El autoestopista

La película estaba siendo dirigida por Elmer Clifton pero enfermó y continuó Ida. Aunque ella y su marido fueron los escritores del guion.

Una historia basada en un hecho real (no tan fiel, como nos quieren hacer pensar al principio de la película) de un asesino en serie, que mató a una familia de 5 miembros, a un vendedor ambulante, y secuestró al ayudante de policía (que lo dejó a su merced atado, para que muriera, aunque escapó de sus ataduras y sobrevivió).

Por la censura, redujeron las muertes a 3. Sí que los últimos en secuestrar fueron a 2 hombres que iban de caza, y coincide con la película.

Fue criticada por su publicidad, porque fue bastante agresiva, tipo: "cuando será la última vez que dejas subir a la muerte a tu coche", y cosas por el estilo.

Ida Lupino recibió elogios, pero en un mundo de hombres, la pobre, poco más hizo (como directora).

Interesante, donde una historia muy corta, se hace película y te mete en la historia de una forma algo opresiva.

Y para acabar, como algo curioso, es que durante los títulos de crédito iniciales, ya van pasando cosas. Algo inusual para la época y mucho más para una película de poco metraje.

Mejor le hubiera ido a la británica interpretar que dirigir. Su imagen de malvada sensual y sus dotes de actriz hubieran realzado la historia. No es porque estos tres chicos no pongan el dramatismo al servicio de sus papeles es la historia la que falla.
Trascurre una hora y diez sin que nada pase, es darle vueltas a la misma situación, estirar demasiado el argumento y eso que la película se muestra proclive a esas aventuras de carretera en las que en cada pueblo, en cada curva surge una corta historia, unos personajes nuevos de pequeño desarrollo y desenlace, pues ni poniéndoselo en bandeja.
La situación que plantea no es creíble por la inacción de los personajes condenando a la película.
"Yo duermo con un ojo abierto" dice el forajido, algo que mueve a la risa más que a la amenaza y además confirma el poco crédito en la escena final ¿no podía haber actuado así antes?
¿Algo que salvar? Dura solo setenta minutos y los paisajes por donde un Lincoln Continental recorre las pistas de tierra dando tumbos por un desierto fronterizo.

Alucino con las criticas de éste soso, aburrido, tópico, simplón, torpe, producto. Nunca mejor dicho.
Mediocre sería algo. Infecta es el adjetivo que encontré, que define mejor lo que acabo de ver.
Por fortuna dura 70' minutos. Uno de los grandes atributos. El único que se me ocurre.
Se hace larguísima. Es plana como una canción de reguetton.
No es meritorio que éste rodada con 4 duros. Están mal invertidos. Los decorados de cartón piedra. Rodada casi íntegramente en estudios y platos. Las transparencias por momentos dan hasta risa.
El argumento, es de una pobreza espectacular. Los diálogos ramplones, burdos, de una cochambre como hacia tiempo no oía. El desarrollo de lo que va sucediendo. De una cutrez y falta de imaginación que hace creer que es imposible se atrevieran rodar algo así. Hay que ser temerario o estúpido. Lo 1. Descartado.
Quisiera decir algo positivo pero ciertamente no se me ocurre. Ni siquiera que sea, según dicen la primera película policíaca dirigida por una mujer. Eso en todo caso, sería ofensivo a la femineidad.
Ida Lupino ya era una actriz reconocida cuando dirigió éste engendro.
Además había dirigido bastantes filmes ya.
Se inspiro en un suceso parecido, ocurrido unos meses antes.
En la realidad, el tipo, acabó achicharrado en la cámara de gas.
Edmond O' Brien, William Talman. (Correcto en su papel de psicópata). Son lo más destacado. Si eres cinéfilo.
Escribió el guión con su marido del momento. Collier Young. Quién, también la financió.
La distribuyo la RKO. Ese mismo año también dirigió " El Bígamo ". Pero visto lo visto, se me quitó la curiosidad por verla. Aunque el título sea tan sugerente.
P.D.
Enseña sobre lo que nunca se debe mostrar o hacer al intentar dirigir una película. Esa enseñanza es muy útil.

Dos americanos cruzan en su coche la frontera mexicana para ir a pescar. En su camino, deciden subir al asiento de atrás a un hombre que hace autostop. Todo va bien hasta que el pasajero saca una pistola y los secuestra.

La directora Ida Lupino, más recordada por sus exitosos trabajos en series de TV, como por ejemplo El fugitivo, filmó en 1953 un thriller con toques de road movie que no cumple bien los años al verlo en la actualidad. Hoy en día no tendría mucho sentido la odisea que viven los pobres conductores al existir smartphones, GPS y drones que localizarían al instante el paradero del coche secuestrado. 65 años atrás, la historia tendría mayor impacto por la fuerza y dureza de alguna de sus imágenes y el salvajismo del perturbado, pero hoy ya estamos curados de espanto de todo eso y se hace bastante light. No tiene suspense alguno porque todo el mundo sabe como acabará la historia y la emoción brilla por su ausencia. Sólo la reflexión que uno de los secuestrados le plantea al forajido cuando le dice que sin pistola no sería nadie merece no pasarla por alto. Tan directo como veraz (y esto sí que vale para cualquier época).

Sacapuntas de oro: El momento cómico de los ojos del pistolero. El salvaje paisaje donde se dibujan las suntuosas carreteras. La camaradería mexicana y latina.

Sacapuntas de madera: Que una película de escasos setenta minutos se te haga larga habla por si sola. La machacona y trasnochada banda sonora.

Nota: 2,5 Sacapuntas.