Si decido quedarme

Un film basando en otro librito YA (juvenil) muy alabado por las redes, acerca de una chica que sufre un accidente. Mientras está en ésa cruzada, rememora su vida o lo más importante de ella, para ver si algo la impulsa a continuar.
Con un aura intimista y una realización minimalista en esencia, la película se queda en la nada al intentar traspasar las emociones que pretende transmitir, le falta emoción, desgarre, empatía. Los protagonistas no me han convencido en su actuación (eso sí, reconozco que la actriz hace bien el playback del Chello. La recuerdo en la genial: Kick ass, y aquí no está nada bién). Están ‘desangelados’, les falta, además, ‘sangre’, empaque. Los únicos buenos son los abuelos, con un Stacy Kids soberbio en los dos minutos que sale en cámara ( en una escena casi al final, con un primer plano de él, ahí sí hay emoción y buen hacer interpretativo, hasta la protagonista se mimetiza y da lo mejor de sí). Para más inri, el envoltorio que cubre la historia (famila, etc..) lo hace más artificial, con unos progenitores guays, hippies y comprensivos, y un novio con la misma sensibilidad por la música, pero de mundos opuestos. Por si fuese poco lo anteriormente comentado, y en relación a los flashbacks, el 90% es acerca de su relación sentimental. ¿en serio?, ¿qué pasa con su familia?. Salir, salen, pero ella no les otorga el puesto que debiera ( y no es una adolescente rebelde ni marginal, tiene el suficiente tino y edad para priorizar o equilibrar los afectos).
No dudo que si intención sea buena, intentando adaptar la esencia de la novela, pero desfallece en su finalidad: emocionar. Para visionar éste film, resulta mejor elegir uno de Navidad de televisión ( y no es ningún demérito, todo el contrario), pues se empatiza mil veces más y resulta más cercano y creíble. Sino, les recomiendo alguno del gran director de actores: James L. Brooks...si lo hubiese realizado él, otro gallo cantaría.

Siempre recordaré esta película por verla en cines en su día con mi por aquel entonces pareja y una amiga de esa época. También por hacernos llorar a la mitad de los espectadores que estábamos en la sala con una escena cuyos sentimientos traspasaron la pantalla. Después de revisarla recientemente, vi en ella cosas rescatables que me hacen verla con buenos ojos a pesar de tratarse de una cinta olvidable que por momentos no es apta para diabéticos. Perfectamente podría pasar por un telefilm de estos que salen por las tardes de los sábados y/o domingos. Pese a ser un drama, siento que no aprovecha ciertos sucesos para hacer que la situación sea tan dramática como debería. Por lo demás, esto es el típico drama adolescente con su esperado romance de por medio. Se deja ver y tiene alguna que otra escena que te puede tocar la fibra sensible. Historia sencilla a la que no hay que pedirle más de lo que ofrece, así de simple.

Esta termina siendo una cinta fallida de romance juvenil en donde rara vez te sentirás identificado con lo que ves en pantalla, la química de la pareja es casi nula y su relación amorosa no es convincente, Chloe Moretz hace lo posible pero su papel de niña dulce y enamorada no le pega del todo y eso se hace evidente en todo el metraje.

No es una película aburrida del todo, pero es muy olvidable.

Al estilo de ‘Bajo la misma estrella’, ‘Si decido quedarme’ es también una película que cuenta una historia de amor en medio de un ambiente de fatalidad y muerte, y que está dirigida totalmente a un público adolescente.

Mia (Chloë Grace Moretz), sus padres y su hermano pequeño dan un paseo en auto en un día muy nevado, un accidente terminará con la alegría del paseo quedando el auto dado vuelta. Mia se ha desprendido de su cuerpo que ha entrado en coma y observa como son trasladados los cuerpos accidentados tanto de ella como de su familia.

Con un guión basado en una novela dirigida a lectores adolescentes, ‘Si decido quedarme’ cuenta el tránsito del alma de Mia en una especie de limbo, al mismo tiempo que vemos distintos pasajes de su vida en familia, de su incipiente carrera como chelista y su relación con un chico.

Como en un interminable desfile de golpes bajos, el personaje de Mia va contando sucesos de su vida que se alternan con lo que acontece en el hospital, así, situaciones que predisponen al espectador a la lágrima fácil, con escenas falsamente emotivas y bellamente fotografiadas dan forma a esta impersonal película.

Lo único rescatable son las actuaciones de Grace Moretz y del gran Stacy Keach como el abuelo, de ahí en más, otro filme que hace un rejunte de tópicos y malos clichés de las películas románticas para adolescentes, llena de golpes bajos y situaciones trágicas excesivas y mal concebidas, y que podría tener todavía, al igual que la novela en la que se basa, una próxima secuela.

Da la sensación que las películas románticas para adolescentes quieren dar un paso adelante en territorios mucho más dramáticos. Pero lo que funcionaba a la perfección con esa pareja encantadora de “Bajo la misma estrella” no ocurre ni de lejos en este nuevo romance salpicado de momentos desgarradores muy propios del melodrama.
Tras un arranque más que prometedor a la película le vence el tedio emocional. No hay nada peor que intenten hacerte sentir y llorar, y que no lo consigan en ninguna de las escenas.
El relato discurre en forma de flashback de los últimos acontecimientos de la vida de Mia, una joven de 17 años, con unas habilidades especiales para con la música y sobre sus primeros pasos en el despertar amoroso de su tierna juventud.
Chloe Grace Moretz es lo mejor de esta cinta anodina, su sola presencia es enternecedora, pero el grado de empatía con el espectador está mal desarrollado. El problema fundamental reside en la nula química entre los diferentes personajes, sobre todo con el chico rockero. Pero ni los padres ejercen esa figura necesaria en esta clase de historias. Todo suena a mal encajado.
Lástima que Grace Moretz se haya encontrado en su camino con un proyecto de estas características, ya que ella tiene un gran futuro por delante en esto del cine. Solo ella y desde luego sus agentes son los que deben reconducirla por otros derroteros. El tiempo lo dirá.
Mientras tanto el espectador que atraviese el umbral de una sala de cine es probable que haga uso del título de la misma y decida o no quedarse a soportar los larguísimos 106 minutos de su metraje. Parecen tres horas.