La novena puerta

Traspiés en la carrera de Polanski con una floja y confusa adaptación de la novela El club Dumas de Arturo Pérez-Reverte. Se trata de una historia sobre satanismo y libros antiguos que me recuerda vagamente a El corazón del ángel de Alan Parker. Los primeros setenta minutos se dejan ver pero a partir de ahí la cosa decae hasta el horrible final con un guión con más agujeros que un colador. La salvo del suspenso por el convincente trabajo de Johnny Depp y por esa primera hora larga que me mantuvo en vilo pero lo demás es muy flojo.

Al haber leído la novela original de Arturo Pérez-Reverte, como me suele pasar con las buenas adaptaciones literarias de libros que me han gustado, la película me parece muy aceptable. Pero al mismo tiempo, si me pongo en el punto de vista de alguien que no la haya leído, seguramente esta traslación de “El club Dumas” no parezca nada del otro mundo.
Y eso que Roman Polanski se come con patatas la mitad del libro, directamente y sin compasión. La investigación principal de Lucas Corso y que daba título a la obra, iba sobre Alejandro Dumas, mientras que todo lo relativo a las nueve puertas era la otra mitad del argumento. Pues mira por donde, no me parece mal del todo, porque comprimirlo todo en una sola película quizás habría quedado o demasiado largo o demasiado confuso.
El camaleónico Johnny Depp es el protagonista. El actor vuelve a cambiar de aspecto una vez más. Me parece que aparte de la posterior saga de “Piratas del Caribe”, no hay dos películas suyas en las que tenga la misma apariencia. En este caso se mimetiza a la perfección con el personaje.
Le acompaña la mujer de Polanski (¿cuántos años menos que él debe de tener?) haciendo de un personaje tremendamente misterioso.
El mundo del tráfico de libros antiguos me parece algo tremendamente interesante, aunque el mérito verdadero es del autor de Cartagena.
Polanski sabe llevar bien el intrigante argumento. El hecho de que transcurra en Europa me parece muy acertado y coherente con la novela. Aunque no tenga mucha acción, pica la curiosidad por saber cómo va a terminar esta trama del libro maldito.
Pero, como digo, me pasa lo mismo que con las adaptaciones de Dan Brown, que me gusta más por haber leído el original. Si no fuera así, creo que no me llamaría tanto la atención.
Mi verdadera nota es un 6,75.

Vaya por delante que no me encuentro entre aquellos, intuyo que afortunados, que han leído "El club Dumas", la novela en que se basa esta película, escrita por el gran Arturo Pérez-Reverte, a mi modo de ver uno de los más brillantes y honestamente brutales analistas tanto de la rabiosa actualidad como de nuestra eterna esencia patria.

Reconozco que "La novena puerta" tampoco figurará entre los más laureados títulos del siempre peculiar Roman Polanski, al igual que probablemente no asomará la cabeza en un top 5 que de la filmografía de Johnny Depp realizarían a partes iguales sesudos críticos a sueldo y enfervorecidas fans, en buena parte debido a las ciertas artimañas cinematográficas y licencias fantásticas que se tomaron al realizarla. Pero el resultado es bien entretenido, dicho sea de paso. Tiene ese toque de intriga clásica en el amplio sentido del término, ese viaje al arcano misterio puro y duro que ha hecho soñar y estremecerse al hombre desde tiempos inmemoriales, ese ansia de querer encontrar una espiritualidad por encima de lo humano e incluso lo divino entregándose directamente al Diablo si por ello se goza ilimitadamente de los placeres de la vida terrenal...

Y tal vez se me tache de hereje, nunca mejor empleado el calificativo dada la temática del film, pero a mi este largometraje me ha recordado a ratos a títulos con alto caché como "Pactar con el diablo" y sobre todo, evidentemente, a "El código Da Vinci" por los viajecitos que Corso (Depp) se pega por la vieja (y preciosa) Europa, retratada en "La novena puerta" con melancólico aire de lúgubre postal, desde Portugal a París pasando por la imperial Toledo española.

Sí, es cierto, nos daremos de cara con más de algún agujero de guión, pero creo que son perfectamente soslayables si nos dejamos llevar, lo cual no me resultó difícil. Contiene los ingredientes esenciales que hicieron triunfar a los títulos que anteriormente cité: ocultismo, misterio, sobresaltos, un carismático personaje central guía de la historia, unas cuantas muertes con mala leche y un final no tan terrible como muchos de los que por aquí leo quisieron ver.
Con todo, posiblemente el libro sea muy superior a la película, me puedo hacer a la idea. Pero ya se sabe que el celuloide se mueve generalmente por ritmos ágiles en pantalla y presupuestos que suelen quedarse cortos una vez echado a andar los rodajes.

La creación de una atmósfera tensa y sugestiva con olor a tinta de libro antiguo y trama demoníaca permite a R. Polanski diseccionar la novela de A.P. Reverte y reescribir cada pasaje para que la pantalla acuse los lances del argumento y se nutra de su inacabable y terrible inspiración.
La oscuridad, la certeza, la sospecha, el caos, la vorágine, la obsesión, el escepticismo o la espiral del infierno son conceptos que no representan obstáculo para el director porque sabe elaborar su propia receta cinematográfica de alta escuela y de enorme brillantez.
Película para incondicionales de los libros de viejo, para entusiastas del erebo, para recalcitrantes del misterio pero, sobre todo, para amantes del buen cine.
Lástima que los rocambolescos pasos previos al desenlace lastren en exceso el buen trabajo anterior.

La novena puerta es una aventura sobrenatural , la música es perfecta en todo, y es evidente la cantidad de precisión y cuidado se ha puesto en la película todo esta de diez.
Los efectos especiales son muy mínima y de forma muy eficaz, fotografía excelente. Esta película está llena de grandes momentos.