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24 Hour Party People

Musical. Comedia. Drama En 1976, Tony Wilson descubre que su verdadera vocación es la música. Funda un sello discográfico y se convierte en cazatalentos y promotor musical. Nace así la exitosa discográfica Factory Records de Manchester, de donde proceden grupos como Joy Division, New Order y Happy Mondays. Tony Wilson y sus amigos, tras asistir a un concierto de Sex Pistols, a finales de los años 70, elaboran un plan que cambia por completo el mundo de la ... [+]
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Críticas 46
Críticas ordenadas por utilidad
10 de septiembre de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película arriesgada sobre los hechos que transcurrieron en Manchester a finales de los 70. Winterbotton no es un cineasta de medias tintas y aquí lo demuestra sobradamente. Poseedor de un estilo diferente (él y Greengrass comparten este estilo) y rompedor, aquí opta por la deconstrucción del relato para crear a partir del caos. Un caos organizado, por otra parte. Ya que en la película no vemos ni un solo paso en falso en lo que se refiere a guión, algo difícil con antas idas y venidas.

El británico logra el objetivo de acercarnos y hacernos participes del film mediante una realización casi documental. Realmente, lo que hay aquí es una mezcla de estilos. Mas que de estilos, de movimientos. La Nouvelle vague mezclada con neorrealismo italiano tiene como resultado esto, un film seudo documental que interactúa con el publico de la forma más natural y sencilla posible.

El hilo conductor de todo esto es el personaje de Steve Coogan (perfecto en todos y cada uno de los momentos psicológicos por los que pasa el protagonista. Él nos va descubriendo cada momento, cada locura, cada ida de cabeza, cada genialidad que se produjo en esta época. Él lo disfruta y lo sufre todo, y en consecuencia, nosotros, ya que aunque en algún momento intenta poner distancia con el espectador lo que consigue, inteligentemente, es el efecto contrario. El film destila inteligencia y estrategia por los cuatro costados. Cada plano y cada situación parece hecha para introducir al espectador en la película y, una vez dentro, removerlo hasta que no le quede más remedio que adorar u odiar a New Order.

Las imágenes de archivo ayudan con el objetivo de representar la realidad fidedignamente y son de los momentos más electrizantes del metraje. Brillante desde sus estrambóticos títulos de crédito, nos deja momentos de cine de calidad, de los grandes, con una sutileza y una autoconciencia de lo que se hace que es de agradecer, ya que no trata al publico como estúpido sino todo lo contrario. Los movimientos de cámara, made in Winterbotton, excelentes. Y la música, genial. El aire crepuscular que impregna todo está echo con sofisticación. Genial película.
Jlamotta
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1 de marzo de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
054/16(10/02/10) El singular director británico Michael Winterbottom, se basa en hechos reales para ofrecernos aquí su peculiar tributo a Tony Wilson (Steve Coogan), un visionario cazatalentos y promotor musical, creador en la industrial Manchester de Factory Records en 1976, una compañía que daba total libertad a sus grupos, lo cual hacia que salieran lo mejor de cada uno, resultado de ello fueron Joy Division, que derivaría con la muerte de Ian Curtis en New Order y Happy Mondays, esta libertad también fue la tumba de la compañía, que tenía en la macrodiscoteca ‘La Hacienda’ su buque insignia, además de sede. La puesta en escena es un falso nervioso documental psicodélico conducido por Tony Wilson, en el que se nos muestra su auge y caída, haciendo un recorrido por la génesis de la compañía hasta su fin, Wilson se nos presenta como un idealista que antepone el arte al dinero, es la eterna lucha entre integridad o venderse, en la que siempre pierde el arte. La cinta se mueve en un tono de comedia sarcástica, salpicada de situaciones divertidas que hace que a los que no les gusta esta música (entre los que me cuento) se les haga amena, nunca cae en un maniqueo sensiblero, incluso un suicidio se nos muestra de forma trivial, por cierto en una escena magnífica, un cantante (no desvelo su nombre) llega en solitario a su casa se pone a ver ‘Strozek’ de Werner Herzog, mientras bebe, se levanta, una elipsis después vemos oscilar sus pies en el aire con el fondo del film, brillante. La historia es también un fresco de una época en que la máxima del <Sexo, drogas y rock&roll.> era el motor de la gente que se movía en estas noches, era lo que hacía que florecieran grupos con carisma y a la vez esto era lo que los destruía, era una forma de vida acelerada donde el <vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver.> era el pan nuestro de cada día. Me gustaría resaltar la secuencia del cierre de La Hacienda y su anarquista y rebelde discurso de despedida. Recomendable a los que gusten de retrospectivas de un época de gente que vivía al día. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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1 de marzo de 2012
12 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía un montón de ganas de ver ésta película pero resultó un aburrimiento total, no me gustó nada, me aburrí estrepitosamente. La pintaban muy bien pero es un aburrimiento, toca un tema interesante como es el del origen de la música en Gran Bretaña, cuna de tantos genios pero luego decepciona profundamente.

No me gustó nada.

24 hour aburrimiento people.
Halcombe Norilsk
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27 de agosto de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que la mejor música del mundo viene del Reino Unido a mí siempre me ha parecido una evidencia. Que además, hasta la llegada del nuevo siglo, teníamos música de calidad en la mayoría de géneros, también está más que claro. Así que tenía decidido que esta película tendría que verla en cuanto pudiese.

Gracias a la cinta podemos conocer la aparición de grupos como Joy Division y su evolución hacia New Order, el ambiente musical y cultural en general surgido en el Manchester de finales de los 70 y la aparición de locales y discotecas que definieron una época, así como la aparición de la cultura acid. Lo bueno es que vemos toda clase de estilos musicales y la evolución del sonido británico durante dos décadas, con lo que consigues aprender de manera divertida (ya que el tono cómico está presente a menudo) sobre cómo nació, se desarrolló e incluso murió parte de esa música con la que he disfrutado estos años.

Personalmente me interesan más esta clase de cintas que los biopics desvirtuados sobre cantantes o grupos en concreto. Lo bueno de estos temas es que ayudan también a presenciar los cambios sociales. En ese aspecto, una película que trate ese Reino Unido tatcheriano con la efervescencia del ska y el punk a finales de los 70 y comienzos de los 80 resultaría igualmente un proyecto a tener muy en cuenta.

Para los que somos nostálgicos de una época y un sonido recomendaría ver esta película, pese a que el tono documental pueda echar atrás a algunos. Nos sirve para darnos cuenta de la negativa evolución musical de estos años, lo cual, aunque duro de asumir, siempre es bueno recordar de cara a aspirar a una resurrección del talento frente a la chabacanería actual.
Pedro_MG
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24 de septiembre de 2005
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impecable fresco de la movida musical de Manchester desde 1976 hasta los años noventa. Como fan de Joy Division que soy no puedo sino alabar el pulso narrativo del siempre solvente Winterbottom así como su excelente tono de documental. Interpretaciones correctas y una excepcional banda sonora. Muy recomendable.
Sturmovik
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