Dos mujeres

«Dos mujeres» es una de esas películas que de alguna manera te arrepientes de ver. Porque lo único que termina aportándote es aburrimiento y malos rollos, y a estas alturas lo mínimo que puedas sufrir en el cine mejor.

Hay cosas que duelen y lo que les ocurre a estas dos mujeres, a una adulta y a una niña, pues duele y no es nada agradable de ver, ni siquiera de imaginar, ni de pensar. El problema de «Dos mujeres» es que es extremadamente tonta, y puede que resulte de una falta de sensibilidad bárbara que diga esto teniendo en cuenta, repito, el dram que acaba por sucederles a madre y a hija pero es que es así: «Dos mujeres» no ofrece nada relevante excepto un mensaje de «qué mala es la guerra», pero como ya he dicho otras veces esto ya se sabe y además es simplista. Aunque, claro, tal parece que Cesira no se ha enterado de que la guerra es mala, de que hay hombres malos y de que en esta vida las cosas malas también te pueden ocurrir a ti. O a tu hija, que es peor.

De esta manera, la madre Cesira se embarca en un periplo me atrevo a decir que sin sentido por una Italia en guerra, y nada más y nada menos que la segunda guerra mundial, con una hija adolescente, una niña, y sin más protección que su pasión de mamma italiana. Lo peor es que nadie les dice nada, nadie las alerta, nadie parece ser consciente de los peligros de ir solos por el mundo, del riesgo que supone. De hecho, ¿no es un poco surrealista la actitud, las formas de comportarse de estos personajes? Todo parece falso, ajeno a la realidad, incluso la guerra, que se trata sin ningún tipo de rigor, casi como caricatura. Y se ve venir lo que va a pasar, lo que les va a pasar a estas dos mujeres, porque el mundo es así de cruel, porque en la vida hay que ser consciente de la realidad, de cómo somos las personas, y no vivir de fantasías ni de lo que nos gustaría que fuese.

Al final la fortaleza femenina parece imponerse contra todo y contra todos, en una especie de alegato de la mujer, de su sacrificio, de su dolor silencioso que no llama tanto la atención como el dolor de los muertos. Mejor vivir que morir, así que deja de llorar, que estamos vivas. No sé si es un consuelo, pero da que pensar.

Prescindible.

Alguien de la prensa del corazón de "entonces" podría haber dicho. con cierta razón, que Carlo Ponti, era demasiado feo para una belleza escultural del calado de la Loren, pero desde un punto de vista artístico, los regalos del amante varón tuvieron la enjundia necesaria para conquistar a la "romana", y especialmente esta clase de joyas cinematográficas, con las que aquélla ganó un merecido "Oscar".

Dos mujeres es un excelente testimonio de lo más crudo de la guerra, impregnada de tintes deliciosamente "neorralistas" llevadas a lo bélico en magnífico blanco y negro. Un neorralismo puro de esencias más rurales que urbanitas, pero igualmente exponenciales de las consecuencias de una guerra. Cine europeo, a miles de millas del más conocido por el público, y por tanto no renunciador a la ironía más ácida y no pocas veces "desvergonzada", que cobra a veces matices de terrible crudeza y descarnada denuncia (La mujer ofreciendo la leche de sus pechos)

La naturalidad de las interpretaciones (incluido la de un intelectual Jean Paul Belmondo, que en su incorporación, casi "troskista" roza lo subversivo, antes de comenzar a repartir mandobles como policía inortodoxo al uso,) resulta estremecedora, y resalta en ellas la de una Loren impagable, que supo como ninguna otra interpretar la semblanza de la "matrona" del Trastévere" con enorme realismo.

Una visión corrosiva y mordaz de la guerra y sus secuelas, a través, entre otras sugerencias, de una infancia desgarrada, obligada a ser adulta anticipadamente, expresado todo ello en imágenes casi tenebristas, que llegan a rozar los amaneramientos del mejor expresionismo alemán ( primer plano de Eleonora Brown, tras la violación)

Todo ello, no impidió, pese al último año de vigencia del "código Hays" que la Academia, valorara la película debidamente, y que la Loren se llevara merecidamente el "Oscar de ese año. Muy recomendable.

La cinta de De Sica funciona a la perfección como todas sus obras neorrealistas, retratando de manera eficaz y certera las penurias que tuvieron que atravesar los italianos durante la Segunda Guerra Mundial. La película muestra las consecuencias de un conflicto bélico, y como éste arranca con todo a su paso.

La protagonista del relato es una bella madre interpretada de manera fabulosa por Sophia Loren, poniéndose en la piel de una mujer indomable que tratará de sacar adelante a su hija adolescente pese a las dificultad de la tarea. Cesira, buscando tranquilidad, huye de Roma y de los bombardeos hacia el interior, donde se encontrará con un joven subversivo de buen corazón.

El cine del director transalpino se diferencia del de sus compatriotas contemporáneos por su orientación sentimental, apelando a la compasión en el espectador. Sus filmes funcionan como documento social de una época, por lo que constituyen obras de un gran valor histórico. Otra muestra más de buen cine por parte del infravalorado Vittorio de Sica, sin duda uno de los grandes cineastas de mediados del siglo XX.

Este es un claro ejemplo, para mí, de cómo el tiempo puede perjudicar a una película. Evidentemente no lo digo por el tema a tratar, la crudeza de la guerra (retratada con cierta maestría en ciertas escenas, como por ejemplo cuando el personaje de Sophia Loren suplica por comida; y no tanto cuando se trata de armas o violencia); sino que la forma en que está contada se encuentre algo desfasada en el tiempo. En cambio, cargar el peso de la película en la relación de madre e hija me parece un acierto, sobre todo por la gran labor que aporta Sophia Loren en todas las escenas (se come la pantalla).
El parecido de Penélope Cruz en "Volver" con la Sophia Loren de esta película es asombrosamente conseguido. Ambas ganadoras en Cannes por respectivas películas, y ambas nominadas al Oscar (aunque una con más suerte que otra.)
Lo mejor: Loren. Sin dudarlo. La desgarradora escena en la Iglesia te pone los pelos de gallina.
Lo peor: todo lo que se aleje del hilo conductor, las dos mujeres.

Mientras estaba viendo "Dos mujeres" comenté que el tratamiento bélico me pareció de lo más flojo, obteniendo por respuesta que tal vez, pero que la guerra en sí no era importante más allá de como símbolo. Lo malo es que ni la contienda, ni nada es relevante en esta obra. Pero comencemos por el principio. Resulta que es la adaptación de la novela "La campesina" (1957) del escritor comunista Alberto Moravia, por su filiación ideológica se ven por dónde van los tiros, nunca mejor dicho, con el "intelectual idealista" de Michele (Jean-Paul Belmondo). De todos modos la estrella del reparto es Sophia Loren pero aunque aquí está más joven y más atractiva de lo habitual, es una mujer que nunca me ha gustado y su Cesira (Sophia Loren) me deja totalmente indiferente, pese al Oscar que se llevó por su racial personaje, cuando no irritado por su estúpido comportamiento. Completan el reparto un fugaz Raf Vallone, que sale dos o tres minutos al principio y luego desaparece, y la joven Eleonora Brown, italiana pero de padre norteamericano, como su apellido anglosajón delata.

Por el lado estrictamente cinematográfico, la obra es pobre, trivial y carente de ninguna fuerza. Las personas van y vienen, pasan cosas pero como comento al principio, todo es irrelevante. Hasta el suceso cumbre de casi el final (SPOILER) no parece dejar la más mínima consecuencia. En esto consistirá el neorrealismo. Se supone que el largometraje muestra el gran amor que siente una madre por su hija pero yo no lo veo, no hay nada que me lo indique. Si me dicen que en realidad la odia por algún motivo, pues me lo creo. Dicho lo cual, lo que más me ha irritado de la película es el tratamiento de la guerra, que es completamente caótico. La prueba de lo que digo es cierto es que hasta a los usuarios que les parece estupenda desconocen el contexto. Dicen ocupación alemana de Roma (¿antes del desembarco Aliado?), invasión nazi (¡pero no antes de caída de Mussolini!) y ocupación italiana (¿en qué país estamos?). O el inexistente frente bélico, que les importa un pepino a todos, incluido a Cesira. Si al final aparecen hasta ¡soldados turcos! La guerra de Gila.