El héroe de Berlín

Bienintencionada cinta que homenajea a uno de los mayores deportistas de la historia que paradojas del destino demostró sus excelentes cualidades como atleta en las olimpiadas del 36 celebradas en la Alemania nazi. Toda una bofetada en la cara a un régimen que pretendía demostrar al mundo la superioridad de la raza aria. Lo que se orquestó para publicitar las bondades de la Alemania de Hitler, fue, a pesar de la impecable organización, un tiro en la culata del maestro de la propaganda nacionalsocialista Joseph Goebbels quien junto al Führer fueron incapaces de reconocer el triunfo de Jesse Owens negándose a dar la mano a los corredores negros. Patético. Y no contento con eso, Hitler envío a primera linea de fuego al gran velocista alemán y campeón europeo Carl Luz Long, quien sí felicitó ante todo el mundo la gesta de Owens, incluso le ayudó en el salto de longitud.

No obstante la película aunque bien hecha tiene un aire a telefilm y resulta bastante plana. Los personajes son unidimensionales, por ejemplo el actor que interpreta a Goebbels a parte de no parecerse en nada, es presentado como un hombre frío y distante cuando en realidad seguramente tendría el carisma de un encantador de serpientes. Los nazis son presentados como los malos de la función cuando en aquella época pocos sospechaban de lo que iban a ser capaces. De hecho, contaron con demasiadas simpatías en toda Europa. En este sentido la película está contada juzgando el pasado con la mentalidad actual y eso es algo que no se debe hacer si se quiere ser riguroso y no distorsionar la historia.

No cabe duda que la historia de Jesse Owens es una de ribetes épicos, de detalles por revelar, dignos de ser contados, pero sin desmerecer a la marca del ratón, pareciera que esta película hubiera sido encargada por Disney, porque tiene un tono demasiado blando para lo que debería tener una profundidad emotiva importante, tanto en los momentos altos como en las depresiones.

Algo posee que no convence, quizás sea justamente un ingrediente del que adolece y que apenas insinúa sin convencer: el drama. Ya que se presenta como una historia biográfica basada en hechos reales de una leyenda del deporte, pero queda al debe en fortalecer al relato de alma, corazón y sobretodo, algo para recordar más allá de lo que sabíamos.

Hace rato que Stephen Hopkins no dirigía un largometraje y mucho más tiempo ha pasado desde que asestó un hit en taquilla y crítica. Puede que algo de eso influya en el resultado. Al menos en musicalización y caracterización de época "Race" (2016) se mueve bien, pero por ejemplo en un rol antagónico histórico, la recreación del personaje es pobrísima. Agreguemos que no detona nunca -incluso cuando todo está dado para aquello- y Jason Sudeikis es el icono de un personaje sin credibilidad para lo que se espera de él, simplemente no encaja.

Para rescatar, el conocimiento de una nueva generación acerca de un atleta del que deberían saber, de una época donde lo superficial traspasaba la lógica y la discriminación era tan chocante que esta película sin duda queda corta por mucho. Por eso mismo quizás duela no haber conseguido algo más con una historia que merecía todo ese despliegue pero con un resultado mejor, y eso molesta y no puede pasarse por alto.

Recomendación:
Regular. Tibia cinta biográfica de un titán del atletismo que merecía más.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com

Las cuatro medallas de Owens en los juegos del 36, (48 años tardaría Carl Lewis en igualarla en el 84), lavaron la cara y ayudaron a los vencedores de la guerra a tapar mediaticamente durante muchos años el gran triunfo deportivo (89 medalla contra 56 de USA), organizativo y propagandístico ( los documentales de Leni Riefenstahl son una obra maestra que inmortalizaría los juegos) de una Alemania apunto de entrar por las puertas de un infierno de la mano del horror nazi.
Esta superproducción de aires televisivos, medio en el que se ha curtido Hopkins y estructura clásica de biopic consigue elevarse lo justo para abordar con sutileza los aspectos comprometidos (dilema de asistencia a los juegos, discriminación racial por parte de ambas naciones...) y ensalzar la hazaña de Olwen como atleta al tiempo que pasa el consabido peaje emotivo (entrenador, mujer, amigos, familia) las veces que sean necesarias para que el asunto cale en todo tipo de público. La cuidada y efectiva producción canadiense, enmarca con acierto la época y los lugares y en definitiva pasamos un rato agradable y aprendemos algo de historia.
Ante la famosa polémica de si Hitler saludó o no a Olwens, Hopkins se atiene a lo poco que se sabe al respecto y descarga en Goebbels todo el veneno nazi. Lo que si se sabe es el trato discriminatorio que su propio país dispensó a su héroe atlético antes, durante y después de su hazaña.
Los controvertidos personajes de la celebre cineasta Riefensthal y del dirigente olímpico Avery Brundage que abogó por que USA no boicoteara los juegos son tratados con la suficiente ambigüedad para que cada cual saque sus propias conclusiones.
Quien si boicoteo los juegos montando otros paralelos en Barcelona fue la República Española. En este caso la guerra incivil les ganó la carrera.

Los biopics son un género cinematográfico claramente en alza, películas que te presentan una figura histórica y te la envuelven de “algo más” para crear una película que entretenga e informe, no siempre a partes iguales. El héroe de Berlín es una cinta de éste estilo, sobre Jessie Owens.

Durante las dos horas de metraje seguiremos la vida de Owens, desde el momento en que asiste por primera vez a la universidad hasta que terminan los célebres juegos Olímpicos de Berlín en los que consiguió las cuatro medallas de oro enfrente de la Alemania nazi.

Por suerte la cinta no se limita a mostrarnos su vida (entrenamientos, relaciones, etc…) sino que también añade una serie de tramas secundarias que aportan riqueza y variedad al conjunto. Así cosas como el posible boicot americano a los Juegos, el tema racial, parte de la historia de la cinematógrafo del régimen alemán o una mini trama dentro de la competición de salto de longitud. Son pequeñas adiciones al conjunto que acaban por enriquecerlo y hacerte interesarte por las vidas de algunas de las personas que aparecen.

Se podría decir que la película tiene dos partes.

La primera, toda la previa a los Juegos, me parece brillante. Quizás demasiado vista, pero entre que está perfectamente interpretada y que el personaje tiene gancho, se te pasa sin que te des cuenta.

La segunda, ya durante los Juegos Olímpicos se me hace un pelín más pesada. Las pruebas en sí (quitando la del salto de longitud, que casi me parece un corto dentro de la película) me parece menos inspirado, y eso que es una parte que se puede casi contrastar con las imágenes de televisión de la época. Aun así, las ya mencionadas mini historias hacen que no llegue a hacerse pesado.

En general sale una película excelente, de esas que te hacen buscar más información y contrastar, profundizar un poco más de lo que lo hace el héroe de Berlín. Quizás el único “error” de la película es su convencionalidad, pero para una cinta ambientada en esa época, y siendo un biopic, en mi opinión no le pesa, sino que le suma.

Por lo demás, totalmente recomendable para cualquier interesado en la figura de Owens, o simplemente con los que disfruten de los dramas bien contados.

No sé cuánto de la biografía se apegará a la historia real del atleta pero resulta un relato entretenido y muy bien llevado mostrando la vida personal de Owens, su esposa, su entrenador, la discriminación racial que padecía en EEUU y su éxito en Berlín '36 ante el desprecio de la cúpula nazi. Una época verdaderamente nefasta. Buenas actuaciones y muy buena ambientación. La recomiendo.