El pueblo de los malditos

Es una lástima que lo más conocido de éste tesoro en blanco y negro sea el remake de Carpenter ya que, sin perder de vista el hecho de que estamos ante una película de serie b con escasos medios y determinadas carencias, lo cierto es que haciendo una valoración global el film sale muy bien parado. Momentos magistrales (especialmente en el primer tercio de cinta), personajes bien construídos, terror psicológico y una estupenda historia, constituyen una película de la que bien podrían aprender muchas actuales del género. Y es que no es necesario un gran despliegue de medios para hacer buen cine.

Mejor que el remake y que muchas cintas de terror modernas. Recomendada.

Cinta breve que ví después de observar la de Carpenter, que es algo más extensa, agrega algunos personajes. El guión es sólido y no se ramifica en detalles de relleno como tantas otras cintas, para alarga innecesariamente. Las actuaciones correctas en general. Algo mejor que el remake. Se nota la falta de presupuesto que deriva en el final algo apresurado, algunos personajes poco trabajados.
La ambientación de miedo psicológico ante lo desconocido esta bien creada.

En un apacible pueblo ocurre un extraño suceso en el que todas las personas quedan inconscientes temporalmente, pasados los días todas las mujeres del pueblo presentan síntomas de embarazo y transcurridos los nueve meses, darán a luz a unos descendientes de unas características muy peculiares y similares entre ellos.
Los vástagos presentan un tono de pelo blanquecino y muestran una capacidad intelectual fuera de lo normal, pronto sus conocimientos irán en aumento, mostrando una naturaleza sobrenatural e inhumana.
La trama resulta fluida, manejando con acierto los tiempos y dosificando las muestras de las capacidades sobrehumanas que presentan los niños, logrando jugar con inteligencia, con el misterio que rodea a la figura inquietante de los jóvenes.
Resulta verdaderamente aterrador, que detrás de una apariencia angelical y llena de inocencia, como la de un niño, se esconda un lado oscuro, frió e inteligente, que tiene como fin generar el mal.
Los poderes sobrehumanos se irán manifestando paulatinamente, la capacidad intelectual junto con la singular y perturbadora apariencia física, harán que los propios progenitores duden de la procedencia de los vástagos y lleguen a estar atemorizados por la frialdad y el distanciamiento que presentan.
Los jóvenes tienen al pueblo dividido y sus habitantes temen por sus vidas, ante la proliferación de extrañas muertes.
La historia maneja con acierto el suspense y el terror, presentando uno de los iconos clásicos del cine de terror y ciencia ficción, la mirada destellante e hipnótica de los muchachos, con la que manejan a su antojo la voluntad del hombre.
Un relato inteligente y mordaz, que resulta inquietante y perturbador.

En una pequeña localidad de Gran Bretaña tiene lugar un acontecimiento extraño: durante unas horas todos los habitantes pierden el conocimiento. Posteriormente, todas las mujeres en edad de procrear quedan embarazadas (hayan tenido relaciones sexuales con sus parejas o no).
Los niños nacen sanos, albinos y con un coeficiente de inteligencia (esto se irá descubriendo con los años), absolutamente por encima de lo normal. A medida que crecen, muestran un extraño comportamiento: parecen no tener emociones ni sentimientos, y son capaces de utilizar su mente para destruir a quienquiera que suponga una amenaza para ellos. De hecho, la utilizan (contra personas) sin ningún reparo, ni por supuesto remordimiento. Los lugareños están aterrorizados y la situación parece no tener salida.

El guión: absolutamente original. Estrenada en en 1960, con el trasfondo de la guerra fria (no faltan las alusiones a Rusia).
La puesta en escena: correctísima. Filmada en blanco y negro, nos ofrece una adecuada perspectiva de la Inglaterra rural de la época.
Los actores:
- George Sanders: muy bien. Un autentico "gentleman" británico.
- Barbara Shelley: de una belleza que rompe. Poco conocida en España.
- Martin Stephens (el cabecilla del grupo de niños): da miedo.

Como curiosidad, añadir que Wolf Rilla (1920–2005), director y guionista de esta película, nacido en Berlín, era hijo del actor Walter Rilla, judio, que se trasladó a Londres con su familia en 1934, tras la toma del poder por los nazis en Alemania.
Wolf dio sus primeros pasos en la BBC en 1942 (en la BBC World Service's German section) pasando a continuación a la televisión, para, a partir de 1952, orientar sus pasos hacia el cine.

Otra de esas pequeñas maravillas de serie B que han sustentado la Edad de Oro de la ciencia-ficción en las décadas de los 50 y los 60, antes de que la llegada de "2.001..." otorgara al género la categoría que merece, "El pueblo de los malditos" se desmarca de sus contemporáneas, fundamentalmente en dos aspectos: la ausencia aparente de psicosis por la Guerra Fría y un tratamiento pretendidamente más científico.

Versioneada en los 90 con dignos resultados por Carpenter, lo mejor de la película de Rilla son sus impactantes quince primeros minutos, absolutamente magistrales; después, sin embargo, la cinta va oscilando entre momentos muy conseguidos (la angustia de las familias, la inquietud que provoca el mero desfile de los niños, vestidos con sus uniformes escolares) y otros menos afortunados (el final, sin ir más lejos). Pese a todo, el resultado es bastante satisfactorio.