Madagascar 2

Se han superado frente la primera película. Tiene buenos detalles humorísticos aunque para el público infantil pueda ser un poco difícil de entender algunos momentos. Mi nota de 3 y 1/2 sobre 4.

Estas nuevas aventuras de 'Madagascar 2' fueron más entretenidas que las de su predecesora y parte de ese entretenimiento vino del hecho de “separar” a los amigos en África, dónde vivirían cada uno sus propias aventuras que terminarían por converger hacia el final del film. De esta forma, se nos presentron en pantalla al menos tres o cuatro historias diferentes: la de Alex que fue un guiño total al fabuloso film de Disney, ‘El Rey León’; la de Melman y Gloria que fue un canto al amor; y finalmente la de Marty que nos habló sobre la individualidad del sujeto y que también fue un canto a la amistad con su compañero Alex. Además, tuvimos también las divertidas correrías de los pingüinos negociando con los monos, y las estrafalarias ocurrencias de Julien XIII.

La cinta también resultó más divertida que la anterior pues presentó una serie de gags y ocurrencias simpatiquísimas: esos pingüinos negociando con el sector duro de los monos (absolutamente genial este gag), ese Julien XIII que cree saber lo que hacer para solucionar un grave problema en la reserva animal africana, esa más acusada presencia de la “abuela fostiadora” que apareció brevemente en la primera parte, o esos divertidos guiños en imágenes o música a films como ‘En los límites de la realidad’, ‘Lawrence de Arabia’, ‘El Bueno, el Feo y el Malo’ o el ya citado de ‘El Rey León’.

Además, ‘Madagascar 2’ estuvo muchísimo mejor acabada desde el punto de vista de la animación. Sobresalientemente acabada diría yo. No hay nada más que contemplar las escenas del avión para darse cuenta del grado de detalle y perfección que esta secuela alcanzó. Ya no sólo se prestó atención a los animales protagonistas, sino que también vimos como el resto de elementos: fondos, otros personajes, escenarios, colorido… fue potenciado mostrando en pantalla un resultado francamente bueno y sobresalientemente superior a lo visto en ‘Madagascar’.

En definitiva: Más divertida, más entretenida, mejor animada y visualmente mucho más colorida y viva que su predecesora. ‘Madagascar 2’ fue para mi toda una gratísima sorpresa después de la decepción que me llevé con ‘Madagascar’. “Segundas partes si son buenas” (al menos en este caso) y personalmente diré que queda “madagascarianamente” recomendada.

-Lo mejor: Superior a la primera parte. La animación. La historia en África.

-Lo peor: Que Sacha Baron Cohen no se ocupara esta vez del tema "I like to move it, move it".

-Más en: www.cineycine.com

Que un coche sea muy caro no significa que sea un buen coche. Que un restaurante tenga una decoración bonita no significa que sea un buen restaurante. Que un libro tenga muchas páginas no significa que sea un buen libro. Que un regalo sea muy grande no significa necesariamente que nos vaya a gustar mucho. Pues lo mismo pasa con las películas de animación como esta, que no tienen por qué ser entretenidas ni divertidas por el simple hecho de ser de animación y de que los personajes no paren de hacer el idiota, que es lo único a lo que se dedican aquí, a hacer idioteces. Me pone de mal humor que tomen a los niños por imbéciles dispuestos a tragar con lo que sea y a los adultos como seres a los que les falta hervor y medio para conocer la vergüenza ajena.

"Madagascar 2" resulta excesivamente tonta, de argumento muy simplón y rellena de personajes que navegan entre lo insulso y lo crispante, siendo de esas pelis que se piensan que una animación a prueba de jaquecas y de estado pre-epiléptico ya es motivo para merecer elogio. Todo y todos se mueven sin parar, sin ton ni son, zascandileando como pollos sin cabeza cuando la estupidez de la trama tampoco lo necesita. Me he aburrido como una ostra y ha habido secuencias que me han producido sonrojo, especialmente aquellas en las que la abuela hace acto de presencia para deleite de la tontería y la memez. No le veo la gracia al personaje. Ni a otros muchos tampoco. Tampoco entiendo por qué se empeñan en vestir el sentido del humor de zafiedad y de comportamiento digno de borrachera o como si más de uno se hubiera excedido con la coca. Visión estúpida del amor, de la amistad y de las relaciones entre padres e hijos. Parece que quiere ser con el "Rey León" lo que Austin Powers quería ser con James Bond, pero ni lo consigue ni se acerca, y lo único que logra es que amemos más todavía a Simba y a su padre y odiemos más si cabe a estos dos sucedáneos de leones que podrían ser cualquier otra especie de animal y nada cambiaría en la historia.

Al final es de esas pelis que parece que están hechas a base de unir ocurrencias surgidas al azar. Un trapo lleno de harapos hecho con retales de aquí y de allá cosidos de cualquier manera, donde si los factores fueran mostrados en un orden diferente tampoco se alteraría el resultado final de la historia y donde lo único que parece importar es que el producto llegue a los cines para que los que lo han parido se forren a costa de nuestro sentido del ridículo.

Hasta los vagos sindicalistas se salen con la suya en esta peli. ¡¡Vamos, no me jodáis!!

Cada vez que una seguna parte de una película mantine el nivel de la primera parte (o lo supera), un guionista en el mundo acaba de darnos esperanzas.

Desde Shrek, el cine por ordenador ha bendecido al mundo con un género especial: el humor REAL para todas las edades. El que estén hechas por ordenador no debería influir, pero alguien decidió que estas películas rompieran con lo que había hasta entonces. Películas que se catalogan como infantiles por su color, sus animalitos y otros detalles que los niños adoran, esconden unos diálogos con un tipo humor que los niños no entienden (ni siquiera reparan en ello) pero hacen que los adolescente y adultos se rían sorprendidos. Atrás queda la época de Walt Disney, donde los padres aguantaban la tortura para que sus hijos se distrajeran.

Y Madagascar 2 cumple perfectamente en ese papel. Un guión, en principio predecible y sin muchos giros argumentales, sirve perfectamente para encandilar a los niños, pero narrado con diálogos y situaciones que hacen que un servidor (que se las da de serio) se riera como un poseso. Para todos los que vimos la primera parte, partimos de una trama que tampoco era necesario continuar (y que se explica en un minuto al principio de la película). Y menos mal que lo hicieron, pues lo que nos encontramos es algo que podríamos definir como "más de lo mismo, pero mejor y bien hecho".

Los personajes son carísmaticos (con personalidad y voces bien elegidas). La jirafa Melman, que en la primera parte era quizás el personaje más flojo, cobra aquí mayor protagonismo y se acentúa su carácter, dando lugar a un gran personaje. Y el punto perfecto lo ponen los secundarios, a los que se les ha dado más relevancia. Los diálogos de pinguïnos, monos y lemures albergan casi todo el humor absurdo que hay, y es del bueno (sin olvidar al personaje que hay en el spoiler). Todos los personajes que aparecen en la película tiene algo especial digno de ver, exceptuando quizás al "malo", el típico malo plano irreal ("soy malo y quiero el poder para someter con mi poder a todos lo que osen desafiar mi poder con el poder que me dará el poder..."). Nada nuevo, pero con tupé (que ya es algo).

Apenas hay mensaje. Cierto que los niños se enternecerán viendo cachorros, reencuentros familiares y relaciones padre/hijo, pero el humor predomina sobre todo eso, y es de agradecer.
No será un clásico, ni probablemente se la recuerde dentro de unos años, pero es una película decente y muy divertida que no ha caído en lo fácil, y hace que vayamos al cine a ver humor para niños y podamos ver a adolescentes carcajeándose. Bravo.
Si el guionista se ve con fuerzas, quiero una tercera. Más de lo mismo pero que me parezca nuevo, por favor. Gracias.

Película sin alma. Continuación de una mediocridad incidiendo en más de lo mismo. Carente de encanto, con personajes que no sólo no aportan nada nuevo, sino que además hastían. Sí, vale, los pingüinos tienen cierta coña, pero tampoco llegan a ser nada del otro mundo. El personaje de la abuela es, simplemente, bochornoso y las tonadillas del estilo "tu quieres marcha" me han dado la impresión de que me estaba cayendo un vómito desde el quinto piso.

Flojísimo producto, que quiere abarcarlo todo por el camino más grueso y fácil, totalmente desdeñable y del que me alegraría constituyese un fracaso comercial, aunque seguro que no ha sido así.