El puente de Cassandra

Detrás de ese nombre tan evocador, con los colores de ese Cine setentero tan de catástrofes y producida por el marido de la criatura, la película de George Pan Cosmatos se abre con un asalto a la Organización Mundial de la Salud y con un guardia de seguridad que, igual que Peter Sellers en el inicio de El guateque, se muestra casi inmune al tiroteo.
Resulta impresionante la velocidad con la que el virus saltarín manifiesta sus síntomas, e impresionante lo mucho que recuerda el coronel Sam Trautman, de Rambo, al Mackenzie de Burt Lancaster. O lo mucho que recuerda la escena de la cancioncita del principio, con un revisor que asoma al vagón sonriente y bonachón, a cualquier escena de Leslie Nielsen. Por otro lado, qué ojos más bonitos los de Sophia Loren, qué piernas más normalitas y qué manzanas tan jugosas las del árbol de Lee Strasberg, siendo el tronco de una madera tan mediocre.
Agradable cinta, EL PUENTE DE CASSANDRA, aun en tiempos de pandemia. Puede que por el elenco maravilloso, o porque da gusto viajar cuando se va en el tren. O, sencillamente, porque todo comenzaba para muchos a mediados de los setenta.

Magnífico thriller con un reparto principal ya algo talludito, exceptuando a un aún "cara niño" Martin Sheen, en el que a un inicio rutilante y amenazador le sigue un desarrollo claustrofóbico, intrigante y a veces angustioso para desvanecerse algo hacia al final...

Tras el asalto a un centro de investigación de enfermedades peligrosas, un grupo terrorista se hace con una plaga mortal. Ésta será trasladada a bordo de un tren de pasajeros que recorre Alemania. Y los propios pasajeros, encabezados por un médico (Richard Harris) y la exmujer de éste (Sophia Loren), deberán ocuparse por ellos mismo del problema antes de que el convoy alcance el puente de Cassandra… Si quieren sobrevivir.

Muy buena peli de acción muy al estilo de los setenta, muy condicionada por la guerra fría, algo habitual en esa época, en este tipo de cine y sobre todo en el género de espionaje, donde se podría decir que creó su propio subgénero.

Dentro del cine de catástrofes "El puente de Cassandra" no creo que ocupe un lugar de privilegio ni mucho menos, a pesar de la nómina de actores con la que cuenta. Una película en la que entre el reparto nos encontramos a Sofía Loren, Richard Harris, Ava Gardner, Burt Lancaster, Martin Sheen o Ingrid Thullin, parecería que automáticamente tendría que convertirse en una obra maestra o, al menos, en una buena película. Nada más lejos de la realidad. Quizás ya el primer error estuviese en la elección de George Pan Cosmatos como director, autor, entre otros despropósitos, de películas como "Cobra" o "Rambo 2".

Una narración y un guion descuidados hacen que "El puente de Cassandra" apenas levante el vuelo en sus más de dos horas de duración, lo que lleva a desperdiciar un reparto como el anteriormente citado. Y además que tal y como están contados los hechos invitan, en ocasiones, más a la risa que a la tragedia. Los comento en el spoiler.

Una película que mezcla el suspense y un poco las historias de desgracias gracias a que todo se centra en un virus mortal dentro de un tren. Un virus que se extiende por el aire, y con un índice de mortalidad muy alto, que hará que todos los pasajeros del tren y las ciudades por donde pasa corran un gran peligro.
Se trata de un film que empieza muy bien. Uno se engancha gracias a una trama que conecta. Un comienzo lleno de misterio y suspense, te lleva de la mano hacia un tren destino incierto hasta la muerte. A continuación, el desarrollo también es bueno, gracias a esos viajeros con los que uno va conectando, y que tienen grandes posibilidades de ser infectados. Pero luego la historia toma una dirección que no consigue convencer del todo, y ello es debido a que los personajes se empiezan a comportar de modo extraño.
El guion presenta a varios personajes que son todos normales. Es decir, uno puede ver dentro de los vagones a trabajadores del tren, a músicos, a empresarios, a un médico y su exmujer... Es decir, gente normal que seguramente no han cogido un arma en su vida. Pues no sé muy bien porqué, de repente todo el mundo sabe disparar, defenderse, realizar bombas; y acaban realizando una auténtica batalla campal dentro del tren. Así que toda esa trama bien hilada, empieza a desinflarse debido a que no resulta para nada creíble todo el desarrollo que se expone a mitad de película.
No obstante, en general se trata de un film interesante que entretiene y engancha. Una de las primeras películas del cine que empiezan a exponer la expansión de un virus mortal por todo el mundo.
Además un gran reparto se une a este film. Encabezado por Sophia Loren, Richard Harris y Burt Lancaster; la película cuenta además con las actuaciones de Ava Gardner, Martin Sheenn, Lee Strasberg u O.J. Simpson. Un elenco muy brillante y de gran calidad que deja sin aliento. En pocas películas se puede ver esta cantidad de calidad interpretativa en un mismo film.
En fin, "El puente de Cassandra" es una película que funciona muy bien al principio y hace que uno descubra un film que enamora y engancha. Pero luego, todo toma una dirección que resulta muy poco creíble, ya que uno no espera que los personajes se comporten así. Además, cuenta con unas buenas interpretaciones, y unos interesante efectos especiales.

Esta película plantea el miedo a las epidemias de virus sin cura, mucho antes de que el tema del terrorismo biológico se pusiera de moda en el cine, con grandes títulos como "Estallido".
Lo mejor es que cuenta con un buen puñado de actores famosos del momento, con Richard Harris como cabeza de cartel.
No falta el habitual dilema ético de tener que hacer un sacrificio para evitar un mal mayor, y la tensión constante de un thriller desarrollado en un entorno cerrado.
Richard Harris se marca un buen trabajo de protagonista, transmitiendo la angustia de la responsabilidad de su personaje, especialmente al final de la película.
Pero aunque es buena, está lejos de ser un peliculón, pues tiene algunos tramos lentos y no demasiada acción, a pesar de que se podría haber prestado un poco más a eso.
Eso sí, al menos hay que reconocerle el mérito de que es relativamente pionera en el tema de los virus.