Haz click aquí para copiar la URL

Los falsificadores

Drama Berlín, 1936. Sorowitsch (Karl Markovics), el rey de los falsificadores de moneda, es un judío sin escrúpulos que cree que "la manera más rápida de ganar dinero es fabricar dinero" y no le preocupa en absoluto lo que está sucediendo a su alrededor, ni siquiera la situación de los judíos. Sin embargo, cuando estalla la guerra, es arrestado y llevado a un campo de concentración nazi, donde se ve obligado a trabajar con otros ... [+]
<< 1 2 3 4 10 21 >>
Críticas 101
Críticas ordenadas por utilidad
1 de marzo de 2011
19 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que ya a estas alturas los Oscars impresionan poco o nada, vista la alegría y la desfachatez con las que a menudo se dan. Éste es uno de esos casos. La típica película de tema molón en la Meca del cine, el holocausto judío, que sin más razón que ésa se lleva el premio.

Sí, tal vez se centra en un punto de vista distinto: la labor de unos falsificadores judíos de moneda en los campos de exterminio colaborando con los nazis en un plan para hundir la economía de los aliados. El dilema moral que supone esta colaboración frente al instinto humano de supervivencia se enfrenta en este grupo de personas que además, en el contexto terrible de los campos, viven gracias a este trabajo en una situación totalmente privilegiada.

Bueno, pues a pesar de lo novedoso del planteamiento la película conmueve lo justo, es decir, nada. Es previsible en su desarrollo (y no por el final, que todos conocemos), los personajes no tienen "alma", desde el principio se ve quién va de héroe, quién de pringaíllo, quién de líder y quién es palmatoria segura. Las humillaciones de siempre, las escenas de camaradería de siempre, el nazi brutote de siempre, los sustos de siempre... Y por supuesto, el Oscar de siempre.
Talía666
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de abril de 2008
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica cinta de Stefan Ruzowitzky que nos transporta a la Alemania de la 2ª Guerra mundial para volver a mostrarnos el sufrimiento judío en los campos de concentración nazis.

No hace mucho critiqué en "El último tren a Auschwitz" la falta de originalidad en un tema que estaba ya demasiado manido. Sin embargo, esta cinta nos cuenta, sin descuidar la crueldad de los campos, un capítulo diferente y para muchos desconocido; La historia de unos prisioneros expertos en las artes gráficas que fueron reclutados con el fin de falsificar la libra y el dólar con el objetivo de hundir las economías de los países enemigos. Para ello se centra en la vida de Sorowitsch, un excelente falsificador judío detenido al detectarse su imitación del billete estadounidense. Tras su detención, nuestro protagonista es trasladado a diferentes campos de concentración en los que el hambre y sufrimiento son la antesala de la muerte. Esta agonía lleva a Sorowitsch a agudizar su ingenio y a valerse de sus dotes como pintor para recibir un trato preferencial a cambio de retratar a los oficiales nazis hasta que es destinado al escuadrón de falsificación del que se hará cargo y que le obligará a enfrentarse a su cuenta pendiente, la falsificación del dólar, no sin que antes las amistades hechas en el campo y la ética generen más de un contratiempo.

La caracterización de los personajes es de una calidad altísima, al igual que las interpretaciones. El personaje de Sorowitsch, magistralmente interpretado por Stefan Ruzowitzky, quien consigue una identificación sublime con el mismo, es sencillamente brutal. Experto dibujante, tahúr y mujeriego con el saber estar de aquel que consigue lo que quiere a la vez que obedece a ultranza a ideales tan nobles como la amistad y que contrasta con una filosofía de vida más que discutible pero que muchos añoran.
En cuanto a los aspectos técnicos de la cinta, están muy cuidados. Mención especial a la banda sonora, que con sus tangos provoca en el espectador una comunión especial con la historia contada.

En conclusión, lo que aparentaba ser una película más sobre el holocausto, es una excepcional historia sin apenas carencias que a buen seguro el tiempo colocará entre las mejores de su temática.
artacho
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de agosto de 2008
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sensación que me queda tras ver esta película es que es tremendamente fría. Tiene una base excelente, la de contar un episodio del holocausto que no ha sido narrado hasta ahora, y que plantea interesantes dilemas éticos. De esta forma, consigue alejarse del típico planteamiento de buenos y malos, y nos pone en la tesitura de elegir, entre el orgullo (o los ideales, como quiera decirse) o salvar la vida.
La película es correcta, la ambientación adecuada, los actores bueno (tampoco sobresalientes), un inicio interesante, bso aceptable.... pero es excesivamente fría. Muchos hechos quedan desdibujados, se pasa sobre ellos más bien rápido (tiene un metraje más bien corto para lo habitual en las películas de esta temática), y no se profundiza en los conflictos internos que se suponen a los personajes sometidos a esta situación tan conflictiva (ayudar a mis verdugos para salvar mi vida, a sabiendas de que mi colaboración les permite seguir adelante).
Supongo que con esta historia podría haberse hecho una película más profunda, que dejara más huella en los espectadores. Pero también se le agradece no caer en el sentimentalismo.
Laura
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de octubre de 2008
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es increible la cantidad de historias, sabidas y no sabidas, que se han contado y quedan por contar sobre el Holocausto judío. Con todas y cada una de las historias reales de los que vivieron ese drama, de los muertos y de los supervivientes, de los torturadores, de los traidores, de los héroes, de los que lo vivieron a distancia y de los que se implicaron… puede hacerse una película y el tema es inagotable. Esto es así hasta el punto de que el cine histórico centrado en esa época, el cine de nazis, puede considerarse ya un género en si mismo.

Los falsificadores es una historia más de este género: interesante (por nueva y original) y bien contada, que es lo que nos interesa. La película narra la historia real de Salomon Sorowitsch, famoso falsificador judío que es internado en un campo de concentración para dirigir la que hasta ahora ha sido la mayor estafa de la historia: la falsificación de libras y dólares por parte de los alemanes para tratar con ello de hundir la economía de los aliados.

Nunca hasta ahora nos habían contado este episodio de la guerra, la llamada Operación Bernhard. Su director, Stefan Ruzowitzky, nos la cuenta y nos la cuenta bien: no hay recreación en el drama ni tópicos, no hay simplismo ni conclusiones fáciles. El gran hallazgo de la película es el personaje protagonista interpretado de forma brillante por Karl Markovics. Rodeado de otros personajes de rasgos más reconocibles, Sorowitsch no es el idealista ni el héroe sino un personaje extremadamente real y complejo, el que ante los distintos dilemas morales que se van planteando a lo largo de la película elige hacer el bien pero no de una forma transparente y osada sino en silencio, con cuidado, disfrutando de sus privilegios como preso “de lujo”, intentando dejar de lado lo que pasa al otro lado del muro que los aísla de los condenados, intentando salvar el pellejo en vez de salvar el mundo, con la conciencia bien clara pero escondida detrás del practicismo, pero no por cobardía o vileza sino por puro instinto de supervivencia.

La película, en digna pugna con Persépolis, obtuvo el Oscar a la mejor película en habla no inglesa en 2007.
puntoyalarte
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de abril de 2008
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Segunda Guerra Mundial dejó centenares de millones de víctimas entre combatientes y civiles, sólo la URSS aportó más de 22 millones de muertos, es decir, una auténtica hecatombe demográfica. Así que el cine ha hecho de ésta tragedia colectiva uno de los temas más tratados. "Los falsificadores" viene precedida de su reciente triunfo como mejor película extranjera en los Oscar. Triunfo éste justo por los innegables méritos que tiene. Los Campos de Concentración nazis vuelven a ser presentados como lo que fueron: lugares para la tortura, el incansable trabajo, la muerte y centros de experimentación utilizando como conejillos de indias a los prisioneros. La película se inspira en un proyecto nazi orientado a la falsificación de dinero para de esa forma compensar las mermadas finanzas de la alicaída industria de guerra alemana. Karl Markovics, el protagonista, es prácticamente toda la película. Su interpretación sobria y convincente nos permite recrear ésta historia desde una postura inteligente y crítica; sin excesos ni demostraciones panfletarias. Una muy buena película, que además tiene el mérito de ser austriaca, es decir, proviene de un cine poco familiar para la gran mayoría.
bucefalo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 21 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow