Hud: El más salvaje entre mil

Paul Newman es, en efecto, el macho malote aunque precisamente lo que viene a demostrar la película es que no consigue todo lo que quiere cuando quiere.Ni siquiera es seguro que sea capaz de adaptarse a los nuevos tiempos pues conduce su cadillac como un caballo. La cinta es además una brillante crítica al progreso porque, admitámoslo, el macho malote que se acaba cepillando a todo lo que se mueve no es Hud, sino el ministerio de sanidad y sus vacunas contra la gripe. Hay una escena genial donde el patriarca habla del valor relativo de los dineros según cómo se hayan obtenido. Seguramente John Milius se inspiró en este texto para su famoso " ¿ qué es lo mejor de la vida?". Para Conan, cortar la cabeza de sus enemigos y oir el llanto de sus mujeres. Para un vaquero cabalgar entre sus reses, a las que ha visto crecer. Para Hud , casi nada. Hud no sabe qué es lo mejor de la vida. Lo único que sabe es lo que le toca las narices. El ministerio de sanidad mismamente. Bien por Hud y enormes secundarios.

Voy hablar del intérprete principal. Quizás Con Paul Newman más que con nadie por su notoriedad como estrella de cine y que todo el mundo lo ensalza, tengo mis reparos en su carrera como actor. Primero quiero salvar de ésta crítica a su magnífica interpretación de Eddie Felson en El color del dinero de 1986 y de su predecesora El buscavida de 1961, en donde en ambas brilló a gran altura, o quizás en Harpen de 1966 donde no desentonó ni tampoco en Paris Blues de 1961 donde estuvo muy sobrio. Pero toda su demás carrera desde aquella paupérrima Cáliz de plata de los años 50 felizmente olvidada, y desde su primera película trascendental que fue Marcado por el odio de 1956, sus actuaciones se vieron afectadas en mayor o menor medida por los impertinentes tics del Actors Studio y por esa manía de querer figurar en todos los encuadres de una manera más que agotadora para el espectador, además nunca dejaba de recargar sus gestos, fumar, manearse o adoptar posturas endiosadas. Sin embargo en esta película "Hud" Paul Newman es el actor que da con el papel debe ser por su innata autosuficiencia, y todo lo que no me gustaba de sus actuaciones aquí parecía resultarle beneficioso para su personaje; o quizás por su estilo propio que va conformando al auto suficiente Hud Bannon hasta hacerlo nada simpático y hasta repelente. Un personaje absorbente que venia bien a su dote interpretativa. Por momentos era duro, por momento tierno en un juego de contrastes que aquí el actor los remarcaba naturalmente. Esa inclinación del personaje a la soledad, por mas acompañado que estuviese, lo consigue muy bien y logra el cometido de hacer de la película, y de su personaje tan contradictorio, una de sus más memorables actuaciones.

Aquí tenemos otra demostración de que Newman es uno de los grandes actores de la historia del cine.

En éste título Newman cambia de registro y hace de malo, no se si es percepción mía, pero en su actuación cambia hasta su mirada, en la que se denota odio y rencor. Es capaz, con su maestría, de hacernos olvidar de otros papeles emblemáticos de su carrera.

Si bien este título no es tan famoso como otras grandes obras suyas, es indispensable ver esta película en la filmografía de Paul Newman.

Aunque al principio temía que el filme iba camino de ser un vehículo más al servicio del señor Paul Newman, gran actor pero a veces lo veo como demasiado sobrado, después comprobé gosozamente que el mismo crecía y crecía en un magnífico drama sureño con ciertos ecos de 'Rebelde sin causa' y similares. Aunque hay muchas cosas por destacar, personalmente lo de Melvyn Douglas es para quitarse el sombrero (con cabellera incluida).

Paul Newman es Hud, un hombre malcriado y sin principios al que su padre desprecia sobre todo por la mala influencia que ejerce sobre su sobrino que le admira profundamente. Hud es una gran película pero retrata una historia muy triste de descomposición familiar. Los actores realizan un trabajo sublime y el guión es modélico pero todo resulta muy desagradable.