Hud: El más salvaje entre mil

Esta película de Martin Ritt, basada en una novela de Larry McMurtry, y con guion para la pantalla de Irving Ravetch & Harriet Frank Jr., con una espléndida fotografía de James Wong Howe (consiguió un Oscar por ella), y con música del gran Elmer Berstein (La gran evasión, El hombre de Alcatraz, etc.). Y con unos actores soberbios: El memorable Melvyn Douglas (estupendo Homer Bannon, como el viejo patriarca), Patricia Neal (como Alma, excelente ama de llaves), ambos consiguieron un Oscar de la Academia por su trabajo. Brandon de Wilde, el chiquillo de Shane (en el papel de Lon), y me dejo para el final al maravilloso Paul Newman, en una actuación memorable del personaje Hud Bannon.

Tengo que empezar, diciendo que todas las críticas anteriores me merecen todos mis respetos, pero quizás tenga otra lectura de la película. Hud Bannon, es muy cierto que es mujeriego, bebedor, jugador, a veces violento y que mantiene una actitud desafiante frente a la vida, que provoca altercados en el pueblo. Pero en que ambiente ha crecido, una tierra árida y dura, con carencias afectivas y de una familia totalmente desestructurada, su padre le odia y le desprecia aunque le necesita, Hud quiere a su sobrino Lon, muchísimo más de lo que parece, es el vivo retrato del hermano que perdió, y asimismo Lon siente una atracción hacia Hud quizás por la forma de comportarse y su facilidad para conquistar mujeres. El anciano Homer Bannon, no da opción a otras ideas ni iniciativas que no sean estrictamente las suyas, y evidentemente vemos como poco a poco se va derrumbando, un pequeño imperio ganadero.

La novela de Larry McMurtry, puede tener muchas lecturas, la más evidente, que Hud debe quedarse solo, abandonado por su forma de comportarse y de reaccionar ante ciertas situaciones, pero seguro que si no hubiera recibido tantos desprecios, ni desaires por parte de su padre, si hubiera tenido a la madre que le faltó desde muy pequeño, seguro que hubiera sido otro Hud.

Una película magnífica, con unos actores fenomenales, y un Paul Newman que empezaba a demostrar el gran actor que seria, y que más no mucho más tarde se convirtió en el último mito de Hollywood. Es una película, para recuperar.

Sigue en el “Spoiler”

Hud no es una película al uso, va más allá de la historia de un outsider, es más se adentra en la destrucción lenta de una familia y sorprendentemente sin final feliz.
Es de agradecer que la historia se relate de una manera tan cruda y sobre todo que nos muestre a un protagonista tan duro como vulnerable (gracias a Paul Newman, una vez más demostraba la gigante estrella que ha sido y será), un antiheroe en toda regla.

El reparto parece tocado por los ángeles, poco más se puede añadir de una buena película que se alza por encima de quien es su protagonista y eso no es poco.

Estamos ante uno de lo dramas más representativos y crudos de las respectivas carreras de Martin Ritt y de Paul Newman, pues el marco que ocupa no sólo se encuentra en desdicha desgracia, sino que no parece haber forma de salir de ella.

Paul Newman interpreta al hijo rebelde de un padre que nunca ha aprobado nada de lo que ha hecho. Desprecia su rudo y duro carácter, su falta de principios y de moralidad, su irresponsabilidad, su poco tacto con las mujeres y por un suceso dramático familiar. Una serie de complicadas circunstáncias hace que vuelva a repetirse un estado de incomodidad y de intensidad en la família, pues se pondrán todos a prueba en situaciones donde prima antes el rencor que la redención y la aceptación.

La película cuenta con grandes interpretaciones, sorprende ver a Newman en un papel más arrogante, Melvyn Douglas y Patricia Neal consiguen unas interpretaciones fascinantes y hay que resaltar también el personaje del sobrino de Hud, interpretado por Brandon De Wilde, que muestra juventud e inocencia al apreciar la figura de su tío deseando ser como él en ciertas cosas.

El drama que desprende la cinta es del todo crudo y llevado a cabo de forma muy realista y humana, fruto del buen trabajo de dirección realizado por Martin Ritt, arropado de una bella fotografía en blanco y negro. Si combinamos todos estos elementos, tendremos un cóctel de emociones fuertes de lo más fascinante donde se muestra como los cimientos de una família pueden llegar a marchitarse.

Ésta película me ha atrapado desde el primer minuto de su metraje, igual que lo hizo "Hombre", también del señor Ritt. Éste señor sí que sabia contar historias en la gran pantalla. Estamos delante de una película del año 1963, pero la historia, los diálogos y la forma de contarla no parece que sea de los años sesenta, eso es lo que pensé en un principio y lo que me atrapó. La he encontrado fresca, con la capacidad de mantener tu interés sin decaer en ningún momento, con unas interpretaciones de secundarios para sacarse el sombrero, merecidísimos oscars para Melvyn y Patricia. Newman cumple como lo que es, o era, no solo una cara bonita sino alguien con un futuro lleno de grandes interpretaciones que tan sólo estaba despegando. Mezclando drama con una primera mitad bastante divertida, el director nos cuela grandes verdades que salen del personaje de Melvyn Douglas sobre lo que nunca deberíamos ser, sobre lo peor de la sociedad. El orgullo, el orgullo que a muchos les corrompe por dentro haciendo daño a terceros.

Es fría como la nieve que cae en Alaska, trágica como un niño huérfano en África, dura como el acero... es eso y mucho más, Paul Newman y Melvyn Douglas (le valió el oscar a mejor actor secundario) hacen un papel de GRANDES, en este intenso drama sobre una familia de vaqueros que no está atravesando una buena racha.

Hud es un hombre rudo de aspecto atractivo, que solo se interesa por el, su padre no le tiene mucho afecto, por eso hace que las conversaciones con el sean así de espeluznantes, acompañada de esa meláncolica banda sonora dirigida por Elmer Bernstein, la fotografía bastante buena a cargo de James Wong Howe, y el acertado reparto, Patricia Neal (ganadora del oscar a mejor actriz en esta misma película) Brandon De Wilde, aquel joven de "Raices Profundas" y los ya mencionados, Paul Newman y Melvyn Douglas, lo dicho, un film muy decente y admirable.