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Cámara sellada

Drama Adam Hall es un joven abogado de 26 años cuyo padre se suicidó cuando él era un niño. Ahora deberá utilizar todos los recursos a su alcance para defender a su abuelo Sam Cayhall, un antiguo miembro del Ku-Klux-Klan, acusado de asesinato y que espera su ejecución en el corredor de la muerte. Cayhall, líder de la supremacía blanca, será enviado a la cámara de gas en 28 días si su nieto no lo impide... Basada en un best-seller del popular John Grisham. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 18
Críticas ordenadas por utilidad
1 de junio de 2009
13 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por qué tengo la sensación de que siempre que veo una peli sobre la pena de muerte estoy viendo la misma una y otra vez? Y mira que hay, y que son diferentes en cuanto a calidad (ésta de las más flojitas y tópicas) pero es que se repiten tanto que llega un momento en que las confundes todas.

Ésta en particular no hay por dónde pillarla. Y eso que para mí Hackman es casi un aval, pero aquí ni con su presencia tiene la cosa remedio. Un montón de topicazos sobre la América profunda, unos personajes sin ningún tipo de matices, un guión simple como él sólo... Juro que no soy partidaria de la pena de muerte, pero a veces viendo estas cosas mis convicciones se tambalean. Tan malos son los malos y tan buenos los buenos que dice una: "bueno, tampoco pasa nada por quitarnos de enmedio a unos cuantos. Más se perdió en Cuba".

En fin, un asquito.
Talía666
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29 de abril de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por el asesinato, mediante una bomba, de dos niños gemelos y la amputación de su padre, Marvin B. Kramer, un abogado defensor de los derechos civiles que luego se suicidaría, Sam Cayhall, exmiembro del Ku Klux Klan, enfrenta ahora -29 años después-, una segura condena a muerte con gas letal, pero, al enterarse de esta sentencia, y cuando sólo faltan 28 días para la ejecución, su nieto, Adam Hall (su familia cambió de apellido ante la vergüenza que su pariente les trajo), decide defenderlo, siendo éste su primer caso de un condenado a pena de muerte.

Para todo el mundo, Cayhall es una causa perdida y están en cero las probabilidades de ganar el caso de apelación en busca de cambiar la decisión por la cadena perpetua, pero, Adam decide seguir adelante… quizás con la esperanza de resarcir el nombre de su familia.

Singular historia la que nos ofrece, en esta ocasión, el brillante escritor John Grisham, donde el defendido es un lamentable personaje que, heredero de las enseñanzas y el ejemplo de una rezagada familia y también de la peor escuela del sur de los EEUU (racistas acérrimos, antisemitas y miembros del Ku Klux Klan por varias generaciones), tiene en su prontuario varios asesinatos de seres inocentes.

Lo positivo de la historia es que, siendo el caso de aquellos en los que todo está en contra del reo de turno, Grisham le concede el legítimo derecho a una defensa profunda por razones de significativo peso: 1. No es escaso ni raro, que, a un individuo con un amplio historial delictivo, se le terminen cargando casos en los que nada tuvo que ver para así cubrir a terceros. 2. Pudieron haber existido cómplices del reo no identificados, cuyo rol quizás fue mayor, y es necesario y válido aclararlo. Y 3. Quizás sirva la ocasión para descubrir valores o para dar la ocasión al condenado de redimirse en parte con la sociedad, sus familiares y/o sus víctimas… ¡y esto bien vale la pena!

¿Qué cosas de estas aplicarán aquí? Vale la pena verlo, porque, muy acertadamente, “CÁMARA SELLADA” es un filme que pretende adentrarse en el alma, en las razones sociales y el aliento humano que explican a los más infames hombres que se mueven por el mundo. Porque nadie es completamente malo, al igual que nadie es completamente bueno, y esta polaridad, es la que alienta la esperanza o la inseguridad… y también, en muchos casos, inspira el entendimiento y el perdón.

Con un guión de William Goldman y Chris Reese, basados en “The Chamber” (1994), quinta novela de John Grisham y quinta adaptada al cine, James Foley consigue uno de sus más interesantes trabajos cinematográficos, logrando plasmar una historia particularmente humana donde las leyes, los delitos y la condenas entran en un segundo plano, para dar espacio a esa búsqueda del aliento de humanidad que, en ciertos hombres, se preserva profundamente oculto, pero sin que se apague definitivamente su calor.

Gene Hackman, como Sam Cayhall, nos ofrece otra sólida actuación que lo sigue reafirmando como uno de los grandes de la última mitad del siglo XX y es, claramente, el que por este lado salva la situación, porque, Faye Dunaway, resulta poco afortunada en un rol dramático que apenas le exige poner cara de pesadumbre: la hija alcohólica del hombre que “destruyó a todos los que consiguieron acercársele”. Y Chris O’Donnell, sin ningún relieve como el joven abogado, pero, en general, comedido como el pequeño ratón que pretende defender a un elefante.

Y de nuevo, queda uno con la más clara sensación de que, el Ku Klux Klan (movimiento de ideología nazi-fascista que practicó las más infames agresiones, violaciones y ejecuciones entre las minorías raciales), junto con la HUAC (comité reaccionario que cometió enormes atropellos contra el arte y la cultura), han pasado a la historia como dos de las mayores abominaciones que han producido los Estados Unidos de Norteamérica.

Título para Latinoamérica: EL SECRETO
Luis Guillermo Cardona
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8 de noviembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de una de las novelas menos conocidas de John Grisham sobre un joven abogado llamado Adam may (Chris O´Donnell), que quiere encargarse de la petición de clemencia de la pena capital de su abuelo Sam Cayhall (Gene Hackman), un antiguo miembro del Ku Kux Klan con el que no ha tenido nunca relación. A falta de veintiocho días para la ejecución Adam tiene que reconstruir los principales sucesos del caso lo cual saca a relucir oscuros secretos de la familia. "Cámara sellada" es un buen drama judicial lleno de parlamentos intensos y alegatos en contra del racismo y la pena de muerte aunque falla un poco en las escenas mas dramáticas. El gran acierto de la película es la elección de Gene Hackman como Sam Cayhall, Hackman interpreta de forma brillante a un personaje desagradable, antipático y resentido, todo lo contrario que Chris O´Donnell que simplemente no da la talla y mucho menos cuando le toca compartir secuencias con el genial actor. La película es prácticamente una adaptación literal de la novela, sin cambios ni sorpresas, un buen drama judicial con el sello Grisham y Gene Hackman de protagonista, poco mas se puede pedir.
Scarface
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8 de marzo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La novela de John Grisham es una maravilla, como la mayoría de las que escribe, no estoy para nada de acuerdo en que es una de las más flojas como he leído por ahí.

Teniendo esto en cuenta me cuesta creer la nota tan baja que tiene. Cámara sellada presenta muchos frentes a tener en cuenta, por un lado nos encontramos con la cuenta atrás de 28 días para Sam Cayhall, un antiguo miembro del Ku-Klux-Klan que fue condenado en 1980 por el asesinato de dos niños. Ahí es donde aparece Adam...su nieto, quien lucha contra los fantasmas de su pasado, un abuelo asesino, el suicidio de su padre y la oscura relación de su familia con el racismo.

La trama es muy interesante, ya que le añadimos el plus de ir contrarreloj no solo para intentar descubrir algo que pueda salvar al viejo Cayhall, sino también para soñar con llegar a conocer algo de su personal para poder comprender todo lo demás. En mi opinión lo mejor de la película es la química que existe entre los dos personajes principales, Chris O'Donnell (Adam) y Gene Hackman (Sam). Cada diálogo, cada mirada, cada silencio mientras están juntos, vale el precio de una entrada. A diferencia de otras obras de Grisham llevadas al cine, ésta tiene un ritmo poco pausado, con lo cual no se te hace nada aburrida. También hay que tener presente lo poco referente a juicios y juzgados que veremos en pantalla.

Me ha gustado mucho la parte dramática que esconde la historia, en especial como los diferentes personajes de la historia van abriendo su corazón y se desahogan quitándose una carga de años. La escena en prisión con su antiguo compañero del Ku-Klux-Klan deja las cosas bien claras de lo que es primordial...la sangre.
THE CROW
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21 de agosto de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que la mayor cualidad del ser humano es la capacidad de sentir como suyo el dolor ajeno. Lo que viene siendo la empatía. Pues bien, he de decir que este es asunto troncal en la película, ya que lograron, no sé exactamente si el director, el escritor, los actores o todos en conjunto, que sintiese enormemente la próxima muerte de un tipo despreciable como Sam Cayhall.

Estuve a punto de pasar de largo de “Cámara sellada” por algunas críticas que pude ojear, pero gracias a Dios no les hice caso. Como siempre, la objetividad brilla por su ausencia y mientras elevan truños infumables, destrozan productos modestos pero bien hechos como este. Quiénes me hicieron rehusar la idea de evitar esta película fueron John Grisham y Gene Hackman. Del escritor norteamericano he leído varias novelas y he visto otras tantas de las adaptaciones cinematográficas que se han hecho de su obra. Si bien es cierto que nunca logra ser demasiado profundo ni trascendente, sí que impregna de interés y garra a sus trabajos, siendo todos ellos fáciles de adaptar.

No había leído “Cámara sellada”, por lo que llegué a la película sin saber nada y esperando poco, dadas las circunstancias relatadas y la poca repercusión que tuvo, y me he encontrado con un drama judicial enérgico, mezclado con las penurias que dejó el fanatismo supremacista en una familia de Mississippi. A destacar la escena en la que Faye Dunaway cuenta algo que sucedió cuando era pequeña. Si a eso, o las conversaciones que mantienen Hackman y O'Donnell, no le encontráis chicha, yo ya no sé.

Gene Hackman es un maestro absoluto, un actor de esos que te eleva cualquier cosa. Lo que hace aquí es tremendo. Chris O'Donnell aguanta el tipo frente a la bestia. No es Brando, pero tampoco es peor que Eastwood, Costner o Cruise, por mentar a algunos que os encantan. Es más, a mí me ha gustado. Cierra el reparto una lúcida Faye Dunaway que sabe representar la caída de su personaje, presentado como fastuoso y que terminamos descubriendo atormentada, miserable e incapaz de superar algo que ni siquiera hizo. A propósito, uno de los pocos errores de "Cámara sellada" tiene que ver con el reparto. Con su parvedad, concretamente. Si algo debe tener las películas judiciales son muchos y lustrosos actores para representar a tanta gente como aparece, y aquí sólo lucen los mencionados.

"Cámara sellada" triunfa por lo dicho y, sobre todo, por un final poco edulcorado*(1), al contrario de lo que suele suceder en Hollywood. Y mira que no soy partidario de la pena de muerte, pero al final comprendes que, de alguna manera, es lo que toca dentro del contexto. Porque ya no hay solución, porque la vida de Sam ya es no vida, porque hizo cosas imperdonables*(2) y porque la justicia no siempre es justa; y las películas deben reflejarlo, mejor si es como sucede aquí: sin dramas desorbitados ni ademanes furibundos. Es adulta, dura, robusta, con corazón, aunque fracturado, y de pulso firme. Mención especial para la nitidez de su imagen y para la finísima banda sonora de Carter Burwell.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jaime Flores
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