Hellraiser

Parece una obviedad pero el filme de Bruckner es bastante mejor que cualquiera de las secuelas que nuestro Pinhead ha tenido previamente (aunque yo creo que está al nivel de la dirigida por Scott Derrickson, que trataba sobre un policía corrupto y era INESPERADAMENTE aceptable).

Partiendo de ahí. Tenemos un diseño interesante y una atmósfera malsana. La película tampoco ha reparado en el gore, con lo cuál en ese aspecto el trabajo es bueno.

La historia es lo que no me cuadra. El filme reflota demasiado tiempo en los dramas de los protagonistas (que por cierto esto es ULTRASIMILAR al remake de Posesión Infernal) y aunque la actriz Odessa Adlon está NOTABLE, uno no consigue sorprenderse. Los primeros veinticinco minutos son prototípicos y sin nada que contar. Todo es un poco precipitado y tampoco consigue que empatizamos con la protagonista (que es por cierto una de las PEORES PACIENTES DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS que uno conoce).

En el filme original (razón por la que para mí ganaba puntos) es porque se veía el proceso del villano, su regeneración, su maldad y como manipulaba a otros. Era eso lo que le hacia un esclavo de su propia indecencia pero también un ser demoníaco. Lo que tenemos aquí no se sabe muy bien que es, porque el villano es de oídas.

Los personajes no tienen mucho recorrido, salvo la protagonista. El novio está por estar y el personaje del hermano y el novio ni fú ni fa. Nada que consiga hacerlos interesantes. Caso aparte lo de la compañera de piso, que no hace ABSOLUTAMENTE nada durante la cinta.

Se ha quedado a medios en todo. No llega a un buen thriller psicológico porque no profundiza en la psique de ninguno de los protagonistas y no llega a ser terror, terror porque Hellraiser se supone que no va de eso.

Viendo esta uno respeta más la sencilla (pero parece ser que difícil) estructura de la original.

El filme es visionable, pero uno esperaba BASTANTE más teniendo en cuenta que es la primera vez que se salía del mundo DVD.

Una pena.

Innecesario remake del clásico del cine de terror de los ochenta, que no aporta nada a la franquicia y ni siquiera resulta entretenida. Se trata de una producción anglo serbia protagonizada por ilustres desconocidos encarnando a unos personajes faltos de carisma e interés en una historia sosa e irrelevante.

Se echa en falta la presencia de Pinhead, sustituido aquí por una mujer, la música de Christopher Young y el ambiente malsano y retorcido de la saga original. Entre los protagonistas hay una pareja de gays que no encaja para nada en esta clase de películas, si al menos hubiesen sido un par de homosexuales aficionados al sadomasoquismo, le habrían dado un toque turbio al asunto y quedaría bastante mejor. Pero la dictadura de lo políticamente correcto obliga a incluir personajes diversos a la fuerza y sobre todo si quien produce la película es la Disney.

Decepción por tanto, para un film que pretendía revitalizar la famosa franquicia que lleva veinte años dando tumbos.

En el año 1987, Clive Barker adaptó a pantalla grande su historia The Hellbound Heart en una película que sin ser maravillosa, tenía cierta sordidez atrayente y presentaba a unos personajes tan icónicos y terroríficos como los Cenonitas. El legado se perpetuó los años siguientes, cada vez en películas de menor presupuesto, imaginación y calado.

Año 2022 del siglo XXI. Los Cenobitas han vuelto, ¿Podrán superar la maldición de las películas anteriores?

La vida de Riley es un caos, desenganchada del alcohol y las drogas sus días son una lucha continua no solo contra sus adicciones sino contra su hermano Matt, la única persona que se preocupa por ella. Cuando el novio de Riley la propone un negocio redondo para conseguir dinero, Riley no sabe que dará de bruces con cierta caja que abre la puerta a un infierno donde el dolor es la moneda más valiosa.

David Bruckner se está labrando una interesante carrera en el mundo del terror, una vez alejado de películas de segmentos y codirigidas, ya que tanto The Ritual como la brillante The Night House eran capaces de generar una atmósfera donde la realidad era resbaladiza y siempre llevaba hacia lo sobrenatural, donde el terror rompía tan solo con un cambio de plano. Y si por algo brilla Hellraiser Reborn, más allá de un apartado técnico muy interesante, es por la dirección de Bruckner al recrear este mundo laberintico y repleto de sombras como es el de los Cenobitas y su cielo/infierno: en cada ocasión que estos entran en escena, la película deja de lado su historia demasiado plano y el evidente problema presupuestario para regalar persecuciones donde la realidad se convierte en piezas del rompecabezas de los cenobitas, brillantes cadenas que surgen de la oscuridad, alambres que rasgan la carne. Hay cierta sensación de sadismo malsano que nos lleva de vuelta hacia la película de Clive Barker, potenciada por la gran fotografía de Eli Born, que dota a Pinhead de un aura de santidad tóxica; destacar el uso de cierta luminosidad peligrosa con la que el mundo de los Cenobitas se expande hacia nuestra realidad.

El guion de Ben Collins y Luke Piotwroski – autores de Super Dark Times, una interesante película acerca de locura y muerte adolescente – retoma ese aire peligroso y místico de los Cenobitas durante las dos primeras películas de la saga – Hellraiser y Hellbound – y añadir más peso a su mitología; a cambio la historia es básica y poco trabajada, una simple carrera contra el reloj mientras los Cenobitas se van cargando a unos personajes sin interés cuya protagonista central, Riley, resulta igual de inútil e irritante tanto para los espectadores como para el resto de los personajes. Lo más destacable a nivel interpretativo es Jaime Clayton, impresionante como Pinhead.

Centrémonos, más allá de la dirección de Bruckner y la fotografía de Eli Born, en la que hace interesante Hellraiser, el trabajo de sus técnicos de confianza como son los especialistas en FX prácticos como son Josh y Sierra Russel, su reinvención de los cenobitas es un gran trabajo que les afianza como un valor ascendente dentro del género de terror. Otro fijo del mundo David Bruckner, el músico Ben Lovett, solo luce cuando adapta los increíbles temas que Christopher Young compuso para las dos primeras películas de los cenobitas, Young supo aunar como nadie lo místico y terrorífico de este mundo donde el placer y el dolor son indivisibles.

Queda mucho por explorar en el mundo de los Cenobitas, esperemos que este Hellraiser marque el camino adecuado.

https://www.terrorweekend.com/2023/01/hellraiser-review.html

Estamos delante de un enésimo remake de una película de terror ya mítica como es la gran HELLRAISER del año 1987 dirigida por Clive Barker, por lo que estamos en un terreno no muy lejano de otros remakes como el que se hizo de PESADILLA EN ELM STREET en el año 2010 y de VIERNES 13 en el 2009.

Todos estos remakes eran bastante insulsos y solamente estaban al servicio del espectáculo palomitero de ver vísceras por doquier además de intentar añadirle toques modernos de los 2000, cosa que no aportaba nada más que un slasher más de entre el montón como resultado.

Aquí pasa algo muy parecido en esencia, pero sí que creo que logra funcionar en algo, y es en la fascinación de entender como funciona el universo de Hellraiser, es decir, nos aportan detalles que logran meterse en la película que tienen que ver con el cubo de los lamentos y los Cenobitas.

Ahora, si le quitas esta parte buena, el resto es un slasher típico, muy previsible, con personajes que son una copia de las películas que todos conocemos y que no tienen prácticamente ningún trasfondo, más allá de que son los típicos jóvenes que sabes de sobra que van a morir en manos de estos seres del infierno a cada cual más cruel y sangriento.

Por lo que podemos concluir que en esencia la película no pasa de ser un slasher como tantos otros, pero recalco que sí que me han funcionado, por ejemplo los Cenobitas, que aquí además de ser terroríficos, se ven bastante bien, como si fueran una combinación de CGI con maquillaje y eso se agradece bastante.

Luego lo que logra funcionar mejor es el lograr entender poco a poco como funcionan las reglas de estos Cenobitas, y ver como de importante es el puzzle del cubo de los lamentos y además el porqué alguien puede estar interesado en invocar a estos seres si tan malvados son.

En fin, para mí ha sido una mezcla de sentimientos, por un lado, fascinación por los villanos y su universo, y por otro de cansancio por los mismos personajes de siempre tan vacíos que más allá de ser jóvenes no aportan mucho más, salvo un par de actores, el resto me parecen hasta malos actores, poco creíbles y con situaciones un poco ridículas para justificar hacer esta peli, pero bueno, por lo menos al final no ha estado mal.

Es una película pasable. Para un rato de entretenimiento. Pero lo cierto es que bajo la firma Hellraiser, esperaba más de ella. Es la típica historia ya vista una y mil veces. No tiene ninguna sorpresa en especial. Casi que, a pesar de contar con los cenobitas, no da la impresión de ser de terror.
Si te gusta el terror, es muy probable que te guste más la película de Clive Barker de 1987.
He echado en falta más tensión y gore en general. La banda sonora me ha parecido poca cosa.
Las interpretaciones, normales. En general todo muy sobrio y poca cosa.