Napola, escuela de élite nazi

Película sobre las escuelas político-nacionales de educación con las que Hitler pretendía forjar un hombre perfecto de raza aria. La historia trata de un chico que destaca por sus cualidades físicas y es seleccionado para adiestrarse y llegar a formar parte de una élite.
En estas escuelas prima la deshumanización y la obediencia absoluta. Sólo acceden los de raza aria pura y en el riguroso proceso de selección sólo admiten a un 20%. La maquinaria totalitaria nazi busca crear al ser libre de imperfecciones a través del entrenamiento y la disciplina.

El guión se empezó a gestar en mayo de 2001 y se concluyó en septiembre de 2003. Gansel sentía curiosidad ya que su abuelo se convirtió en instructor de una Napola con 24 años.

Es una muestra de buen cine europeo y las escuelas están bastante logradas, así como el proceso de adestramiento de niños a "superhombres", totalmente serviles a la causa.
Película notable, muy bien contada, de traza gruesa, con un director con las ideas muy claras de manera que logra transmitir perfectamente lo que se propone. No podían faltar momentos duros (la granada, el ejercicio de natación) en donde se muestran más vivamente las dosis de denuncia, pero nunca cayendo en la lágrima fácil ni en el sentimentalismo.

Lo mejor:
-A pesar de la gran cantidad de films sobre nazismo, aporta algo de frescura
-La interpretación del chico protagonista (Max Riemelt), realista, muy creíble, apreciable. En general todos los actores
-Estupendo tema principal de la B.S.O. de Angelo Badalamenti ("Dark water","Largo domingo de noviazgo", "Mullholland Drive"...)
-Ritmo ameno, sin prisa pero sin pausa

Lo peor:
-Demasiado "académica"
-Subrayado innecesario en algunas escenas
-Escenas de boxeo mejorables. Abuso de la cámara lenta en determinados momentos
-Quizá resulta algo previsible

Una dura frase de Hitler resume toda la concepción de "Napola":
"Quiero una juventud despiadada, agresiva, impávida y salvaje. No debe quedar en ella ningún rastro de debilidad ni de frafilidad".

Una aportación muy válida, desde otra perspectiva , de la barbarie nazi.

Polémica en Alemania por levantar cierta melancolía de algunas ideas que aunque las defendiese el nazismo pueden ser válidas en nuestro mundo actual (amistad, sacrficio, esfuerzo, lealtad). Es la historia de los alumnos de un internado alemán en 1942. Radiografía que hace muy creible el sistema nacionalsocialista con sus maldades y con hombres y mujeres que también dieron lo mejor de sí mismos.
Lo de la relación homosexual solo lo puede ver alguien un poco obsesionado y que no sepa distinguir lo que es la amistad y la camaradería.

La cinta evoca la experiencia de un joven durante la Segunda Guerra Mundial que logra ingresar en la escuela de élite de la juventud alemana. Brillante su descripcion de la adaptación a las normas de la institución que a cualquiera que haya tenido contacto con el ejército (para los de más edad la mili) le traeran recuerdos de su estancia en él, con la camaradería y la dureza de la instrucción siempre presentes. Logra transmitir la fuerza que deslumbró a esa generación incurriendo en menos tópicos de lo habitual.

Antes de que se diera a conocer en el panorama internacional con la celebrada “La Ola” (Die Welle, 2008) en que debatía los controvertidos métodos de un profesor a sus alumnos para recrearse con unas disciplinarias normas establecidas dentro de un mini-estado totalitario dentro de las aulas con el fin de diseñar un experimento social como asignatura de clase, el director alemán Dennis Gansel aportó su granito de arena en un largometraje que pretendió ser un hermano pequeño de “El Hundimiento” (Der Untergang, 2004) o que más bien ofrecia, desde otro punto de vista, el del ciudadano alemán, en los primeros años cuarenta uniformados de nazismo y con una sociedad alejada de la Guerra y algo disconforme con el régimen que había llevado a Hitler al poder en 1933.

“Napola” está ambientada en 1942 y su título se refiere a los internados especializados, gracias al apoyo del partido Nacionalsocialista y su grupúsculo principal, las Juventudes Hitlerianas, en que muchos jóvenes eran adiestrados y sometidos a una estricta y dura disciplina para desarrollar así su espíritu ario en las cualidades que llevaban antes de su ingreso, según su especialidad deportiva. Éste es el caso de su protagonista principal Friedrich Weimer (Max Riemelt), hijo de obreros algo descontentos con las políticas internas de su país, que ingresa voluntariamente convencido que su futuro como boxeador alcanzará las cotas más inimaginables que jamás hubiera imaginado. Allí entablará amistad con Albrecht Stein (Tom Schilling), hijo de un estricto oficial de las SS y que no parece muy convencido con las prácticas que se llevan a cabo dentro de la institución.

Con sinceridad y juicio un director alemán como Gansel se atreve a alejarse de la cuestión judía para entrar en el corazón y buena fe de una población, como la alemana, que creía ciegamente en un régimen sentenciado desde el primer día al derrumbe.

Excelente pelicula para los aficionados al cine de nazis. Te ofrece una visión distinta del alemán de la época del tercer reich. Aquel joven que buscando la acción y la gloria se topa con el mal en su más puro estado y opta por darle la espalda.
La pelicula está bien llevada y no defrauda en absoluto.