Los Commitments

A. Parker rinde un homenaje a la música soul negra y lo have en el "distrito mas negro de Europa" Dublin Norte, donde la clase obrera malvive en esa mezcla de sociedad industrial y agraria a la vez, sin muchas esperanzas para salir de ese agujero donde les ha tocado vivir. En el que tener un plato de comida caliente y una pinta de Guiness para cenar se puede considerar como un buen día.
Y ahí aparece Jimmy Rabbitte creando una banda de música soul con pobres diablos sin futuro y que consiguen creer en si mismos transformarse en una fantástica banda que transmite toda la energía de la canciones soul que tocan y contagiarte de una manera que salgas del cine bailando.
Una película que nos muestra la aspiración de tener una vida mejor, de encontrar algo con propósito para sus integrantes, y mostrando sus propias verguenzas y limitaciones, mezclandolo con un gran sentido del humor y referencias musicales.
The Commitmments son tan buenos haciendo música que parece que el director no ha podido limitar parte de sus actuaciones quitando peso a la trama y a la inevitable fatalidad de los personajes. Claro, que la voz de A. Strong es tan apabullante, la banda es tan buena, y Try a Little Tenderness es tan majestuosa, que como cortarlo en la sala de edición. Nada mas salir del cine la primera vez que la vi, me fui directo a comprar el CD. 20 años después, voy a ver si lo rescato del armario.

Buena película del multifacético Alan Parker. En mi opinión muestra como distintas personas con caracteres diversos se unen por una misma ilusión. Pero siempre es necesario alguien que guíe, que muestre la luz en el camino y ese es sin duda Jimy. Arkins se mostró cómodo en el papel de protagonista y mánager de la banda. Entretenida y diferente esta obra de Parker no sería lo mismo sin Jimmy y el espectacular Joey the Lips, curiosamente dos compositores que se desempeñaron de forma magistral en the commitments. Por un lado Jimmy es joven, emprendedor, dispuesto y lo más importante: tiene una idea y avanza en una dirección. Resulta gracioso porque aunque el protagonista no participa de forma activa en el producto musical, es al mismo tiempo el más exigente con el trabajo de la banda. En cierta manera Jimmy Rabbitte es una persona astuta, un líder nato, porque a pesar de no saber tocar ni la tecla de un piano, piensa en alzar al estrellato a sus amigos y lucrarse de ellos. Joey es el perro viejo que todo lo sabe. Parker plasma a la perfección la figura del hombre que todos conocemos en la vida real que cuenta historias no corroborables o en otras palabras "un fantasma", aunque en cierta manera, en la vida real también conocemos individuos que han contactado y convivido con famosos y no por ello han triumfado. Pues fantasma o mito, Joey se gana a las personas.
El resto de personajes, aunque en cierta manera secundarios están a la altura también. Las chicas del coro, fueron bien elegidas, resulta realista, una belleza y dos chicas del montón que sin embargo cuando se maquillan captan la atención del espectador.

Buena película.

Acaba de dejarnos Alan Parker (Londres, 1944-2020). En su faceta como director apenas nos ofreció 14 títulos, entre ellos 5 musicales como el que nos ocupa que le valió un BAFTA como mejor dirección, repitiendo el que consiguió con la memorable "El expreso de Medianoche" (1978). Junto con "Arde Missisipi" (1988) las tres mejores, a mi juicio, de su filmografía.

Así pues, qué mejor homenaje que recordarle revisionando esta cinta que acabó adquiriendo la etiqueta: "de culto". Lo mejor que puedo decir de ella es que cada vez que la veo me entra un subidón de buen rollo con las peripecias de esta banda obrera de Dublín, cuyo efímero paso supuso un choque de talentos discordantes que liberaron una energía musical, una supernova de soul que nos cegó con su brillantez antes de desaparecer fugazmente. La atmósfera proletaria con esos niños siempre jugando  en el laberinto gris de sus calles, el casting para formar la banda y unos actores (solo dos no tenían experiencia musical) que suman con notable acierto sus partes para formar un todo irrepetible permanecen en el recuerdo. 

"Wilson Pickett" como en su famosa canción, esperó hasta la medianoche. Su retraso convirtió el éxito comercial de la banda en poesía de esperanza vital para cada uno de sus miembros. Larga vida a su inmortal bso.

cineziete.wordpress.com

Eso es lo que viven los involucrados en el grupo de Soul de Dublín: "The Commitments". No van a vender millones de discos ni van a salir de Irlanda enamorando al mundo con su música... sin embargo, teniendo en cuenta las circunstancias del país, de la época y de cada uno de ellos, la banda les dará un motivo para divertirse, para soñar... como le dice Joey a Jimmy: "Les diste algo a lo que aspirar..."

La cinta es la adaptación cinematográfica a cargo del magnífico Alan Parker, de la novela homónima escrita por Roddy Doyle. El título que decidieron ponerle para los hispanos: "Camino a la fama" es una soberana estupidez. Tanto la obra escrita como el largometraje se llaman como la banda y deberían respetarse los nombres de las películas.
Me doy cuenta de que en la pequeña joya que para mi es "Sing Street" (John Carney- 2016), se hacen varios guiños a "The Commitments". Tiene cosas que me hacen acordar como por ejemplo, el haber conformado el reparto de intérpretes desconocidos, los cuales poseen habilidades musicales, la presencia de Maria Doyle Kennedy aquí haciendo de "Natalie", en S.S. es la madre del protagonista, una gran cantante irlandesa. La secuencia en el tren... en fin, se nota que a Carney le gusta esta película.

Yo tengo que decir que aunque la he disfrutado bastante no conecto tanto como el resto de la gente. Tiene cosas que son divertidas y otras que no me hacen gracia como el papel lamentable de las tres mujeres integrantes del grupo. ¿Están por la música o para conseguir pareja? Los hombres no se quedan atrás, el único que parece inteligente es Jimmy y de hecho gracias a su carisma y cierta caradurez es que consiguen formarse como agrupación y aceptan tocar lo que a él le gusta que es el soul. Me hubiese gustado un poco más de desarrollo de su personaje. Lo más disfrutable son las escenas cuando tocan en vivo ya que los actores cantan de verdad y suenan genial.
Como película en general me gusta pero no me mata. Prefiero al Alan Parker de grandes filmes como "Midnight Express" (1978) o "Mississippi Burning" (1988), aún así es muy recomendable.

Sólo por la tremenda banda sonora ya sería suficiente para una buena nota, pero es que además las actuaciones son buenas, los personajes logrados y la fotografía muestra perfectamente ese norte de Dublin, tan sórdido y oscuro, pero con tanta vitalidad. A mí, que viví esa ciudad hace años, me trajo sinfín de recuerdos. Contada con ritmo, divertida, a veces dulce y sin pretenciosidad ni grandes mensajes. Diversión pura. Un lujo, de esas pocas películas que no importa verla una segunda vez.