Haz click aquí para copiar la URL

El demonio de las armas

Cine negro. Drama Bart Tare es un hombre obsesionado desde niño con las armas. Cuando conoce a Annie, una mujer fatal, se deja arrastrar al mundo del crimen. Unidos por su afición a las armas, la relación de la pareja desemboca, entre atraco y atraco, en un torbellino de pasiones y situaciones peligrosas. (FILMAFFINITY)
<< 1 4 5 6 7 9 >>
Críticas 43
Críticas ordenadas por utilidad
17 de marzo de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta hace pocos años era un film olvidado o considerado menor; actualmente ha sido recuperado como una de las obras maestras del thriller USA de los 50. Es una gran película, sobresaliente en precisos detalles, fundamentalmente en la descripción psicopatológica del personaje masculino (es la historia de dos atracadores, hombre y mujer, y un precedente directísimo del mítico "Bonnie and Clyde" de Arthur Penn), un excelente John Dall, quién de niño sentía una irreprimible atracción por las armas que fue reformando hasta dar clases de manejo de las mismas. Sin embargo, tras conocer en una feria a una bella tiradora (Cummings), se enamora y comienzan juntos una carrera de atracos, con la permanente obsesión de él de no matar a nadie, de no convertirse en un asesino. Finalmente (en un final, cierto es, magistralmente conmovedor, con frase lapidaria añadida: ver spoiler) su historia de amor podrá con todo lo demás y el sentido trágico de la misma se solapa muy bien al demonio de las armas (y al otro demonio, el carnal y el de la belleza de la mujer que inquieta y turba a Dall para vivir al límite, con un final que ellos ya saben pero que se resisten a recibir), al sentido también trágico que comúnmente acompaña a estos peligrosos instrumentos.
Espléndida es también la realización de Lewis que configura una obra vigorosa e intensa, formalmente magnífica, de poderosa y bella fotografía de sesgo romántico/trágico. Una película excelente, una más que probable obra maestra, idolatrada por gran parte de la crítica actual.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
kafka
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de diciembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son bastantes las películas de este estilo que el cine nos ha brindado, incluso ya cuando esta se rodó. Me viene a la memoria EL ÚLTIMO REFUGIO o su remake JUNTOS HASTA LA MUERTE, ambas de Walsh y magnificas las dos, o las ya bastante posteriores y también buenas, aunque sin alcanzar el nivel de las anteriores, BONNIE AND CLYDE o DOS HOMBRES Y UN DESTINO. En ellas los protagonistas parecen sumergirse en una loca carrera hacia el fin, sin conseguir apartarse de la senda equivocada, se mueven como poseídos por una maldición, o quizás por una ambición desmedida que acaba destruyéndoles.
Aquí la pareja protagonista es menos glamurosa que en las arriba mencionadas, John Dall por lo que he leído nunca hizo una carrera ni tan siquiera mediocre en el cine, aunque tenía buena planta. Peggy Cummins sí que voló bastante más alto, pero sin conseguir el ansiado estrellato. En esta película compone un convincente papel de mujer fatal que arrastra a su compañero, con una fuerte personalidad y con eso que se llama algo así como “armas o artimañas de mujer” Ciertamente méritos no le faltan, es una actriz muy bella y de un notable atractivo.
Lewis del que solo creo haber visto TERROR EN UNA CIUDAD DE TEXAS factura una película más que aceptable, que en contados momentos llega a ser excelente, que la ves de un tirón sin que se haga larga, cuenta además con eminencias del cine en el guión y en la música, y está bien concluida. Tal vez el título no aluda solo a la enfermiza pasión del protagonista por las armas, o a la maquiavélica idiosincrasia de su compañera, quizás también lleve implícito un mensaje, o simplemente yo lo que querido advertir. A menudo el demonio está más dentro de nosotros mismos que en ningún otro lugar.
picais
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de septiembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El demonio de las armas de Joseph H. Lewis es un drama de cine negro y serie B considerado por muchos como una película de culto. Dirigida con un ritmo dinámico y con un estilo turbio que va creando más y más dificultad alrededor de los protagonistas, es una obra magnífica dentro de sus géneros que capta la total atención del público y concibe el suspense necesario para una cinta de su clase, haciendo de ella una obra superior muy a tener en cuenta por los cinéfilos clásicos. Realizada de forma arrolladora tiene un resultado irresistible que gustará a los amantes del género.
La fotografía en blanco y negro es elegante en unas imágenes evocadoras y hermosas muy idóneas para el film, cumpliendo con un trabajo oscuro y maravilloso de visionar. La música es melódica en sus sonidos inquietantes en la acción y encantadores en el resto del film, ya que hace un acompañamiento bello es las escenas más tranquilas. Los planos y movimientos de cámara sacan lo mejor de la cinta mediante el uso de los primeros y primerísimos planos, avanti, retroceso, tercera persona, seguimiento y detalles en una notable labor.
Las actuaciones son remarcables y dignas de elogio. Como protagonistas Peggy Cummins trabaja con oscuridad psicológica en un persuasivo papel y John Dall está reluciente en una interpretación verosímil, siendo oportunos los acompañamientos de Berry Kroeger, Morris Carnovsky, Annabel Shaw, Harry Lewis y Russ Tamblyn entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios elegantes e impolutos típicos del cine clásico en un correcto trabajo.
El guion, escrito por Dalton Trumbo, Millard Kaufman y MacKinlay Kantor y basado en una historia de este último, es apasionante al mostrar una historia estilo Bonnie and Clyde que absorbe al público con mucho atractivo, incitándolo con una trama que inquieta en una soberbia labor perniciosa que saca la desesperanza del protagonista a medida que más se adentran en la vida criminal. Para esto emplea una narrativa insidiosa e insinuante sobre todo por parte de la protagonista principal que deja claro que es una femme fatale, empujando a su compañero por los malos caminos. Destaca también el montaje con flash-back explicativo para ponernos en situación al principio de la película.
Concluyendo, la considero una de esas obras de cine negro y serie B imprescindibles de ver por los buscadores de dramas clásicos y thrillers repletos de persecuciones que no llevan a ningún final feliz. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, vestuarios y narrativa que convierten a El demonio de las armas, en una película de culto con una puesta en escena excelente para el bajo presupuesto que costó su realización, lo que supone un doble mérito para un film que no dispone de los mismos medios que otros más comerciales.
Elcinederamon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de abril de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bonnie Parker y Clyde Barrow fueron dos outsiders, asaltantes de tiendas, gasolineras y unos cuantos bancos, que, entre 1931 y 1934, hicieron correr muchísima tinta en la prensa de los EEUU a causa de su juventud y atractivo físico, su peligroso y singular romance, y especialmente por la manera como eludían a la policía tras uno y otro asalto que realizaban con bastante frecuencia. Cuando en una emboscada (en circunstancias que aún no han sido plenamente aclaradas), Bonnie & Clyde fueron abatidos por la policía, el 23 de mayo de 1934, sus vidas entraron en el panteón de la leyenda y motivaron un festival que se celebra cada año, canciones, poemas, libros… y por supuesto películas. “Solo se vive una vez” (1937) alude tangencialmente a ellos y “EL DEMONIO DE LAS ARMAS” es la primera historia que los hace claramente reconocibles, pero aún con la precaución que exigía la rígida censura de la época.

El director nos da una primera pista, usando el nombre de Clyde para uno de los amigos del protagonista, quien aquí se llama, Barton, asociable con Barrow. Por otro lado, los parecidos físicos y sus edades son intencionales, y la manera como se desenvuelve la historia, implica situaciones vividas por la legendaria pareja, aunque, forzosamente, el cuento hubo que desviarlo hacia tópicos que permitieran denegar cualquier alegato de biopic.

Dirigida con marcada brillantez por el director Joseph H. Lewis, la película tuvo como punto de partida una historia que, con base en la vida de la famosa pareja de asaltantes, publicara MacKinlay Kantor en la revista The Saturday Evening Post. El guión fue. luego. escrito por él con la notable ayuda de Dalton Trumbo (1), quien agregaría todo lo relativo al romance de la pareja que, en el filme son Barton Tare, un joven aficionado a las armas desde niño y Annie Laurie Starr una tiradora profesional en espectáculos de feria.

La trama también rememora a la siempre celebrada “Carmen” de Prosper Merimée, con esa manera como una muy bella e irresistible muchacha aventurera, consigue convertir en un fuera de la ley a un ex-soldado con marcados escrúpulos, que se siente irremisible y perdidamente seducido por ella. Lewis recrea el romance con suficiente atractivo y la rubia Peggy Cummins, logra ser muy convincente en su rol de adorable mujer “endemoniada”.

Bart, el joven experto en tiro que ha decidido no volver a matar una mosca desde que, siendo un niño, sin pretenderlo mató a un pollito (una escena semejante había sido ya escrita por Trumbo para “Our vines have tender grapes”), es interpretado por John Dall, actor que venía de trabajar con Alfred Hitchcock en la renombrada “La soga” y que aquí logra otro carácter bastante creíble pues su figura resulta perfecta para esta suerte de personajes.

La película entremezcla, en efectivas dosis, aventura, romance, drama… y al final, se convierte en otra historia de cine negro que mantiene un toque muy original con situaciones casi documentales, y con un presupuesto de serie B que, gracias al connotado talento del director, termina revirtiéndose en una obra cinematográfica que deja huella.

Y ya sabes que debes estar alerta porque, hay mujeres que empiezan llevándote al cielo... y luego te dejan en el infierno.

(1) Una vez más, este sobresaliente guionista se vería abocado a usar a un testaferro. En este caso, quien firmó por él fue Millard Kaufman. Queda esperar que, en copias futuras, se restituya su nombre.

Título para Latinoamérica: “VIVIR PARA MATAR”
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de marzo de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento parece basarse en una historia real, y aunque no lo sea su edición la presenta como tal; es creíble por sobre todo. Excelente juego de cámaras logra el director Joseph H. Lewis con espléndidos primeros planos en los instantes justos y medidos; y con cámaras acompañando los movimientos de personas y vehículos, toda una innovación para esta época (años 50). El blanco y negro sin dudas favorece a este film. Recomendable
coa
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 7 9 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow