Tienes un e-mail

Es lo que creo. Tratando de recrear una situación cotidiana (el boom del e-mail de finales de los 90's), tampoco se le puede pedir mucho a una película. Y bueno, no he visto ni conocido "El Almacén de las sorpresas", así que estoy en imposibilidad de comparar, aunque creo que tampoco se trata de eso.
En todo caso, desde mi punto de vista se trata de un trabajo hecho a la medida de las circunstancias y sin mayores pretensiones, a pesar de que la pareja de protagonistas ya eran actores rankeados en ese momento.
Dulzura a raudales y, como digo, situaciones de los más cotidianas para configurar una película de domingo, de pasar el rato y sin esperar más que eso.

Estoy casi seguro de que todo aquel que desdeñe Tienes un e-m@il lo hará basándose en ideas subjetivas no basadas en la valoración real de la película, si no más bien en la aversión que se tenga personalmente contra Meg Ryan o contra el género de la comedia romántica en general.

Porque Tienes un e-m@il es un ejemplo representativo de lo que la comedia romántica y el remake deberían ser. Lo primero porque es tierna sin caer en lo cursi, sensible sin ser sensiblera, emotiva sin ser lacrimógena, adulta sin ser pedante, ligera sin ser intrascendente y agradable sin ser olvidable. Lo segundo porque estando basada en otra película (El bazar de las Sorpresas, entretenida pero no magistral), hace lo que todo remake debería hacer: actualizar su historia dándole sentido en su contexto histórico y social, y adaptando su historia a la clase de conflictos y personas actuales.

En definitiva, y por mucho que les pese a algunos, Tienes un e-m@il es una buena película. No sólo está rodada y construida a la perfección, siendo probablemente la mejor película de Nora Ephron, sino que además su carga emotiva y sus situaciones cómicas son capaces de emocionar y divertir con sinceridad, algo de lo que no pueden presumir muchas películas de este género.

Así, aprovechando Nueva York en cuanto a su arquitectura, estilo de vida y valores, a la altura de las mejores películas ambientadas en esta ciudad, Tienes un e-m@il es un virtuoso e inteligente juego de guerra de sexos en la línea de las mejores películas del género, pues además de su compacto guión, cuenta con una pareja protagonista que desprende encanto por los cuatro costados, y con un ramillete de secundarios definidos a la perfección.

Por muy mal que estén hoy en día las carreras de Tom Hanks y de, sobre todo, Meg Ryan, en esta película su trabajo es espectacular. Y no porque sus interpretaciones sean excesivamente trascendentes, sino porque sus dos personajes, los valores de ambos, los matices de sus relaciones emocionales (la real y la on-line) y la evolución de éstas, y sobre todo, su espectacular química en pantalla, está tan bien plasmada y de un modo tan honesto y profundo, que es imposible no identificarse, y por tanto divertirse y conmoverse con esta tierna historia de un amor.

Cuenta la leyenda que ese era el credo de uno de los cineastas más brillantes que nunca han existido, Billy Wilder. Basándose en la mítica obra de dicho realizador, "El bazar de las sorpresas", Nora Ephron busca lograr el éxito con "Tienes un e-mail" adaptación a los tiempos que corrían a finales de los 90.

Como en Hollywood no tienen un pelo de tontos, la pareja escogida para dicha obra no es otra que la formada por Tom Hanks y Meg Ryan rostros archi-conocidos y que ya tenían garantizada la química desde su anterior y muy exitosa colaboración en taquilla dentro del mismo género. Por supuesto, la misma funcionó muy bien y aún hoy es producto típico de ver un fin de semana en sobremesa por alguna cadena.

Como fuere, el principal defecto de "Tienes un e-mail", igual que tantas y tantas comedias románticas, es su nulo sentido del riesgo y el estilo acomodaticio que llega a desesperar, tan comercial como poco artístico. Alejado en ese sentido de la magia arcana que escondían gente como Lubitsch o el propio Wilder, contentando a todos los paladares por igual.

Sin embargo, no es cuestión tampoco de ponerse exquisito con esta comedia romántica resultona, digna, eficiente y con una excelente pareja protagonista.

Es una película preciosa, la verdad que me encantó la primera vez y me hizo pasar un rato estupendo, y la he vuelto a ver hoy…y me ha vuelto a gustar.

Es una perfecta comedia romántica, una genial película en su género y es porque esta pareja funciona en la pantalla, Meg Ryan tiene una cara perfecta para ello y esto hizo que se convirtiera en la chica perfecta del género de los noventa.

Quizás la película peque de ser demasiado facilona o previsible, pero hay muchos elementos que la hacen tierna y bonita.

Nueva York, un papel decisivo, se saca todo el jugo a esta ciudad tan vista, pero es un entorno perfecto, sus calles, sus cafeterías, sus casas, sus apartamentos, en esta ciudad se mueven esta pareja que chatean…qué curioso…quién lo iba a decir…esta película se ha quedado muy anticuada, ahora tenemos Facebook.

Todo comenzó por estos años, el mundo cibernético y el gran daño que está haciendo, nos acerca y nos aleja, nos creamos un mundo virtual que nosotros nos creemos…y tal como se narra en la película, es todo muy bonito pero…lo único cierto de esta historia es las terribles paranoias que produce este mundo paralelo al real.

Una interesante y entretenidísima película que te hace pasar un buen rato con esta gran pareja pero también narra algo muy real que ha seguido avanzando hasta el Facebook y esos mundos cibernéticos que están destrozando a muchas personas y relaciones humanas.

Pero dejemos eso a otro lado y digamos que quizás sea un cursi al decir que me encantó esta película y ahora me ha hecho pasar un buen rato…lo siento, me encanta y la volveré a ver otra vez.

Es una perfecta película para los días de aburrimiento.

Preciosa comedia romántica, tierna y dulce. Afinidad entre Hanks y Meg Ryan, con una química enorme. Preciosa canción para finalizar, con el primer y único beso durante toda la película. Curiosa también que la guapa Meg Ryan no se ponga ni un bonito vestido ni unos tacones, no los necesita.

Un notable alto, 8.