Debo reconocer que Britt Ekland conteneándose en pelotas fue lo que me llamó la atención de la película. Pero una vez terminada, ese detalle inicial queda en algo superfluo. El bestial argumento, la salvaje crítica subyacente, las monótonas canciones de la banda sonora y el sobrecogedor desenlace nos dejan sin palabras. Y no será porque la película no tiene defectos que tiene muchos. Y que apenas consiguen esconder las carencias de presupuesto. No importa. Si la Ekland bailando desnuda se convierte en algo superfluo es que la película vale la pena.

Pues no he visto la serie de TV, pero espero que sea mejor que esto.

La novela de la tal Atwood sin estar muy bien escrita ni ser demasiado creíble, es al menos entretenida y dentro del extenso y diverso mundo de la ciencia ficción, donde se valora más la originalidad que la calidad, se le puede hacer un hueco. La leí precisamente por las buenas críticas que me llegaban de la serie. Pero, si la novela no convence del todo, en esta adaptación se dejan por el camino todavía un poquito más de credibilidad, sin aportar casi nada.

Igual algún día me atrevo con la serie. Igual no. Con dos intentos yo creo que está bien, ¿no?

Mira que hay personajes repetidos y estereotipados en este del cine, pero ninguna al nivel del "buenomachote". Está claro de quien hablo. El "buenomachote" es ese tipo duro, que digo duro, durísimo, como un pedrusco, hábil con cualquier tipo de arma, de pocas palabras, pendenciero, violento si es necesario, de gesto imperturbable, pasado oscuro, apariencia de malo pero noble y desinteresado en su lucha contra el mal, dispuesto siempre a arriesgar su vida por quien sea que pase por ahí, y si es una rubia despampanante pues mejor. Posiblemente el personaje más repetido en el mundo del cine, del comic, de la novela negra, de la novela blanca, de la novela que sea. En esta película no hay un "buenomachote" sino dos. Toma ya.

Resulta que la peli, visualmente impecable, es una copia de un comic que no conozco, con mucha sangre, mucha violencia, malos malísimos, "buenochamotes" y tías buenorras a pares, que no falten, por favor. Yo la verdad es que en cuanto a comic soy más de Mafalda, Mortadelo y Asterix, que lo vamos a hacer.

Se ve que el director se iba dando cuenta. Que sí, que nos estamos pasando de violenta, y de provocadora, y de morbosa, y de sensacionalista, y de absurda... no sé, mete un chiste o algo. Y ni el chiste vale la pena. No parece que temáticas tan sórdidas como las de la trata de mujeres o las mafias de la prostitución encajen bien como fondo de un rollito melodramático de amor madre-hijo. Una sobrada todo.

¡Guau! Espectáculo visual a lo bestia. Mucha batallita, demasiada quizá, pero qué pasada de imáganes, qué mundo imaginario tan bien construido y qué chulada de efectos especiales, de montaje,y de maravilla gráfica. Y por supuesto, entre tanto azufre, metal, olor a pólvora y gasolina, el perturbador contrapunto de las bellas muchachas. Un diez en todo esto. Abrumadora, sobrecogredora, brutal.

Luego la historia es el rollo habitual, los buenos buenísimos, "victimísimos", "heroicísimos" que con mucho sufrimiento se la dan con queso a los malos malísimos "terrorifiquísimos" de la muerte.

¿A quién le importa la historia en estos tiempos? Si eso de contar historias ya no está de moda...