Haz click aquí para copiar la URL

Un paseo por el bosque

Aventuras. Comedia Tras pasar dos décadas en Inglaterra, Bill Bryson (Robert Redford) regresa a los Estados Unidos con el fin de emprender la gran aventura de su vida: escalar los Apalaches, atravesando algunos de los paisajes más bellos del continente. En este viaje cuenta con la ayuda de un viejo amigo (Nick Nolte), que es el único loco dispuesto a acompañarlo. El único problema es que tienen una idea muy distinta de lo que significa "aventura". ... [+]
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Críticas 29
Críticas ordenadas por utilidad
9 de octubre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para una persona como yo, que ama la naturaleza y el contacto con ella, el caminar horas cada día y, sobre todas las cosas, viajar, el sendero de los Apalaches de la zona este de los Estados Unidos es algo muy apetecible y es de lo que esta película habla. Es uno de los recorridos naturales más importantes de USA, con 3.500 kms por recorrer en total, comenzando en el estado de Georgia y terminando en el de Maine, atravesando con ello en total 14 estados americanos. Dicen que cada año unas 2000 personas intentan completar ese recorrido, que tardaría unos 5 meses en ser andado, y que tan sólo un 10% consigue completarlo. Robert Reford se encarga de producir esta película después de hacerse con el libro en el que está basada, el trabajo y la experiencia del escritor de libros de viajes Bill Bryson, quién intentó hacer el recorrido con 44 años. Redfor también toma el papel de Bryson y lo hace suyo, un tipo algo huraño y poco amigo de sociabilizar. Alguien decía en otra página que no se le ve cómodo a Redfor a la hora de hacer comedia. Cierto es que el actor se queda con el papel menos atractivo ya que, como he dicho antes, su personaje no es precisamente un desecho de simpatía, pero siempre es un placer verle actuar. Junto a él un magnífico Nick Nolte como su perfecto contrapunto. Cuando Redfor se hizo con el libro y planeó rodar la película aún vivía su amigo Paul Newman y en el había pensado precisamente para protagonizar a su compañero de viajes pero el guapo actor descubrió en aquel momento estar gravemente enfermo de cáncer por lo que su colaboración fue imposible. Junto a Nolete y Redfor tenemos a una cada vez más guapa Emma Thompson, al igual que Mary Steenburgen. Las dos están bellas y totalmente desaprovechadas y atención al breve papel de Kristen Schaal, una comediante que creo que puede dar mucho que hablar porque está francamente divertida. Es una película muy sencilla, sin ninguna pretensión, y muy agradable de ver. No se pierde nada por dedicarle algo de tu tiempo.
Un saludo,
Tess
TESS
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de noviembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se están poniendo de moda estas películas que ensalzan la amistad en la vejez, los retos que con cierta edad los humanos nos proponemos para dar sentido a nuestras vidas, para ensalzar la aventura, para hacer todas esas cosas que nunca hicimos y ahora, al final de nuestras existencias, podemos y debemos hacer.

Road Movie en el que una pareja de amigos que llevan sin verse más de media vida, se embarcar en hacer una ruta de senderismo por los Apalaches, que nada tiene que ver con nuestro Camino de Santiago aunque el reto sea parecido. Película amable con tintes nostálgicos de dos grandes actores veteranos donde la vejez ya marca sus fisonomías y sus cuerpos. Dos grandes actores con dos buenas actuaciones.

Deliciosa de ver. Un 6.
andeltor
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de diciembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptar un libro al cine es complicado y difícil. Hay que darle a la historia el ritmo necesario y que reclama el cine. La historia que cuenta el escritor Bill Bryson en su libro atrapa a millores de lectores, y a uno de estos lectores era el directorKen Kwapis, que se apresuró a comprar los derechos para llevarlas a la gran pantallas.
Los paisajes que aparecen en el film son bellos, pero el montaje final no mantiene un buen ritmo, a pesar de los esfuerzos de sus principales actores, Robert Redford y Nick Nolte por salvar la situación.
El film quiere ser una comedia y a su vez una historia seria con moraleja final, pero se queda entre dos aguas no logrando ser ni una cosa ni otra.
Los personajes secundarios aparecen y desaparecen por el sendero de una manera poco fiable. Lo peor del film es que se cae a los cinco minutos. Lo mejor es sus actores apoyados por una gran, aunque poco visible, Emma Thompson. Un trio de ases para llamar la atención del público.
VICTOR LASZLO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de diciembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excursión para jubilados que necesitan inspiración de pasatiempo.

En el aeropuerto, a la espera de su compañero de aventura y milagro que sea su apoyo en caso de dificultad y percance y..., la primera vez que tienes reunidos a los dos personajes, tu inmediata impresión es ¡qué dura es la vejez!, ¡qué dictatorial sentencia presenta!; a continuación, tras dicho sorpresivo efecto, por ese inesperado impacto de un desfigurado Nick Nolte y un más esbelto Robert Redford, comienzas a simpatizar y disfrutar de la sabiduría de estos dos inteligentes actores, con años de válida y reconocida experiencia.
Tampoco es que encuentres una maravilla de guión que de para regocijo exquisito, es cálida, grata, de conversación en tono irónico buscando algo parecido al humor sincero e instantáneo de aquel que dice verdades amargas riéndose de los demás y de el mismo.
Avanza con sencillez y cordura de lo que es creíble y de lo que sería desproporcionado intentar, experiencias de dos amigos de antaño con un objetivo a la vista, atravesar el sendero de los Apalaches realizando senderismo, ese arte de poner un pie tras otro, con mochila a cuestas, y hacer camino mientras se place, deleita y aprecia el terreno montañoso y las hermosas vistas.
Basado en el libro de Bill Bryson, que se aventuró en dicho viaje, no hay motivo para empezarlo, tampoco ninguno para acabarlo, punto de partida de un argumento que empieza con cierta gracia a comicidad trabajada pero que, poco a poco, se dirige hacia el relleno fácil con alguna travesura que está de más dada la pareja formada; ese clásico panorama de recuerdos y añoranzas, de comparar presentes y de echarse en cara la evolución escogida por cada cual, algún amago por aquí, cierta patosa carrera por allá, mínimos momentos para la intimidad y la ocasional metedura de pata que les obliga a ser ingeniosos mientras descansan a respirar.
Porque es lo que vende, esa maravilla de pausa anímica cuando se está en contacto con la naturaleza, esa profunda respiración de quien deja la mente al margen de los habituales problemas, esa superación de una auto impuesta prueba, de gran logro y dureza, que no tiene fin ni objetivo excepto estar con uno mismo y respirar todo lo profundo que se pueda.
“Intenta no morirte”, expresa una siempre serena y firme Emma Thompson, como elegante secundaria de lujo para esa diestra respuesta, “haré lo que pueda”, de sarcasmo escondido por una edad que ya dice lo que piensa, sin sociales tapujos, reflejo de esa sonrisa cómplice que surgirá por cariño y apetencia hacia los intérpretes, dado su esfuerzo y ganas de gustar y agradar; es la motivación que mantiene su consumo, pues no aporta gran cosa excepto esa simpatía,querencia, testarudez y rebeldía de dos adultos entrados en edad probando a ser temporalmente jóvenes, aunque los achaques de sus cuerpos les recuerden, sin excusa ni perdón, que ya no pertenecen a dicha época.
Ken Kwapis ofrece un trabajo amable, complaciente, dicharachero, de colegas haciéndose compañía mientras se enfrascan en un camino de Santiago en tierras americanas, amena no tiene propósito, únicamente llenar el tiempo de viaje con informal conversación que distraiga medianamente; pero vale, no importa, es el aniquilado príncipe de las mareas que intenta sobrevivir y reinar de nuevo, más ese hombre del presidente que sigue dando su rotundo golpe aunque ya no impresione, ni enamore y haya perdido parte de su gran maestría y destreza.
Da para velada modesta que busca visión afable y anodina, tiene una bella fotografía, pues la ruta elegida posee paisajes de grandeza sublime para la mirada y el alma, el resto es un dúo armonioso y cordial que intenta provocar cierta chispa aguda con sus palabras y torpeza entrañable, siendo ternura y condescendencia lo que mayormente se les concede.
“¿Cómo sabes todo eso?” “Libros, es la televisión para los inteligentes”..., siempre hay que dejar caer algo de instrucción educativa y personal halago hacia la profesión de uno -la cinta proviene de la escritura de un libro- que, oída desde esa ventana que le ha llevado a la gran pantalla del cine, no deja de ser toda una paradoja.
Un paseo por el bosque; efectivamente, no promete más. La caminata es de relajado domingo, con alguna difícil cuesta, piedra incómoda, resbalón inoportuno pero, en general, suavidad sin complicaciones como estandarte.
¡Adelante, veteranos!, ¡a correr su propia descafeinado juerga!, os lo habéis ganado, así como el respeto por los años de placer y encanto otorgados.

Lo mejor; Nick y Robert, Redford y Nolte.
Lo peor; no pretende hacer gran cosa con ellos, excepto cháchara de paseo.

lulupalomitarojas.blogspot.com.es
lourdes lulu lou
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de diciembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El escritor Bill Bryson (Robert Redford), después de veinte años en Inglaterra retorna a los Estados Unidos. Es un hombre mayor, con una bonita familia y una amantísima y bella esposa (Emma Thompson). Con las mismas, decide salir fuera de los muros del hogar e iniciar una gran aventura en su vida: recorrer el camino de los Apalaches, en un itinerario a pie atravesando los paisajes más bellos del continente. En el viaje cuenta con la compañía de un viejo amigo (Nick Nolte), quien tras varias llamadas resulta ser el único dispuesto a acompañarlo en la aventura.

La película resulta de la adaptación de A walks in the Woods (1998), uno de los más divertidos libros de viajes del británico nacido en los EE.UU., Bill Bryson. El director Ken Kwapis, todo un veterano e irregular autor, ha sabido, desde mi modo de ver, construir una comedia con cierto grado de blandura y benevolencia, pero que resulta amable y agradable. El guión de Michael Arndt y Bill Holderman, que recrea la novela de Bryson, tiene unos diálogos ocurrentes, afilados y con un particular humor que puede que no a todo el mundo agrade; yo no paré de reír.

Me ha gustado mucho la música de Nathan Larson y la fotografía de John Bailey es resplandeciente, justo para los hermosos parajes y vistas que en la película asoman para el recreo del espectador, en el denominado Sendero de los Apalaches.

El reparto está presidido por un estupendo Robert Redford a sus ochenta años, un actor que en su madurez parece haber ganado y se muestra natural y sin artificios. Y no la va a la zaga un enorme Nick Nolte en un rol de hombre tosco, desastrado, fullero y con tendencia contenida al güisqui, que acompaña perfectamente a su pareja de viaje. Está muy bella y estupenda Emma Thompson en el poco metraje que le corresponde. Y quiero resaltar a Kristen Schaal, que hace un papelito de lo más cómico como muchacha engreída y verborrágica, una joven caminante que tiene mucha gracia y que en cierto modo está desaprovechada en este film.

Estamos ante una obra con hombres mayores. Y llama la atención a modo de mensaje explícito, la idea de que la vejez no es óbice para tener proyectos, ilusiones, y llevarlas a cabo; el afán y la excitación por descubrir nuevas cosas, por tener experiencias o poner en marcha emprendimientos largamente guardados y que un buen día, nos invitan a salir y, como en el caso de los personajes, a salir caminando por una ruta extensa y casi imposible: ¡más de tres mil kilómetros! Pero van.

Estas son las asignaturas pendientes, el gusto por conocer, por conocer a personas nuevas, nuevos horizontes, por experimentar que se está vivo. En esto la película es toda una enseñanza, sobre todo para los mayores de hoy que están, más que antaño, en buenas condiciones físicas y mentales.

La recomiend de forma decidida para todas las edades. Nos sirve para aprender de la vida y sobre las personas mayores, sus afanes, sus anhelos y sus ganas de vivir. Como dice Redford en un momento del film: “El sendero de los Apalaches es como la vida, no sabes lo que está por llegar, pero lo haces lo mejor posible”. Pues eso.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow