El secreto de la pirámide

Nos ha gustado porque es una película de aventuras muy buena.

Lo mejor de la película es la escena cuando Watson salva a su amigo Holmes, tirando el gancho al carruaje y no dejando escapar a Rate.

Javier de 8 años

Interesante propuesta de Barry Levinson que nos muestra, alterando las obras de Doyle, una adaptación juvenil del inmortal Sherlock Holmes. Entretenido a ratos, las dotes deductivas de Holmes iran disipando los diferentes entuertos. Se deja ver.

Producida por Steven Spielberg y guionizada por Chris Columbus, éste último director de las dos primeras entregas de Harry Potter unos cuantos años más tarde y ambos coguionistas de "Los Goonies", esta película es el resultado exacto que uno podría esperar de la suma de los dos anteriores términos.

Ambientada en el Londres victoriano, da la impresión de que, como se dice en otra crítica, J.K Rowling tuvo muy en cuenta está película al concebir la idea de Hogwarts y el aspecto de Harry Potter, y de ello probablemente la elección de Columbus para el traslado de su personaje al celuloide. Y es que el aspecto del joven Dr. Watson es tal cual el de el protagonista de la famosa saga, con sus redondas gafas, su flequillo, su aspecto vulnerable y su bufanda. Las escenas en las largas mesas comunes del comedor, los duelos (en este caso de esgrima), los profesores, los callejones, las tabernas, las aulas, el trío protagonista (dos niños y una niña), incluso el chico rival de Holmes en el colegio, al que le vuelven el pelo albino (a lo Draco Malfoy). Numerosas similitudes.

Y por otro lado tenemos todas las señas de la vertiente familiar del cine de Spielberg. Trabajada ambientación, buenos y malos bien diferenciados, referencias a culturas antiguas, misterio, exaltación de los iconos del personaje principal (la pipa y la gorra de Holmes como el látigo y el sombrero de Indiana Jones) y, como no, las serpientes y demás criaturillas que, como tanto le gusta al bueno de Steven, se lo hacen pasar mal a los personajes (en este caso en sus alucinaciones, hechas posibles, como no podía ser de otra forma, por Industrial Light and Magic). También en algún momento parece que estemos viendo "El templo Maldito" versión infantil, filme que Spielberg había estrenado un año antes.

Así pues, película para toda la familia y sobre todo para los más peques, que disfrutarán con un primer acercamiento al inmortal personaje de Conan Doyle (aunque, como se honran en señalar, respetuosos, los productores, esta historia en concreto nunca salió de su cabeza y su pluma) y a esos mundos de misterio y aventuras tan caraterísticos del cine juvenil de los años 80, pero, por lo demás, un argumento bastante simplón y unos personajes que podrían haber sido mejor explotados, especialmente en lo que a los "villanos" se refiere, con algún que otro momento algo ridículo.

Pero claro, si quieren a un Sherlock Holmes para adultos, para eso tienen la de Billy Wilder.

Por cierto, hay un guiño final después de los créditos.

Los Niños de hoy en día tienen Harry Potter. Nosotros teníamos a Indiana Jones, Luke Skywalker, Los Cazafantasmas, Marty McFly, Han Solo, Superman... Algunos los conocimos en vídeo pero en su mayor apogeo. Y también conocimos a Sherlock Holmes. O una versión para la pantalla muy especial. El Secreto de la Pirámide es el claro ejemplo de como una década ha quedado grabada en un estilo inconfundible. Sencillas y eficaces películas de aventuras de carácter inocente y tremendamente efectivas e innovadoras bajo los medios técnicos con que estaban realizadas. Y emocionantes porque tenían de todo y bien contado o amalgamado: romance, acción, aventura, intriga, terror, sustos, sorpresas, giros inesperados, suspense, magia... al menos así las veíamos nosotros. Ahora la vuelvo a ver en un canal digital y me asombra la calidad que tiene esta película. A perdido poquísimo, quizás sus efectos tengan un aspecto muy artesanal y su poder innovador ha perecido pero funcionan muy bien todavía en la historia, los personajes (todos) son maravillosos y te entran ganas de seguirles en la aventura. Y quizás algunas cosas resultan excesivamente inocentes o incluso infantiles pero si nos dejamos llevar descubrimos que esa es también una de sus virtudes. Simplemente me alegro que esta producción de Spielberg continúe vigente y fresca, creo que esa era una de sus virtudes en los 80, que sus películas no han envejecido, salvo en algunos efectos especiales y que además actualmente al cine de este tipo se le pide excesos y efectismos (Transformers, Potters, Narnias...) que una obra tan artesanal como El Secreto de la Pirámide no podría hoy complacer el paladar del gran público consumidor de palomitas actual. Un film cuya acción no se detiene, donde la emoción crece y donde en un poco espacio de apenas 100 minutos no paran de pasar cosas de lo mas variadas y entretenidas. Haciendo un cariñoso homenaje a Holmes y Watson de Sir Arthur Conan Doyle. Merece la pena verla de nuevo. No es un Indy ni un Star Wars pero mantiene el tipo. Desde luego se nota que es una producción de Spielberg y quien sea aficionado a este autor entenderá porque lo afirmo. Un ocho.

Esta película quizá para muchos sea "barata" o "simple"; quizá para otros sea una de esas "para ver una vez en tu vida"; a otros nos parece magnífica. Para mí lo es porque consigue algo aparentemente sencillo, pero que a la hora de hacer una película pocos lo consiguen: el perfecto equilibrio entre la acción y el argumento. En esta película lo encontramos todo en su medida perfecta: un argumento con muchas ramas y que te mantiene interesado toda la película, y por otro lado; efectos especiales y acción, que aunque en menor medida, creo que son vitales para una gran película.
Les aconsejo que aunque no la conozcan o no les suenen los actores, de verdad que merece la pena. Por lo general no me gusta hacer generalizaciones, pero debo decirlo: esta película lleva el sello de Steven Spielberg.