Chungking Express

A todos nos pasa que llegando a una película concreta muy aclamada de repente formas parte de esa minoría que por suerte siempre existe y que señala con el dedo aquello que a la mayoría no les molesta. En "Chungking Express" falla todo, es un desastre, apenas encuentro un par de puntos de verdadera originalidad. Y sin embargo ahí la tenemos, endiosada como hubiera sido hecha de oro. Lo que más me molesta es que sean dos cortos, el segundo más largo que el primero, sin ningún tipo de unión lógica. Y nada más, un restaurante de comida rápida subterráneo, porque todo en Hong Kong es subterráneo, como nexo de unión. Y nada más. ¿Y el montaje, la fotografía, todo aquello relacionado con la imagen?; un desastre, el estilo a mí me desagrada especialmente con esa cámara siempre temblando, con deformaciones, con ralentizaciones, un feísmo llevado al máximo exponente. Ah claro, y una canción maravillosa, el California Dreamin tirado a la basura de tan machacada que está.

Vámonos de aquí por favor, yo ya estoy tardando. He visto tres películas del señor War-Kai (lo escribo al revés a propósito para dar más rabia): las tres malísimas. Nunca más. Hay mucho cine ahí afuera mejor hecho.

Pues parece que lo mío no es el cine de este señor. Después de mucho tiempo oyendo hablar del tal Wong Kar-Way no se yo si me van a gustar sus películas. La primera a la que he tenido acceso no ha sido una experiendia muy halagüeña. Se puede decir que es original y tiene un plantemaiento visual atractivo, pero no deja de ser la paja mental de una señor. Se pueden entender estas dos historias de soledades y/o amor en una gran ciudad, la del encuentro entre un policía al que le ha dejado la novia y una enigmática mujer que trafica con droga y otra entre una dependienta de comida rápida y otro policía (este con uniforme) con crisis existencial por el mismo motivo, otra mujer (una azafata que está un rato buena).

Me parece que la historia más interesante era la primera pero es la que menos desarrollada está, se podría haber trabajado más sobre estos dos personajes. La otra historia es más inocente pero no se entiende mucho el comportamiento de la dependienta entrando una y otra vez en casa del poli y este sin enterarse, cuando la tía le cambia cosas, le limpia, etc. El estilo es sucio y directo, buenas escenas nocturnas y cámara nerviosa, pero todo es como extraño, no se entiende el comportamiento de los personajes. Sólo se entiende como capricho o como metáfora de lo diferentes estados de ánimo. Todos tenemos manías, pero lo de las latas de piña ...

Pues que ni fu ni fa, aunque es curiosa de ver.

Los actores están bien también, eso sí.

Pero, para alivio mío, terminó por fin.

Se trata de una historia estridente, de personajes histriónicos, ruidosa, confusa, demasiado vacía de historia, la música viene y va en un repetitivo CD que suena a todo volumen hasta la extenuación, carreras, empujones, idas, venidas, más música, conversaciones con un trapo, regañinas a un peluche, las lágrimas de un paño de cocina, aviones que vienen y van, fideos engullidos, viajes absurdos a California, conversaciones extenuantes por su vacuidad, ... ¿sigo?

Lo siento, no soy el guionista de 'Chungking Express' si lo fuera, podría seguir horas y horas al ritmo de surfin' USA.

Después de haberme quedado extasiado con la maravillosa 'In the mood for love', me he llevado un trompazo con esta vaciedad postmoderna.

Wong, te tengo controlado. ojito con lo que haces.

La gran herramienta y estrategia del director para adentrarnos en las historias son los efectos de la fotografía y la redundancia sonora. Wong Kar Wai maneja de manera genial la ambientación visual y auditiva para llevarnos al interior de sus personajes. Historias de tipo intimista, no pasa mucho fuera, pero la intensidad de lo que pasa al interior de los personajes es potente (y para el espectador si logra entrar en su mundo y su realidad). Personajes comunes y corrientes que viven con total intensidad las trivialidades de la vida; como si esa preocupación insignificante fuera lo único relevante, como si ese amor o desamor fuera lo más importante, como si las cosas de la vida cotidiana fueran lo más importante (situación que uno vive a diario pero que raras veces se representa en el cine). Es poesía y filosofía cinematográfica, tanto en torno al tiempo como al amor o la soledad. Las escenas donde el fondo o el primer plano van a diferentes velocidades que los actores, logra mostrar esa plasticidad del tiempo de fluir según el momento. Los personajes se abstraen en el momento mientras el mundo pasa. La película tiene ese toque de oriente que muchas veces deja al occidental perplejo y fuera de lugar.

"Chungking Express" cuenta dos historias de amor sin apenas relación entre sí. La única conexión es el bar donde los personajes comen y toman su "Café Express" en el bullicioso centro de Hong Kong.

La primera de las historias nos cuenta como un joven detective espera que su novia vuelva con él. Mientras tanto compra piña en lata con fecha de caducidad de un mes (1 de mayo de 1994). Si en esa fecha su novia no velve con él se dará por vencido. La vida del detective se cruza con la de una traficante de drogas, sin el saberlo.

La segunda historia es la de un policía abandonado por su novia azafata. La camarera donde acude el poli se enamora de él, pero él parece no darse cuenta. Ella mientras fantasea con viajar a California miestras escucha "California Dreamin" de The Mamas and the Papas.

Film entrañable con momentos memorables, aunque está lejos de la profundidad y la belleza de "Deseando amar", "Chungking Express" tiene otras virtudes que la hacen especial. Curiosa y entrañable.