Un cadáver a los postres

Sin duda la obra maestra de los 70. Sin grandes decorados,localizaciones de ensueño,efectos especiales ni nada de nada, esta maravilla se sostiene en el gran trabajo de los actores y en un guión de los que ya no abundan.
Es la típica película que deberían pasar en todas las escuelas de interpretación sin duda.
Absolutamente esplendida.

Decidí ver esta película por tratarse de una comedia de tipo absurda, en general de mi gusto, y estar muy bien puntuada. La verdad es que me desilusionó. Y el tema de base es que no me parece demasiado graciosa, no me reí al verla, y en su lugar, como más, me sacó alguna sonrisa. Supongo que quienes la disfrutaron no les pasó lo mismo, pero tomando como referencia una gran comedia absurda, como la veo a ‘Top Secret’, está última me pareció disparatada, ocurrente, original, jugando con temas visuales, golpes de efecto y sorpresa, y efectos auditivos, de las que ésta mayormente carece. En su lugar, ésta juega con los diálogos y el perfil particular de los personajes, que mayormente no me llegó, y con las vueltas de la historia, para mí de lo mejor del film. Por todo esto, para quienes se rieron con la nombrada ‘Top secret’, o la saga ‘Agarralo como puedas’, no se las recomendaría.

Como uno ya tiene cierta experiencia, se pone a ver cualquier clásico con precaución. Por eso, desilusionar, te desilusionan poco aquellos trabajos que prometían mucho pero que acaban en fiasco. En este caso, "Un cadáver a los postres", que a las críticas positivas generales, se unía una atractiva idea, una puesta en escena llamativa y un conjunto de actores de lo más granado del séptimo arte con el trío Alec Guinnes, David Niven y Peter Sellers a la cabeza, y secundarios de peso como Peter Falk o Maggie Smith. Sin embargo, todas estas virtudes se disuelven por el exceso, tanto de la sátira del género detectivesco como de lo absurdo.

Es cierto que a veces te ríes, sobre todo de la mano de Charlie Chan (una vez más, un camaleónico Peter Sellers), pero en conjunto la mayor parte de los chistes, juegos de palabras y gags pasan sin pena de gloria, incluso bordean el bochorno en varias ocasiones. Luego la situación es demasiado caótica, y en el fondo poco inteligente como explotar una prometedora idea. No hace falta tanto personaje, conflictos, giros, sorpresa tras sorpresa y cosas inexplicables. De lo contrario, el espectador tiene la sensación de que le están tomando el pelo y que "Un cadáver a los postres" es una parida de película. Y así, no hay quien se ría.

Parodia del cine de misterio y detectives cuyo título original (Murder by Death) es ya toda una declaración de principios. La trama reune a cinco de los mejores detectives del mundo (y sus acompañantes): Sidney Wang (Peter Seller parodiando a Charlie Chan), Milo Perrier (Hercules Poirot interpretado por James Coco), Dick y Dora Charleston (David Niven y Maggie Smith interpretando a la pareja de detectives Nick y Nora Charles creada por Dashiel Hammet), la señorita Marbles (Elsa Lanchester representando a la conocidísima miss Marple) y Sam Diamond (Peter Falk interpretando a un presunto Sam Spade), por parte de Lionel Twain (Truman Capote), un excéntrico personaje cuyo propósito es demostrar que es mejor crimonólogo que ellos cinco juntos.

El director Robert Moore, bien sustentado en el guión de Neil Simon, nos ofrece en clave de parodia todo un catálogo del cine de intriga y misterio clásico de los años 30 y 40, sirviéndose de personajes claramente identificables, aunque quizás el personaje de Peter Falk sea el que más chirríe dentro del conjunto de sagaces detectives, ya que es el único que se vale de la fuerza (y de las armas). Seguramente la fama consolidada de los detectives "duros" salidos de la novela negra obligaron a su inclusión, aunque está bien utilizado su contrapunto cínico en el film. Entre los pasajes con que nos adorna el film encontramos claramente la aparición de un misterioso asesino, noches tormentosas (aunque ya nos avisan que es de pega), intentos de asesinato un mayordomo tan curioso como sospechoso (el genial Alec Guiness), etc todos ellos identificados como clichés del género de misterio.

De hecho todo el film está salpicado, en clave irónica y cómica, de las típicas pistas falsas, giros sorprendentes de última hora, y descubrimientos asombrosos, todo ello sin pies ni cabeza pero con un tratamiento claramente hilarante (aunque no se puede obviar una cierta crítica explícita hacia la escritora Agatha Christie, auténtica maestra en escamotear información). El estupendo reparto favorece claramente a la película, demostrando, una vez más, su calidad, dando forma a unos personajes a los cuales se les saca claramente su vena más cómica y caricaturesca.

Un film, lleno de guiños y muecas que los amantes de este tipo de cine sabrán reconocer, y que hace pasar al espectador una estupenda hora y media. Quizás la labor del director quede un tanto por debajo debido al estupendo guión y a las interpretaciones, sin embargo, como buena parodia que es, no es tan importante lo que vemos como lo que nos cuenta y sobretodo como nos lo cuenta.

No se puede decir nada malo sobre esta película, nada. Empezaré por la historia que es muy buena y contiene mucho humor negro.
Los actores son uno de los mejores elementos que tiene esta cinta, porque se trata de actores de toda la vida encarnando personajes tan dispares como la luna y el sol.
La música crea mucha tensión y humor a la vez.
No tiene efectos especiales pero ni falta que le hacen, la película goza de buen guión y de un director que consigue cada plano.
La atmósfera muy bien recreada, la broma del mal tiempo sólo dentro de la casa es genial, tan genial que roza lo absurdo.
Destacable Peter Sellers que hace un papelón y David Niven, un gran actor inglés que tiene otras perlas en su haber.
Cien por cien recomendable si te quieres desternillar un rato con todo tipo de absurdeces, que diría Les Luthiers.