Frontière[s]

Unos chicos de ciudad hacen un alto en su camino y tienen el poco tino de hacerlo en una zona rural medio desértica, donde entran en contacto con una familia de paletos garrulos y con hábitos alimenticios poco comunes. No ocurre en Texas, sino en Francia. Y los chicos son unos delincuentillos medio moros, o algo así. Y los garrulos que los reciben en su choza no solo son caníbales, sino también nazis. Por lo demás, la historia es la misma. Casi literalmente. Lo que deja muy poco espacio a la sorpresa. Y menos todavía a la diversión. Porque además "Frontieres" o como coño se escriba no es una parodia ni una imitación descarada de serie B, no. Es, o lo intenta, una película de terror "seria", de las que intenta "dar mucho miedo". Y en la época en la que se hizo eso significaba poner a gente gritando mucho, desenfocar la imagen y mover la cámara como si tuvieras el hormiguillo. Y ninguna de las tres cosas sirve realmente para asustar o crear tensión. Esto supongo que lo sabía hasta el amigo Xavier Gens, así que mete unas cuantas escenas de torturas más bien sádicas y más o menos explícitas, de estas que impresionan a los que no han visto una película gore en su vida pero dejan indiferente al que ya ha visto unas cuantas. Y yo he visto muchas.

Para colmo de males, el intento de crítica social que se supone que hace resulta muy superficial y totalmente ineficaz, porque los personajes son tan estrafalarios que no hay quien se los crea, y dado que no hay una pizca de humor, ni negro ni de ningún color, uno tendría que creerse que realmente la campiña francesa está llena de ex nazis criadores de cerdos comedores de carne humana y sexualmente desviados para que al espectador le llegase el mensaje. Si es que lo hay.

La historia de unos jóvenes parisinos de origen magrebí que caen en manos de una familia de fascistas podría haber dado para un muy buen híbrido de terror y cine social (una escena, sin ir más lejos, en que se empeñasen en hacer comer cerdo a la fuerza a uno de los chavales, sin más, bien rodada podría haber sido bastante acojonante), pero sin lo del canibalismo y con menos gritos y menos mierda de gocho y menos tópicos del subgénero. La historia de unos rapaces que acaban en manos de una familia de nazis caníbales y sexualmente pervertidos podría haber dado para un más que efectivo festival ultragore repleto de humor negro.

Y al final, ni una cosa ni otra.

Una copia de "La matanza de Texas". Una más. Con una estética entre "Hostel" y "Saw". Una más.

Película, que si eres un aficionado al cine de terror apenas merece la pena. Mis razones:

- Desde el "pelotazo" de Saw, Hostel y demás películas con violencia gratuita y sin censurar, esto se ha convertido en un carrusel, prueba de ello es esta película.

- Está tan vista, que el argumento es un ABSOLUTO plagio de la Matanza de Texas. Jóvenes que emprenden un viaje y van a parar a un lugar de mala muerte en el que habitan individuos con tendencias antropófogas. Lo único que la hacen distinta es el trasfondo político y la excusa del nazismo.

- Finalmente, decir que el final se atisba desde que empiezan a destaparse las intenciones de los habitantes de la "frontera", a más de uno ya le sonará haber visto esto.

- Salvar de la película el principio y el movimiento de cámara.

Conclusión: Una versión del clásico anteriormente citado pero a la francesa y con nazis como verdugos. Sólo recomendable para aquellos con MUCHO tiempo libre y ganas de ver algo de gore.

Bien, supongo que en parte me dejo llevar otra vez por mi pasión por este género. Lo digo porque analizándolo fríamente "Frontière(s)" tampoco destaca en casi nada en particular. Es una prolongación de profundas y claras referencias sólidamente realizada y en gran medida entretenida. Es este carácter de pasatiempo gore el que salva un poco esta función de, una vez más, un grupo de personas que van a parar a un lugar peligroso dominado por una familia de extrañas y macabras convicciones morales cercanas en este caso, al nazismo. En "Frontière(s)" hay una diferencia en su introducción, en su planteamiento de situación político-revolucionaria en París ligada claramente a los incidentes habidos en realidad en los últimos años en la capital gala, ya saben, quema de coches... Esto que es una diferencia en sí no acaba de cuajar con lo que a posteriori sucede en el film que es un cruce resultón de los esquemas "matanza de Texas" pasando por el espíritu de "Hostel". Podrá haber lecturas al respecto pero quedan un tanto en el aire. En cambio, tras esa primera mitad angustiosa, embaucadora, sucede una segunda más dicharachera, sangrienta y paradójicamente amena pero muy unida a ciertos tópicos del género, a ciertas salidas facilonas, a un sendero mucho más previsible que acaba con la originalidad que había de entrada en "Frontière(s)". En cambio podemos reseñar y/o destacar que en Francia se trata al menos estética y publicitariamente muy bien al cine de terror y que de cuando en cuando, pienso también en la reciente "A l'nterieur" o en la más lejana "Haute tension", van saliendo cosas interesantes. A Gens, como a Aja, le faltó poco tiempo para saltar a Hollywood y realizó "Hitman". Esperemos que retome el género.

La extrema derecha francesa arrasa en las urnas y tiene todos los números para hacerse con el Elíseo. Una mayoría de ciudadanos salen a las calles organizando disturbios manteniendo a la policía en alerta. Un grupo de jóvenes descontentos huyen de la ciudad para huir hacia Holanda. En el campo y agotados deciden pasar la noche en un hostal. El destino de Yasmina (Karina Testa), su hermano Farid (Chems Dahmani), Sami (Adel Bencherif), Álex (Aurélien Wik) y Tom (David Saracino) acabará en las garras de una conservadora familia de asesinos dispuestos a amontonarlos como a una piara de cerdos entre gritos, sudor, sangre y estiércol.

Xavier Gens, director galo que se fue a los Estados Unidos para adaptar el largometraje del videojuego “Hitman” (2007), solo consiguió en “Frontiere (s)” mostrarnos un resultado que cabalga entre “La Matanza de Texas” (1974) de Tobe Hooper y “Hostel” de Eli Roth. No hay nada original en una película de terror (con mensaje político eso sí) de lo que se espera que va a suceder; entre torturas, quemaduras, sablazos, etc, etc… Con la presencia, poco salvable, de Samuel le Bihan (El Pacto de los Lobos) interpretando a uno de los rudos psicópatas con ganas de afilar el cuchillo y atarearse a lo lindo.

Lo Mejor: la introducción
Lo Peor: lo mismo de siempre

Es una película más de jóvenes y terror, una mezcla más que explotada ya. Cansa en cuanto a que es todo el rato lo mismo, sucia, oscura... no aporta nada nuevo al mundo del terror. Tiene un argumento simple, más que desgastado y sólo tenía ganas de que acabara ya. Si quieres ver una película de terror fácil y simple, aquí tienes la película ideal pero si buscas algo más, no la recomiendo.