Lobo

No entiendo por qué tiene baja puntuación esta peli. ¿Porque el lobo no es un ser sanguinario psicótico que mata al primero que vea ? Pero si esa es una de las virtudes de la peli !!! El hecho de que haya la historia laboral , la de su mujer, y la otra con la Pffeifer, le otorga también interés al asunto de la transformación, de como reacciona ante ello el "lobo"...o qué pasa, ¿que si no hay un monstruo carnicero destripando gente continuamente ni transformaciones físicas espectaculares ya no sirve?
A destacar la actuación de Spader.

Tierno y conmovedor drama romántico -ahora mismo me cuesta recordar a una pareja de actores que a mis ojos, pareciese más enamorada que Jack Nicholson y Michelle Pfeiffer- que también es un interesante thriller sobrenatural. Los diálogos los he encontrado cínicos, sarcásticos y divertidos, a los que el insuperable doblaje compuesto en su mayoría por voces graves y familiares (la áspera, magnética y casi sin pretenderlo socarrona e indolente, marca de la casa, defecto de fábrica, de Rogelio Hernández es legendaria, pero atención también a Marta Angelat, que gasta un timbre imponente, muy agradable y seductor) pone el broche de oro para una experiencia cinematográfica que me ha hecho emocionarme, aunque esto último lo voy a atribuir al malestar general y a los múltiples padecimientos en los que me tiene sumido este maldito resfriado, gripe o lo que diantres sea que me lleva amargando la existencia estos últimos días.

El argumento es bastante sencillo, pero la película atesora encanto ya que trata de ilusionar al espectador con la ternura y la inocencia de un cuento infantil hecho para adultos, resultando vistosa y simpática en las evidentes pistas que va dejando al espectador. Las estupendas interpretaciones de todos hacen el resto, -Michelle Pfeiffer se encontraba en la cima de su belleza y Nicholson era apuesto y se movía con una actitud corrosiva pero imperturbable, creo que es por eso por lo que ya desde muy niño siempre me gustó-. La envolvente factura noventera te sumerge de lleno en la historia, le da una apariencia natural y auténtica (pese a lo disparatado del guión), como la de un cuento del que no quisieras salir (me pasa también con Harry Potter).

Aparte de su ensalzamiento de la atracción animal y de los instintos primarios, creo que me gusta porque inmortaliza a unos actores reconocidos por todos en su máximo esplendor, capturando la belleza y la vitalidad. Un clásico que recuerda una época ya desaparecida.

Dicen por aquí que no ven creíble que Pfeiffer se liara con un Nicholson envejecido y medio calvo, recién despedido de su trabajo, pero es que actuaciones, personajes y personalidades así, maduros, con buena oratoria, sosegados, pero seguros, nobles y decididos pueden ejercer un mayor poder de atracción que el dinero o una juventud vigorosa pero irreflexiva y desconsiderada. Actores como él o Michael Caine, o Gene Hackman, por decir dos, a sus cincuenta-sesenta les daban mil patadas en carisma a los jóvenes que hoy día son cabeza de cartel.

Para prueba el siguiente diálogo:
Se están conociendo. Nicholson ha venido a la mansión de Plummer a anunciarle que pasa del cochambroso puesto al que le degrada, prefiere renunciar. Pfeiffer es la hija, su relación con el padre es distante. (Anteriormente Nicholson y ella se vieron por primera vez cuando Plummer invitó a todos sus empleados a cenar a su mansión para informarles de sus nuevos puestos.)

PFEIFFER: -Vamos a tener que cancelar el almuerzo porque acabo de recordar de que solo tengo crema de cacahuete y algo de mermelada.
NICHOLSON: -¿Lo dice en serio? La crema de cacahuete es como leche materna para mi. (Lo dice con sorna pero con una elegancia indiscutible.)
Pfeiffer ve lo que hay, en realidad le está poniendo a prueba, y sin alterarse lo más mínimo le dice:
-Escuche, si cree que va a pasar algo, no es así, no lo dé por sentado solo porque la otra noche intercambiamos unas palabras.
-Yo no doy nada por sentado, señorita Alden. Salvo quizá un pequeño grado de cortesía por parte de mi anfitriona.
(COMEN. Nicholson es un espectáculo, haga lo haga, un tipo muy expresivo, me hace gracia a cada rato.)
N: -¿A qué se dedica?
P: ¿Qué más le da?, responde aparentemente aburrida.
N: Nada, solo pretendía hablar de algo.
P: Prefiero no hablar de lo que hago.
Nicholson le da un trago a su vaso de leche y se arma de valor:
-¿Sabe? (Carraspea, va para delante.) Creo que ahora comprendo como es usted. Es muy hermosa y cree que los hombres solo se interesan por usted porque es hermosa, pero quiere que se interesen por usted por ser como es. El problema es que aparte de esa hermosura no es muy interesante. Es grosera, es hostil, es hosca, es reservada. Lo sé, usted quiere a alguien que vea a la auténtica persona que hay debajo, pero la única razón por la que alguien se molestaría en mirar detrás de todo eso es porque es hermosa. ¿Irónico, verdad? En cierto modo su problema es usted.
(PAUSA)
-Lo siento, intento fallido. No me ha desconcertado con su aguda perspicacia ni, de pronto, me he sentido desafiada. ¿Nos terminamos la leche en la sala de estar?

Quisieron hacer algo diferente y lo lograron. La revisión del hombre lobo bajo la mirada de Jack Nicholson resulta de una originalidad a tener en cuenta.

Por una vez podemos ver la vida y la metamorfosis completa de un ser humano condenado por una mordedura a la licantropía sin que sea una tragedia o un mar de sangre, no teniendo a todos los vecinos del pueblo detrás con una antorcha.

Will Randall es un editor de éxito,cuya esposa ,interpretada por Kate Nelligan se acuesta con su editor de promoción Stewart (un baboso James Spader) al que muerde un lobo y queda así maldito.

Desde entonces se verá el descenso al infierno de Randall, con la intepretación sobresaliente de Nicholson acompañado por Michelle Pfeiffer, una mujer rebelde llamada Laura, quien se verá sumergida en el mundo de oscuridad al que bajará con el personaje de Nicholson. Y de nuevo estamos ante un romance no esperable, ya por la diferencia de edad o ya por las formas de ser de los personajes, y que sin embargo se da sin caer en la cursilería de las parejas lineales y estúpidas del patético cine muerto actual.

La acción, la lujuria, la avaricia, el dolor, el sacrificio, la infidelidad, e incluso el paro son tratados en esta película, con breves discursos del personaje de Jack Nicholson hacia donde iba en los 90 encaminada la cultura general en la literatura y el cine que se ha hecho realidad como casi todos los mensajes proféticos de los Simpson: narra la decadencia mental y el adoctrinamiento de una sociedad sin moral, donde todo concepto de lo realmente lleno de calidad se pierde por la venta del morbo en estado puro.

Así esta película me ha parecido que para los fans de Nicholson es un gustazo, sin usar más que mal maquillaje y dobles, para lograr los lobos del siempre baboso Spader y Nicholson.
Michelle Pfeiffer hace uno de sus mejores roles, no se queda reducida a un jarrón al que hay que rescatar, pero no necesita ser una machirula para saber quién es por qué lucha.

Maravillosa sorpresa.

Una versión bastante alternativa al del hombre lobo de toda la vida. Lamentablemente fallida y sobretodo, aburridísima.

No me opongo a que el mito sea reinventado o visto de una perspectiva diferente, el guión podría haber resultado en algo bueno si ahondara más en el tema sobrenatural que plantea, en vez de prolongar diálogos y situaciones ajenas a lo que promete el título de la película. Simplemente no hay ni atisbo de tensión, ni intriga, ni mucho menos interés en la historia que se desarrolla.

Los actores correctos pero no especialmente memorables.

El mito del hombre lobo ha sido reutilizado en el mundo del cine en numerosas ocasiones desde hace muchas décadas; y actualmente se siguen haciendo versiones.
Una de las adaptaciones más famosas y sonadas fue la que hizo en 1994 Mike Nichols. Nos presenta a un hombre lobo un poco distinto; ya que se trata de un editor bastante tranquilo que es mordido por un lobo. Él al principio solo nota cambios imperceptibles; pero poco a poco se va transformando en este ser extraño únicamente por las noches; haciendo que cada día sea más animal que humano. Junto a él, una joven se sentirá atraído por ese halo misterioso que rodea a este hombre.
Vi esta película cuando se estrenó y recuerdo que me gustó. Tenía miedo de volver a verla ya que creía que podría haber perdido mucha calidad debido al paso de los años. Pero en un nuevo visionado he descubierto que el film sigue enganchando y resulta bueno.
Su historia atrapa desde el minuto uno, y cuenta con una evolución que no decepciona. Es cierto que uno siente en algún momento que le falta un poco de fuerza e ímpetu; y así sería mucho más sobresaliente todo. Pero salvo en este aspecto de escenas puntuales; hay que reconocer que la película es buena; y que su historia te engancha de una forma que no decepciona en prácticamente nada.
Mike Nichols que ya encandiló con films como "¿Quién teme a Virginia Woolf?", "El graduado", "Una jaula de grillos" o "Armas de mujer" entre otras; realiza un buen trabajo de dirección en este film que se aleja un poco de las historias de terror; para presentarnos más una trama de suspense donde se busca más el interés en la evolución del protagonista, que en el miedo a los asesinatos en la oscuridad.
Un reparto magnífico encabezado por Jack Nicholson y Michelle Pfeiffer hacen que el disfrute esté garantizado. Ambos ya coincidieron en el divertido film "Las brujas de Eastwick"; y ahora vuelven a unirse para demostrar el enorme talento que tienen regalando unas interpretaciones magníficas.
También realizan unas actuaciones increíbles los actores James Spader y Christopher Plummer; los cuales dan vida a unos personajes secundarios cruciales en la trama.
En fin, "Lobo" fue uno de los films más taquilleros de 1994 y consiguió buena opinión de crítica y público. Es cierto que actualmente no está siendo muy bien defendido; pero tras un nuevo visionado tengo que decir que a mí me sigue convenciendo, y creo que sigue siendo una visión distinta del mito del hombre lobo que funciona y que engancha debido a diversos factores.