La venganza del hombre muerto

Parece que a Niels Arden Oplev le persigue irremediablemente la estela de Millenium pues, en esta ocasión, es clara la referencia y sombra de la misma sobre esta historia. Una película oscura y siniestra, con dolientes y mutilados personajes, en un tétrico ambiente, con una maldad gratuita, una supervivencia innata de dos víctimas heridas profundamente, golpeadas con gran amargura en el centro de su alma, llenas de ira, de rencor, de una sed de venganza que les destroza y aniquila internamente, no permitiendo que su alma respire y se libere y cuyo encuentro supondrá un cambio de rumbo inevitable, elección no querida pero necesaria de un nuevo camino. La interpretación de Collin Farrell es impecable, borda su personaje -no es la primera vez que realiza este tipo de personaje- pero, con todo, no tiene la fuerza presencial, el carisma y el portento físico-emocional que es capaz de transmitir Liam Neeson; con todo, es él quien salva cada uno de los fotogramas, lo cual tiene gran mérito. Película que no aporta nada nuevo, sabes anticiparte a cada uno de los pasos que van a seguir sus personajes pero, a pesar de todo, gusta y complace su visionado, la evolución de la historia y la propia acción. Sin darte cuenta, consigue hacerse contigo aunque, para poder haber sido de las mejores, esta historia de venganza como encuentro y unión de dos personas debería haber bordado la acción, imprescindible para relatos que, no destacando por lo original del guión, deben volcar su fuerza en la acción física y en la rapidez efectiva de los movimientos. Te gustará sin demasiadas exigencias. Plato aparte es la presencia de una madre francesa cuya exquisitez no se entiende que hace en este relato, pegatina añadida que no representa nada.

Colin Farrel es otro padre con su mujer e hija asesinadas por unos mafiosos, que se infiltra en la banda para acabar con todos y cobrarse su justa venganza. La poca novedad de la película la aporta Noomi Rapace(lo mejor del reparto) dando vida a una chica que sufrió graves lesiones en un accidente de tráfico, provocado por un borracho que sale impune. ahora le pedirá al personaje de Farrel que se vengue por ella y mate al tipo que la dejó tan graves cicatrices.
Por lo tanto tenemos dos venganzas. La personal, y la que le pide la joven. Hay buena química entre ambos actores, y el director noruego, que ya rodó la trilogía "Millenium" cumple.
No es muy original, y el ritmo sufre frecuentes altibajos, además de hacerse algo larga, pero tiene sus momentos, su ensalada de tiros y para pasar un rato sirve. Eso sí, no lograr crear ninguna imagen que perdure en tu memoria cuando acabes de verla.
Estamos ante un cine de usar y tirar

No me ha parecido la típica película de acción donde chico conoce chica, chico salva a chica y mientras va matando a los malos de 3 en 3. Me ha parecido un poco más original e interesante, se me ha hecho entretenida, ya sea porque me gustan las películas de venganza o porque la relación de los protagonistas es un poco inusual. No puedo decir otra cosa viendo las críticas de esta película...pues a mí me ha gustado.

Con el subtítulo en castellano que con gran sagacidad y sutilidad han añadido al título original, pocas dudas quedan acerca de lo que vamos a ver. En efecto, se trata de una historia de vengaza. El film está dirigido por Nils Arden Oplev (director sueco de la primera parte de la saga "Millenium"), y tiene como protagonista a Collin Farrell, en el papel de Victor un tipo taciturno que trabaja para un matón aunque su verdadero propósito es algo bien diferente. En su tortuoso camino de cruzará Beatrice (Noomi Rapace) una joven con la cara desfigurada a causa de un accidente.

En el fondo, el film no nos ofrece gran novedad, desde el principio conocemos las intenciones de Victor, aunque tendremos que esperar para saber los motivos exactos, y a partir de ahí, el interés del film es saber si el protagonista va a culminar su venganza o bien será descubierto por el camino. Si que es cierto que este tipo de historias contienen mucha más acción, pero la intención del realizador es realizar un relato más intimista, centrándose en dos personajes que por razones diferentes han perdido el aliciente para seguir adelante y sus ansias de venganza les corroen por dentro, y en el caso de Beatrice incluso por fuera. En este sentido es mas interesante su personaje que el de Victor, ya que su rostro marcado le recuerda constamente el día que cambió su vida, y haga lo que haga esa huella siempre permanecerá, por lo que su caracter es igual de cortante que su cara. No es el caso de Victor, al que el semblante impasivo de Collin Farrell sólo ayuda a mantener cierta sensación de tormenta interior que nunca llega expresarse del todo.

Otro tanto a apuntarse en el buen hacer de Nils Arden Opley es en la construcción de una atmósfera misteriosa, que hace que el recorrido por los típicos escenarios de los gangsters (espaciosas naves en lugares apartados, sórdidos pisos con tipos llenos de tatuajes y armas, etc) sea más ameno, y sobre todo las dos viviendas de sus protagonistas, con un excelente juego de luces y sombras que nos hacen que sean unos lugares más bien poco acogedores.

El film consigue mantener el interés, sin necesidad de grandes tiroteos ni persecuciones espectaculares, ofreciendo, poco a poco más información sobre las circunstancias de Victor. Quizás se echa de menos algo más de ambiguedad en su personaje que le hubiera proporcionado una mayor profundidad. Por otro lado, desde mi punto de vista, el último tercio y en especial la resolución final malogra un tanto los aciertos iniciales del film por cuanto, trata ofrecernos algo diferente al resto para terminar como la gran mayoría.

Da la sensación como si Oplev en su debut en los USA, hubiera querido contentar a todo el mundo y forzado un guión a priori sugerente para encajarlo en un thriller convencional.
Le sobran actores de renombre para unos secundarios mal tratados y se le van las dos hora en una trama a veces rocambolesca, donde la acción y el drama bailan en un equilibrio inestable.
Collin y Rapace cumplen con lo suyo con eficacia y el director deja traslucir que sabe llevar el timón y dejar el barco en el puerto a pesar de la tormenta y los amagos de zozobra.
Mejor en general que muchos productos similares se deja ver aunque la crítica y la taquilla hayan sido muy severas con ella.