Ciudad sin ley

Una gran idea y buenos actores no aseguran nunca un buen resultado.
Papeles muy pequeños para Morgan Freeman y Kevin Spacy, y demasiado grandes para Justin Timberlake y LL Cool J.
Sin ritmo, sin pilares sólidos dentro del argumento hacen que la película flote sin consistencia sobre lo que pudo ser y no fue, una buena idea mal llevada.
Película entretenida, pero creo que Justin Timberlake debería seguir su camino dentro de la música y dejar esta experiencia como algo anecdótico.

Comienza la película... y estoy presenciando la peor escena de "acción" que he visto en mi vida, y las he visto malas, la mirada de reojo hacia mi hermano no se hace esperar, me la encuentra... descojone del calibre 33! y me dice:

"Neno! (como buen coruñés)... pero esto que es???"
Le contesto: "Ni idea, se supone que es un thriller en el que trabajan buenos actores, pero..."
Me dice: "Bueno aunque la escena sea una mierda vamos a darle una oportunidad"
"Va."

Nunca, repito, nunca debimos darle una oportunidad, pero a qué inútil se le ocurre contratar a Freeman o Spacey para hacer nada, un papel de mierda, que podría haber hecho quien fuese, y te gastas el dinero en hacer un buen guión sin situaciones absurdas, para contar una historia que la verdad es que no estaba mal, pero es que así no, así no... gástate un poco en unas escenas de acción, que sean creíbles (escena final... sin comentarios), y dale el papel principal a unos actores medianamente decentes, porque los diálogos entre el madero 2x2 y el nenaza periodista son de partirse.

Le puntuo un 4 por las risas que me propició y porque, a pesar del lamentable resultado, la historia no era del todo mala.

Sólo recomendada para resacas tontas, de estas graciosas y acompañada de "pitis de la risa".

Por favor, no más cantantes de tres al cuarto en películas de tres al cuarto. Justin Timberlake da vergüenza ajena en esta película, es que hasta me dio pena, en serio, me imaginé siendo yo el que tiene que actuar sin tener ni puta idea y el mal rato que hubiera pasado. LL Cool J no mueve ningún musculo de la cara en tooooodo el rato poniendo cara de duro toooodo el rato, incluso cuando el tío quiere hacer de enamorado. Morgan Freeman digamos que inquieta, parece que tenga un trastorno de la personalidad porque su personaje sobra y baila por alguna razón psicótica en algún momento de la película. Kevin Spacey va por el dinero. Así que ya me contarás que se puede esperar con ese panorama.
La peli es mala de solemnidad.

Cuando la estas viendo no puedes acabar de creer que pueda ser tan mala.
Argumento y guión que no encajan ni con cola. Escenas y secuencias que quedan en el aire.
Justin Timberlake más inexpresivo que un Mr. Potatoe. Morgan Freeman engrosando la lista de pelis bodrio en las que participa ultimamente. El único que se salva un poco es Kevin Spacey, pero por su presencia y sus poses naturalmente elegantes y que quedan bien a poco que se esfuerce.

Vamos... Una penita de película y de tiempo perdido!

No malgasteis vuestro tiempo viendo esta basura.
Ojalá no hubiera sido tan vago de haberme leido alguna crítica antes!

Una ciudad, Edison. Una unidad especial de la policía, los F.R.A.T. con los mejores oficiales. Experimentados tiradores, que se han visto involucrados en incontables situaciones límite. Un periodista haciendo preguntas incómodas.
Con todos estos ingredientes, podríamos estar frente a una entretenida película. Llena de corrupción y engaños, pero mejor buscar el entretenimiento en otra parte, porque aquí solo encontraremos sin sentidos. Los personajes son apenas creíbles. Todos son o blanco o negro, muy buenos o muy malos, sin matices. Sin esa zona gris que nos hace humanos. Como película de policías corruptos no da la talla, para eso mejor ver cualquier episodio de The Shield. Es mucho más interesante.
El guión hace aguas por todos los sitios. Simplemente no encaja como un periodista, se implica en un asunto serio, de una forma tan a la ligera. Como un policía veterano se convierte en poco menos que un psicópata, atrayendo atención cuando sabe que lo que debe hacer es evitarla. Como el periodista tiene un jefe, que más que explicarle claramente donde se está metiendo, le tiene casi jugando a adivinanzas. EL guionista quiso construir una historia profunda y lo que consiguió fue tocar fondo en el infierno de los condenados, y como premio, arrastrarnos con él.
No contento con el trabajo de guionista, también se encargó de la dirección. Aquí no hizo un trabajo mucho mejor, y después de unos inicios aceptables, la película se hunde. Porque la secuencia inicial, con el tiroteo está correctamente rodada, pero es la única bien hecha. El resto, y más precisamente por el final, es puro fuego de artificio. Aunque peor es cuando te das cuenta que los protagonistas no son los policías, sino un periodista, al cual se refieren varias veces como crío, porque realmente lo parece. Un crío siendo una amenaza para la unidad de especial de la policía. Realmente fascinante. No se como pensaban que les funcionaría la película, pero definitivamente flaco trabajo hicieron eligiendo el actor para el papel principal como periodista. Justin Timberlake es simplemente puro sufrimiento verle actuar. Solo tiene una expresión. No importa en que situación esté, ni porque duros momentos pase. Con esa única expresión, realiza todas sus escenas. Es incapaz de quitarse la máscara e interpretar. No se como alguien pudo pensar que sería ni mínimamente disfrutable su trabajo. Es tan malo, que incluso a su lado LL Cool J, que ya hizo una flojo labor en Rollerball es tolerable. Kevin Spacey y Morgan Freeman, son claramente infrautilizados en la historia. Su actuación es regular para lo que nos tienen acostumbrados. Probablemente por la incapacidad del director por extraer más de ellos, pero a años luz de la de Justin. Son la única razón por la que la cinta es soportable. Incluso LL Cool J aporta a esa causa, pero el resto no rinden lo suficiente.
Una película, que no obtiene peor nota porque tiene un par de actores solventes como secundarios.