar comentar que lo que más me ha gustado del film en cuestión ha sido el diseño de Génesis, me recordó un poco a las ciudades élficas de El señor de los anillos y para ser del 1982 (yo tenía un añito...) me parece tremendamente logrado.

Interesante cinta de ficción, simple y sencilla en su argumento que nos adentra en los pormenores de una cruda venganza donde se ponen en juego el valor y el coraje de seres dispuestos a todo pero incapaces de huir y renunciar a sus propósitos y convicciones.

Ricardo Montalban encarna al villano de turno, un despiadado individuo capaz de cualquier acción con tal de capitalizar su venganza. Una frase para recordar del personaje de Khan :"La venganza se saborea más cuando se la sirve fría, y en el espacio hace mucho frío”
William Shatner obviamente será el “blanco” de la revancha, encarnando al admirante Kirk quien será el contrapeso ideal para el duelo principal que se suscita en el conflicto.
Leonard Nimoy como el antológico Capitán Spock, un ser que en este filme tiene una relevante participación demostrando la amistad interracial y el coraje extremo. Una frase suya en esta película para recordar y enmarcar: “La necesidad de la mayoría precede a la de un solo individuo”.

La historia es discreta y no presenta nada de complejidad en el entendimiento de las situaciones.
Hay bastante dinamismo en el guión, no hay abusos de efectos especiales aunque la parte estética de la cinta es correcta y no presenta falencias, sí quizás la falta de recursos comparada con otras obras de mayor presupuesto.

También para destacar la enjundiosa banda sonora donde se resaltan melodías sinfónicas para darle realce a la acción, mientras que no se olvida también de ser más sutil y lírica en pasajes donde abordan la sensibilidad y el humanismo que se irradian de las alternativas fílmicas.

En fin, una digna continuación que nos regala buenas dosis de acción, bastante sensibilidad y emoción gracias al resaltamiento de tópicos tales como la amistad y la gallardía, los siempre presentes ambientes ficticios bien logrados propios de naves intergalácticas, y un proyecto futurista (Génesis) donde emergen a la superficie los idílicos sueños del ser humano de crear vida de lo inanimado.

Space Seed (Semilla Espacial) es un capítulo de la serie Star Trek emitido en el año 1967. El episodio cobraría mayor importancia desde el momento que se decide que la secuela de Star Trek: la Película (1979) continúe de manera directa con lo contado en Space Seed. El título, Star Trek 2: La Ira de Khan (1982), considerada una de las mejores secuelas de las adaptaciones fílmicas de los personajes creados por Gene Roddenberry -por lo menos con la tripulación de James T. Kirk al frente-. El director es Nicholas Meyer, conocido en ese momento por ser el firmante de la interesante Los Pasajeros del Tiempo (1979).

El reparto, el mismo de siempre: William Shatner (James T. Kirk), Leonard Nimoy (Dr. Spock), DeForest Kelley (1920-1999, McCoy), James Doohan (1920-1985, Scotty), George Takei (Sulu), Walter Koenig (Chekov) y Nichelle Nichols (Uhura). Las novedades son la debutante Kirstie Alley (Capitana Saavik), Paul Winfield (Terrell), Bibi Besch (Carol, antiguo amor de Kirk) y Merritt Butrick (David, hijo del mismo Kirk). El punto de maldad lo pone Ricardo Montalban como Khan, papel que ya ejerció en la serie.

La Ira de Khan supone el reencuentro de la USS Enterprise con Khan, un personaje exiliado por Kirk en un planeta desierto. Dieciséis años después la nave de la Flota Estelar USS Reliant se pasa por allí pensando que está abandonado, su intención, probar un dispositivo, el Génesis, que permite crear vida en planetas que carecen de ella. Khan -y sus súbditos- se hacen con la USS Reliant, y con el Génesis, ambos elementos para su venganza contra James T. Kirk.

La primera película de Star Trek tenía un presupuesto de 45 millones de dólares, que multiplicó en taquilla por tres. Lo que para cualquier productora podría parecer un éxito no lo fue para la Paramount, que decidió rebajar la inversión en la secuela hasta unos 11 millones de dólares, esta vez multiplicados mundialmente por diez. Las carencias presupuestarias se suplieron repitiendo imágenes de la anterior, y cambiando el tono de alta tecnología -a lo 2001 de Kubrick- de la precedente por un tono más aventurero emparentado con el serial televisivo -las habituales batallas espaciales estratégicas-.

Esta reducción de presupuesto sentó bien, tal vez no a la espectacularidad de la propuesta, pero sí a los personajes, en especial James T. Kirk (Shatner), sobre el que gira parte de La Ira de Khan. Conocemos su dimensión más humana, aficiones, su papel de mentor, su hogar, antiguos amores, conoce a su hijo, su enfrentamiento con uno de los peores villanos de la Flota Estelar, y lo mejor, su amistad con el mejor personaje del universo trekkie, el Dr. Spock -genial Leonard Nimoy siempre-.

Al contrario que la anterior Star Trek, hay más equilibrio entre la historia y el interés de los personajes, el otro beneficiado junto a la pareja Kirk y Spock -éste último sobre todo en el clímax- es el villano Khan, carismático villano con la habitual megalomanía comiquera vista en muchas sci/fi de serie B -lo que acaba siendo muchas veces el universo Star Trek-,

La escena a destacar contiene spoiler: posiblemente de las más recordadas de la saga, la muerte de Spock por la radiación tras salvar a la flota de una muerte segura. La misma situación se da en el reciente Star Trek: En la Oscuridad (2013), también contra Khan, pero con la muerte de otro personaje principal -no tan querido, de momento-.