Coherence

Sería fácil, por su título, hacer con ella, como chiste fácil, este fácil juego de palabras; es coherente o es incoherente, muestra incoherencias o es del todo coherente. No voy a entrar en tales averiguaciones; que cada espectador obtenga sus propias conclusiones a tal respecto. Sólo diré que se deja ver; que a pesar de su enredo, no es difícil de seguir, y con altibajos, mantiene la tensión hasta el final. Luego que cada cual, como ya he dicho, le busque, si quiere, errores de guión.

Son casi noventa minutos que se pasan rápido, casi sin pausas, y con escasos momentos para el aburrimiento. Una película de bajo presupuesto, con actores poco conocidos, pero con más que un aceptable, resultado final. Un buen largometraje de misterio y drama psicológico. Una buena, serie B, del… y para el siglo veintiuno.

La verdad es que “Coherence” logró sorprenderme. Y en el buen sentido, que es lo complicado. Su director y guionista James Ward Byrkit sabe manejar al espectador para hacerle pensar que está ante otro ejemplo de típica propuesta indy estándar, basada en la plantilla argumental de una reunión de amigos que empieza siendo amistosa, pero se va envenenando a medida que el alcohol hace aflorar secretos y vínculos que desconocían. Pero lo que parece que no va a pasar de los habituales convencionalismos sentimentales, evoluciona poco a poco con grata naturalidad hacia una película de intriga, misterio, algo de terror y, desde luego, mucha ciencia ficción bastante solvente en todos los sentidos.

Además de por su atrevimiento, “Coherence” destaca por su equilibrio y habilidad en lo que se refiere a traer a lo cotidiano conceptos científicos reservados generalmente para películas de mucho presupuesto (multiversos hipersónicos, viajes en el tiempo…) sin apenas efectos especiales y apenas algún retoque visual. No los necesita. Sus planteamientos quedan claros y resultan convincentes mediante, simplemente, la escenografía apropiada y unos diálogos bien enfocados que evitan la típica sensación de conveniencia oportunista («Ejem… Oye Sarah, ¿cómo vas con tu estudio del nanoverso? ¿es cierto que podríamos crear un portal dimensional con estas galletas que casualmente tengo aquí?»). Con un par de leves pistas iniciales, “Coherence” se desarrolla espontáneamente hacia una ciencia ficción cotidiana revolucionaria que no da la sensación de transgredir ninguna ley física.

Curiosa e inteligente. Quizá algo tramposa y, sin duda, con alguna contradicción si se analiza con diagramas de flujo y cronogramas… pero enormemente original, absolutamente fascinante y con una ratio calidad-precio descomunal.

Desde su estreno en 2013, esta película ha ido ganando repercusión y culto con el paso de los años y yo, como soy de los que no se suben a los trenes cinéfilos, salvo que tenga ganas de subirme a ese mismo tren (con lo bueno y lo malo que eso tiene), no lo he visto hasta el día de hoy. De haberme subido a dicho tren cuando el filme estaba de moda, creo que habría salido del viaje muy decepcionado.

Tengo que reconocerle el mérito al realizador de rodar una película con una idea tan interesante en solo 5 días, en su propia casa con actores acostumbrados a la improvisación. Entre todas las caras solamente reconocía la de Nicholas Brendon ('Buffy, cazavampiros'), no significa que el resto del reparto sean mediocres, pues creo que sus interpretaciones están más que correctas, especialmente las del mismo Brendon y la protagonista Emily Baldoni, quien es la mayor protagonista de entre todo el elenco.

Tenía por esta película por una con una fama de comida de olla seria, y la idea que plasma a lo largo del filme podría haber dado pie a un viaje que ni metiéndome el mayor de los tripis; sin embargo, el fondo del asunto se ve venir si estás atento y dejan pistas durante algunas secuencias, por lo que no es demasiado difícil de pillar. Y es una pena porque el tema daba para muchísimo más de lo que se termina plasmando en la pantalla.

Hay que tomarlo como un visionado curioso, con un guion que tiene un concepto atractivo, un reparto que se conjunta bastante bien y que con pocos medios saca un relato muy entretenido. Lo malo de todo esto es que 'Coherence' es como un trilero callejero de los malos en el que cualquier persona que prueba suerte termina ganando, con lo que el trilero termina siendo un chiste porque se le pilla el truco demasiado pronto. O también una atracción de feria que una vez que la has probado dices "tampoco es para tanto".

El guión es propio de un becario no demasiado prometedor (el típico principiante 'espabilado' haciendo trampas sin ser muy consciente de que se van a notar mucho) y la dirección una fachada. Supongo que este rollito del dogma estaba en pleno auge hace unos años y que por eso hubo tantos entusiastas propinando esas valoraciones descabelladas de 8 para arriba.

Aun así sorprende porque hay alguno que llega a decir que esta película es una triunfadora entrada en el género SF. Otro figura, este más osadillo y echao p'alante, llega a definirla nada menos que como 'Obra maestra de la ciencia ficción en el siglo XXI'... (sin ruborizarse ni nada a juzgar por el entusiasmo que se refleja en su apasionada prosa).

No he soportado una hora de metraje. De verdad: no puedo con estos experimentos de pretenciosos con resaca, los descosidos claman al cielo desde el minuto uno.

Los personajes son planos hasta sonrojar. Las excelentísimas interpretaciones que adjudican algunos, ps... qué quieres que te diga.

Es que se quitan las ganas incluso de listar defectos porque se pierde uno en ellos del vértigo que dan tanto en número como en impiedad y falta de conmiseración por el espectador. Esta película es un vacuo, insustancial y aburridísimo ladrillaco.

Es posible que sea la película que mas paranoia me haya creado de las que he visto en mi vida. La verdad que me dieron ganas de quitarla a los 5 minutos, pero luego la historia consigue embaucarme y consigue que me enganche y ponga toda mi atención en ella .

Y de repente cuando ya estás metido de lleno llega el final y te quedas como ¿Ya? no puede ser que termine así.

Se convierte en un bluf total,