Desgracia

405/33(25/12/09) Singular y complejo film no apto a todos los paladares, que como todas las obras complejas están sujetas a múltiples lecturas. Está basado en una famosa obra (no leída por mí) de, J. M. Coetzee, Nobel de literatura del 2.003 y premiado en dos ocasiones con el prestigioso Booker, una de ellas por esta novela en 1.999. La cinta tiene como escenario la Sudáfrica post-apartheid, se centra en un divorciado profesor de la universidad de Ciudad del Cabo, David Lurie (un soberbio John Malkovich), que tras ser expulsado por liarse con una alumna, decide visitar a su hija, Lucy (correcta en un difícil papel, Jessica Haines) que vive en una granja cuidando perros, es entonces cuando después de un conflicto se produce el choque de dos formas de ver el mundo. Sin que se haga mención alguna durante la cinta al apartheid subyace en mi la idea que todo el tiempo se habla de él metafóricamente, entiendo que Lucy es la Sudáfrica blanca que ha de purgar a los negros por todas las vejaciones que estos han padecido y ha de comprenderlos para poder convivir en paz con ellos, mientras David es la antigua sociedad que no comprende lo que está ocurriendo, pero quizás es hilar demasiado fino, y solo se quiere contar la historia sin segundas lecturas de un mujeriego que visita su lesbiana hija que soporta cuál mártir todo lo malo que le viene encima como si de una santa se tratara, y para mí el único cuerdo de la historia es David el único que reacciona como un hombre normal, un cincuentón que en la universidad le gusta una muchacha y va por ella sin forzarla, no pone impedimentos, pues a la saca, lo expulsan unos inquisidores, violan a la hija y el desea ir contra ellos y la hija dice que no, que hay que olvidar, un sinsentido. La puesta en escena nos sumerge en un clima árido que quiere transmitir la sequedad de sentimientos. Recomendable a los que gusten de films tortuosos. Fuerza y honor!!!

Creo que la película aborda un tema sensible con una óptica más que interesante. La violación, justamente, se muestra en la forma más -si es que existe tal nivelación- violenta. Un profesor que abusa de su poder y tres jóvenes que abusan de su fuerza física y numérica. Además, aparecen dos visiones claras, dos perspectivas: violador -Malkovich, siempre genial- y violada. Víctima y victimario. Amén de que parece sincera, la idea de pasar por la experiencia personal para repensar y reflexionar sobre lo que uno hizo no me cierra. Me hace un poco de ruido esta cosa de ¨Cuando me pasó -o le pasó a mi hija- me di cuenta, entendí la magnitud¨.
Desgracia, de todos modos, investiga y toma posición en la temática y muestra -con una muy buena fotografía- mundos diferentes y violentamente desiguales. Vale la pena para refexionar.

Ésta es una película que desde luego no te queda impasible.
Partamos de la base de que no conocemos al autor literario y que nos encontramos de nuevas con este film; cuando llevas un rato viéndola te das cuenta de que estás frente a una de esas películas en que odias al director y al guionista por la repulsa que te hace sentir hacia los protagonistas.
Es una película no apta para feministas; la aptitud en un principio machista de Malkovich, se doblega al ver como su hija es víctima precisamente de ese machismo existente en la zona de África dónde ella sobrevive de su trabajo en una granja.

Las interpretaciones me parecen excelentes y la película en mi opinión, es toda una experiencia. Aconsejo verla desde luego.

Infumable, y decepcionante. Lenta, muy lenta. Desagradable sin encontrar nada a cambio. De estas que te hacen estar incómodo en la butaca... Un petardo.

Eso, o que no sé de lo que hablo y es demasiado profunda.