Haz click aquí para copiar la URL

Hoy empieza todo

Drama Daniel Lefebvre es el director de la escuela infantil de un barrio marginal de un pueblo minero del norte de Francia, en el que el 30% de la población está en paro a causa de la crisis de la minería. Un día, la madre de una alumna llega borracha a la escuela, sufre un colapso y deja allí a su bebé y a su hija de cinco años. El director solicita entonces la ayuda de los vecinos, pero lo único que conseguirá es que su labor docente sea cuestionada. (FILMAFFINITY) [+]
<< 1 4 5 6 10 12 >>
Críticas 56
Críticas ordenadas por utilidad
29 de noviembre de 2006
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El primer paso social del niño es el colegio. Con esta premisa estarán de acuerdo la mayoría de pediatras o psicólogos, pues es en el colegio donde entran en contacto por primera vez con lo que no acontece en su ámbito familiar. Por primera vez tienen unos educadores que no son sus padres, por primera vez están envueltos de otros niños... y son esos primeros años educativos los que formarán un futuro ciudadano de bien para la sociedad. Una buena educación infantil se ha convertido en un imprescindible para la sociedad en que vivimos, y los derechos del menor son probablemente los más defendidos socialmente. En las últimas décadas el abuso de menores de cualquier tipo se ha convertido en uno de los delitos más aberrantes y más mal vistos por la sociedad.

La televisión nos enseña el mal estado de los niños en África o algunas regiones de Sudamérica, nos muestran sus penurias y nos instan a ayudar, a apadrinar niños y a colaborar para que tengan una oportunidad. Lejos de querer apartar la vista de estos sucesos que ocurren en otros lugares, Tavernier nos muestra algo que aún sabiéndolo no deja de sorprendernos: ¿Como puede ser que hoy en día, en Francia, uno de los países más fuertes de la U.E. la cuna de los derechos sociales ocurra algo semejante? ¿como puede ser que en el primer mundo haya niños que no pueden aspirar a una educación de calidad por el simple hecho de ser pobres? El director galo logra transmitir en esta cinta la angustia y el estrés que sufre el profesor de primaria de un barrio marginal al norte de Francia. Lo primero que se puede comentar de esta película es su título, que refleja a la perfección la trama de la historia. Cada día es nuevo, cada día presenta nuevas esperanzas y nuevas penas para el profesor, cada día es una nueva batalla con la administración, con los padres, con su propio hijo... pero aún así nunca deja de haber esperanza, aunque haya frustración. Y es que todo se pone cuesta arriba desde un principio: niños que viven en condiciones infrahumanas, que son maltratados, que tienen problemas de salud.... padres inadaptados, delincuentes, borrachos...

En definitiva, Tavernier hace una importante crítica a la administración de su país, pero también nos da a entender la importancia que tenemos todos en la educación de los niños, en su futuro, no solo profesores o padres sino toda la sociedad, ya que estan indefensos ante la realidad. Hace tiempo escuché en "Abducidos", de Steven Spielberg (que en general no tiene nada que ver con el tema a tratar...), una frase que puede representar el espíritu de esta cinta: "Mi abuelo me dijo una vez que los niños no debían preocuparse por nada más importante que el béisbol". Y eso es lo que intenta en cierto modo el profesor, librar, temporalmente almenos, a los niños de una realidad que no tienen por que sufrir.
Halbarro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de agosto de 2008
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película reivindicativa sobre la educación infantil (y la vida en general) en unos suburbios pobres del Norte de Francia.
El director de la escuela de párvulos, Daniel Lefebvre, es el protagonista de una historia de fracasos, paro, pobreza, degradación humana, alcoholismo y falta de recursos públicos. Daniel es una persona responsable que "vive" su trabajo, que sufre por y con los niños, pero no puede con todo, no encuentra soluciones. Es apreciado por todos, excepto por sus superiores que le recomiendan no ser "agitador" sino "mediador".
Al alcalde comunista, un hombre integro, no le llega el presupuesto para hacer frente a todas las demandas surgidas en el depauperado tejido humano del municipio.
La intervención e implicación de la pareja de Daniel, artista, parece insuflar ilusión a la escuela. Le da un toque de color y creatividad. (A veces es eso lo que hace falta: innovación). ¿Hoy empieza todo?
Tavernier, director comprometido con los problemas sociales, pretende hacer una "fotografía" de la situación real en esos entornos, casi un documental. De hecho las maestras y alumnos son reales, no son actrices/actores.
Y la película es eficaz en la descripción de las situaciones, en la transmisión del mensaje. Es un homenaje a los educadores. Y es importante resaltar que el film dió lugar en Francia a un cierto debate extra-cinematográfico, a un debate político-social que desembocó en la adopción de determinadas medidas concretas para minimizar problemas que se denunciaban en la película.
No obstante, la historia tal y como está contada (aplaudiendo su valor social) resulta monótona y falta de garra, sobre todo en su primera mitad. La verdad es que se trata de un tema árido y difícil para llevarlo a la pantalla.
Rober
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de octubre de 2008
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película muestra las desgracias más frecuentes dadas en los barrios marginales. En este caso, le ha tocado sufrir sus consecuencias al director de una guardería ubicada en un pobre distrito francés.

La implicación social que mueve a Daniel no tiene nombre. Resulta duro ver su impotencia frente a casos imposibles que se escapan de su mano.

Sin embargo, el tema es tan dificil de tratar, que por momentos se muestra espesa, muy lineal.

La película es todo un ejercicio didáctico que nos muestra los aspectos más intransigentes que pueda vivir un profesor.
Frederick_Henry
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de diciembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En algún lugar de la Francia interior, en una población minero-industrial y con más de treinta por ciento de paro, el director y maestro de la Escuela infantil Leon LaGrange, Daniel Lefevbre (Philippe Torreton) tiene que afrontar, a parte su situación personal, con la tarea de responsabilizarse de los niños lo que le supone un sobreesfuerzo aún más mayor que va más allá de su entrega y vocación como maestro. Algunos de los niños viven la complicada situación familiar que les depara vivir precariamente con unos padres alcohólicos y que, los agentes sociales no hacen lo posible para acercar una línea de diálogo que separa más los educadores de un sistema educativo y social que los ha apartado, y que las consecuencias suponen promesas perdidas en incrementar los presupuestos destinados a tal fin.

El gran Bertrand Tavernier para una gran película. Precisando, en su rodaje, nuevamente con un estilo realísimo y semidocumental y siguiendo el patrón de su anterior “Ley 627” (1992) aguijoneando los corazones del gran público incluso para mostrar el acercamiento del drama explorado desde dos ámbitos: la acción (la batalla que empieza Lefevbre para que un Estado como el Francés (recordad aquellos principios de la bandera gala: Liberté, Egalité et Fraternité) le proporcione los recursos adecuados) y, en segundo, la acogedora inocencia de los niños presentes que, con sus cánticos y juegos, alejan al protagonista a la vez que él hace un tanto, de la cruda realidad o, en ese caso, de los oídos sordos de unos altos funcionarios dispuestos a hacerse excusar con el fin inútil de no ofrecer garantías. Pragmatismo, desgraciadamente, que se hace aún más agudo en tiempos de crisis.

Soberbia interpretación de Philipe Torreton, a quien Tavernier ya había contado unos años antes con la película antibelicista “Capitán Conan” (1996), en que interpretaba a un agresivo oficial francés en el transcurso de la I Guerra Mundial.
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de abril de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era antes de la Crisis (1998) en la cuarta potencia mundial y ahí están en plena crisis. Falta dinero, recursos, ganas, voluntad, humanidad. Y en medio de la miseria, un hombre que se implica a fondo, que entiende que todo empieza con la infancia y acaba ahí si los niños no son atendidos adecuadamente. Este es quizás el mensaje principal de la película: una infancia perdida produce adultos desequilibrados. Pensar que la infancia no cuenta, que los niños por ser pequeños poco importan, es el error que Lefebvre en su cruzada quiere corregir.

¿Pero qué puede un David contra un Goliat encarnado por los inspectores, los poderes políticos, los alcaldes? Las altas instancias se ocupan de macroeconomía, pensando que eso soluciona todo. Porque esa es la otra gran lección que muestra el film: no importan las grandes cifras si hay niños que sufren desnutrición, malos tratos, penurias, etc.

La nota de esperanza viene del hecho que Lefebvre y sus colegas muestran que con pocos medios se puede hacer mucho y, que salvar a un niño SIEMPRE merece el esfuerzo. Nadie merece ser expulsado; un profesor de otra escuela que asiste a una reunión con las autoridades dice que él se encarga de la media, porque ni por los de abajo ni por los de arriba se puede hacer nada. Lefebvre es la prueba de lo contrario.

En imágenes lo que se muestra es lo poco que en realidad necesitan los niños: cariño, cariño, cariño, caricias, ser escuchados y sentir que alguien confía en ellos.

Es fácil dejarse llevar por la emoción, en ese sentido puede resultar una película fácil, pero a poco que uno se fije en el fondo, vemos que el film refleja una realidad sin complacencia.

Los niños, fabulosos y Philippe Torreton impresionante de naturalidad y veracidad. Hay que compararlo con el violento capitán Conan en la película homónima (Bertrand Tavernier, 1996) para ver la versatilidad y entrega de este actor. Increíble.

Recuerda otra bella película, un documental que cuenta la dedicación de un maestro en una escuela en la Francia profunda: Ser y tener (Nicolas Philibert).
Francesca
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 10 12 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow