La casa de los 1000 cadáveres

¡Bienvenidos, niños y niñas, bienvenidos al tren del terror! Aquí encontraréis de todo: mutilaciones, necrofilia, humor negro, zombies, sirénidos, deformidades congénitas, mad doctors, invocaciones diabólicas, payasos asesinos y toda clase de diversiones. Pasen y vean si se atreven el debut cinematográfico del ínclito Rob Zombie, ex frontman de la reputada banda de Groove Metal White Zombie, a cuya disolución prosiguió una más exitosa, sobretodo en EE UU, carrera solista. Él mismo realizaba y realiza la mayoría de videoclips en los que interviene, llenos de referencias al terror de los años 50 a 70’s, con una estética y señas de identidad propias que se patentizaron en esta explosiva ópera prima.

Se trata de una enfermiza aproximación al particular universo del espanto del amigo Zombie, cristalizado en la bizarra odisea de dos parejas que resultan víctimas del sadismo y demás chuscadas sobrenaturales de una familia de perturbados; una suerte de derivación de “La matanza de Texas”, la más evidente influencia del film, pero con un reverso todavía más desquiciante y turbador. Un cuadro dantesco pintado con bilis y sangre coagulada, sitiado por entrañables personajes como el aborrecible Capitán Spaulding, la terrible belleza de Sheri Moon Zombie, la deformidad de “Tiny”, la crueldad de “Otis” y otros elementos para el recuerdo, tanto del lado carnicero como del lado de las víctimas, que en su extremada estupidez representan en sí mismos una despiadada crítica a la white trash estadounidense.

El director juega con los límites del espectador, proponiendo un amoral canto a la libertad y el salvajismo, mediante un manejo claramente deudor de sus trabajos videocliperos y sus referentes del cine fantástico, pero yendo mucho más allá. Aparte de recursos como los insertos de los personajes hablando directamente a cámara, o los geniales flashbacks en la galería del doctor Satán, destacan otros lapsos experimentales, como cuando dilata el tiempo antes de ejecutar con pistola a uno de los personajes con una eterna cámara lenta que desafía la paciencia del espectador, incomodándole, ya que está deseando la muerte del susodicho para que finalice la secuencia. Y eso resume el espíritu de “La casa de los 1000 cadáveres”, una cinta que trata de forzar, disgustar, transgredir, de apologizar el mal gusto mediante un tour de force rupturista respecto a los cánones habituales, desembocando en una delirante parte final de puro y literal descenso a los infiernos, que ha pasado a las necrologías de lo mejor del terror de principios del S. XXI. Un festival del horror sólo apto para estómagos curtidos y carentes de empatía y, por qué no decirlo, con cierto deleite por el sufrimiento ajeno ¡Jua, jua, jua, juaaaaaaaaa! (imaginaos una risa a lo Vincent Price)…

No entiendo las demás críticas. Hoy en día que estamos saturados de bochornosas producciones tipo Hostel, parece que aquello que tiene personalísimos rasgos de estilo (como esta película) es sistemáticamente rechazado. Muy buen montaje, adecuados tonos y diferentes cromaturas perfectos para su mntaje videoclipero, una buena ración de jóvenes estúpidos y unos malos a lo matanza de texas, pero adaptado a los nuevos tiempos. Pero lo que más me gusta es el toque friki de la película, que la aleja del tono pretencioso de tantas otras. Zombie sabe lo que quiere consu primera pwelícula y no busca más, a eso le añades unas cuantas escenas de violencia rodadas con eficacia y un toque de angustia, asquerosidad y suciedad. El final no podía ser otro, aunque tópico, era ese. Infinitamente infravalorada, se convertirá en película de culto y de hecho en muchos foros ya lo es.

Floja cinta de Terror, muy predecible y además se asemeja mucho a otras como "La matanza de Texas". Cabe aclarar que antes vi "Los renegados del diablo", que es la sucesora, por lo tanto se me hacia mucho más fácil, adivinar que sucedería. El film mezcla violencia, escenas macabras y sádicas. gore, con algo de surrealismo, con una ambientación under y muy guarra. Los personajes son la mayoría tontos o exagerados. Hay muchas escenas que producen una sensación desagradable sobre todo para la gente sensible, no es mi caso, claro. Te acomodas para verla, a poco de empezar, te da la sensación que ya la has visto, sobretodo si haz mirado este tipo de cine.
Cabe destacar que la cinta intenta generar terror psicológico, algo de thriller también pero se queda en el camino. No me produce ningún tipo de miedo, ni siquiera un sobresalto.
En lo técnico, no me gusta las escenas grabadas con colores invertidos o en "negativo".

Rob zombie tuvo su banda de rock, y el rock suele tener mucho de cómic, mucho de cine. La casa... es lisa y llanamente un homenaje hiperbólico al cine de clase b; abundan las referencias a autores, actores, géneros y fechas. Podría decirse que toda la peli actúa como un enorme dispositivo que, a diferencia de Scream que ponía en ridículo las convenciones y fórmulas del género del terror, se encarga de nombrar, homenajear y rememorar el cine malo, pero desde una pasión notoriamente cinéfila.

Un grupo de jóvenes se adentra en un pueblo fantasma en busca de datos sobre una vieja leyenda local: ¿suena familiar? Por Dios, lo que hace Rob es partir de lo más básico y multipicarlo a niveles que por momentos se vuelven, diríase, contraproducentes. Y es que la trama parte de lo más sencillo pero poco a poco intenta incorporar toda secuencia, información y/o recurso estilístico posible para poder así darle a la peli un sabor a collage variopinto que termina por dejar al espectador sin aire. Por momentos, sí, La casa...satura.
El apartado técnico es formidable, la escena de los policías, en donde aparece el único ralentti de la obra me resulta, en lo personal, la secuencia más lograda.
Gore, ciencia ficción, terror, bizarro: de todo un poco y todo incorporado dentro de una peli de una hora y veinte minutos que por momentos parece inventar malabares para no hacer trastabillar el guión. No obstante, para los amantes de estos híbridos ya clásicos la peli de Rob es, me arriesgo a decirlo, imprescindible.

La tensión narrativa abandona demasiado pronto a los espectadores de 'La Casa de los 1000 cadáveres': transcurridos apenas cinco minutos de película uno se percata y comprende que la expectativa con la que se iniciaba el visionado jamás será, siquiera, igualada. Lo que resta de duración será objeto de desinterés.

El servidor fue consciente demasiado pronto de ello pero aún así decidió contemplar con desidia y desgana la hora y cuarto restante, la cual se podría resumir en una primera parte de diálogos malos no, directamente infames y unos últimos treinta y cinco minutos de cutre carnicería sin el más mínimo suspense ni sentido argumental.

El continuo e irritante montaje paralelo no aporta nada y sospecho que es introducido con el fin de llegar a un mínimo de duración. Se ve que el director no estaba inspirado para esbozar un guión que diese para hora y media de película y lo sabía, por lo que abusó de ese desagradable recurso. Poco más que añadir, la película no tiene nada de interés por lo que ser recordada, me parece muy mala no por lo desagradable que me resulten las atrocidades filmadas (que por otro lado, encuentro todo muy soso y estúpido por no hablar del tufo de película amateur que rezuma este título de manera constante) sino por la ausencia de un guión desarrollado con coherencia.

Simplemente no la veáis, prescindid de ella. No hagáis como yo. Elegid otra.