Los elegidos

Son de aquellas películas que sabes lo que son nada más acabar, un clásico. No es, ni será, ni lo pretende una de esas películas totem del cine, pero sin dudas es una excelente cinta que saca lo mejor del cine para que disfrutes de ella.
Hay tantos iconos durante toda la película que resulta imposible nombrarlos todos. Claro ejemplo que la ilusión y unos buenos personajes secundarios hacen grande una película sin pretensiones.

Entretenidilla, algo rara y algo tarantiniana película sobre dos hermanos muy creyentes que imponen la justicia divina contra mucha gentuza, acompañados por su amigo que es el doble de Santi Millán. Correctas interpretaciones de los dos protagonistas, familiares por sus andaduras televisivas en "Las aventuras del joven Indiana Jones" (Flannery) y "The Walking Dead" (Reedus), pero realmente desconocidos para quienes no siguieran estas series, pues no son actores famosos. El complemento lo pone Willem Dafoe como un policía de lo más perspicaz que incluso se pasa de "sabelotodo".

Es triste que una película como esta la haya conocido hace una semana cuando me la recomendaron porque pese a que saliese Willem Dafoe, tenga secuela y también Norman Reedus no sabía nada acerca de la cinta. La película la vi sin expectativa alguna y sin información sobre la historia y he salido muy encantado de haber visto quizás una imitación al cine de Guy Ritchie y Quentin Tarantino con escenas parecidas y diálogos de la misma estela. Se podría decir que Troy Duffy podría haber sido el Matthew Vaughn actual pero una pena que solo haya arriesgado con dos películas muy bien escritas y dirigidas en cierto modo ya que Troy Duffy al menos sabe escribir mejor que dirigir con muchos cortes en las escenas que fastidian un poco aunque reconozco que el montaje está muy trabajado para generar tensión y expectativa por saber lo que ha sucedido antes. Utiliza bien a Willem Dafoe como secundario con escenas claramente memorables y los dos actores principales están correctos y hay buena química entre ellos aunque tampoco sobresalgan por encima de Dafoe quien realiza para mí la mejor interpretación de su carrera a falta de ver películas cruciales en su filmografía.
La banda sonora no brilla mucho aunque es acorde con la cinta y las escenas de acción con algo de slow motion son más que satisfactorias al igual que el breve pero interesante papel de Billy Connolly quien resulta un personaje muy convincente, todo lo contrario del personaje de David Della Rocco quien resulta pesado, prescindible y forzado. Pese a sus fallos en algunos personajes, resulta agradable y sorprendente ese giro de guión final que deja un mensaje para la conciencia de cada uno finalizando de la mejor forma que entrevistando a gente por la calle sobre que existan personas así dando mucho que hablar. Cinta recomendable de ver para los fans del cine de Tarantino, Ritchie y Vaughn. Espero que se dé más a conocer en un futuro.

No es recomendable ver una película cuando las críticas la elevan por las nubes porque, como todo es subjetivo, después vienen las decepciones. Y esto es, resumiendo, lo que me ha pasado con esta película.

En realidad no está mal y es entretenida aunque es un poco loco este argumento de los hermanos “santos” y su cruzada por la justicia (aunque vista la calidad de la justicia en la realidad, da pie a fantasear si algo así sería correcto y “justo”). Tal vez la he encontrado demasiado simple en cuanto al argumento aunque hay escenas muy buenas. En todo caso, es una película que está bien pero tampoco para clasificarla como obra maestra. Eso sí, lo que más me ha gustado es el personaje del inspector interpretado por Dafoe (está formidable con mayúsculas). La escena de la casa de los mafiosos... no tiene palabras.

Es una buena película para pasar el rato. Pero ya está.

Comedia policíaca de acción fantástica y extravagante. Muy divertida y estimulante. Willen Dafoe impresionante. Contiene grandes escenas, bien rodadas y armonizadas.
Macedonia de mafiosos (rusos e italianos), dos irlandeses locos, un agente del FBI excéntrico y brillante, un psicópata gracioso, un asesino a sueldo... Todo ello envuelto en un estúpido mensaje de fanatismo religioso filosófico acerca de la justicia.
Un clásico de los 90's.