Cámara sellada

Una película que cuenta un trozo de vida, una parte de una historia que se intuye compleja, enmarañada y llena de matices donde ni los buenos son tan buenos ni los malos lo son tanto. Una historia llena de enseñanzas donde quien tenga suficientemente abiertos los ojos verá que la intolerancia, el racismo y el desprecio por el prójimo nunca llevan a nada bueno. Excelente actuación de Gene Hackman y suficiente la actuación de Chris O'Donnell.

James Foley es un director irregular, capaz de perpetrar desastres como, “Two Bits”, “Hasta la noche mi amor”, “¿Quién es esa chica?”, y realizar films interesantes como, “Éxito a cualquier precio”, basado en una obra de David Mamet, “Pasión obsesiva”, un thriller de temática juvenil y este que nos ocupa, “Cámara Sellada”, basado en un libro de John Grishan.

Escritor que durante los años noventa, ha gozado de una gran popularidad, pues se han llevado al cine la mayoría de sus novelas: “El informe pelícano”, “La Tapadera”, “Legítima defensa”, “El cliente” y “Tiempo de matar”. Dirigidas respectivamente por: Alan J. Pakula, Sydney Pollack, Francis F. Coppola y las dos últimas de Joel Schumacher. Foley es el último en adherirse al club de directores seducidos por la narrativa de Grishan.

La película es un claro alegato contra la pena de muerte, máxima pena muy extendida por la mayoría de Estados de la Unión, suscitando mucha controversia. Narra la historia de un anciano activista del Ku Klux Klan, Sam Cayhall (Gene Hakman), condenado a muerte por un atentado en el cual, resultaron muertos dos niños, y que destrozó la vida de dos familias, la de las víctimas y la del verdugo. El nieto de Sam, Adam Hall (Chris O´Donnell), que ejerce como abogado en Chicago, decide intentar salvarle la vida.

El director se centra en la relación entre el abuelo y el nieto, sin olvidarse de denunciar el racismo, la corrupción política y el resurgimiento del fascismo. Faye Dunaway hace un gran papel, dando vida a la “Tía Lee”, hija de Sam, que intentará ayudar al sobrino abogado, muy buen trabajo de Chris O´Donnell, y finalmente destacar la soberbia actuación de Gene Hackman en el papel de Sam, un terrorista corroído por el remordimiento.

El mayor aliciente de esta película es poder ver la interpretación de Gene Hackman. El actor interpreta a un hombre que está en el corredor de la muerte y le faltan escasos días para que sea ejecutado. Al principio se nos presenta como un hombre arisco, racista (pertenece al Ku-Klux-Kan) e incapaz de sentir nada. Pero según va transcurriendo la trama y va llegando su hora, se ve la evolución del personaje y es aquí donde radica lo interesante del film.

Por todo lo demás, es la típica película/denuncia sobre la pena de muerte y los conflictos familiares que se crean a su alrededor la cual no aporta nada y la única intriga es saber si al final el personaje encarcelado se va a salvar o no.

Resaltar la flojísima actuación de Chris O’Donnell, el cual tuvo un pequeño momento de gloria en su carrera, pero que al final el tiempo pone a cada uno en su lugar, y será el típico “guaperas” pero como actor es bastante pésimo.

Si el año pasado fue `Pena de muerte´ en este le toco el turno a la novela de John Grisham, que como sabemos todos ya a estas alturas es un best seller, y por esta lógica razón se merecia una adaptación al cine, que afortunadamente salió bastante bien al igual que la de `Pena de muerte´ que también fue una adaptación de una novela. El caso es que esta película está muy bien hecha, ya que es de esas que tienen un argumento más que interesante que engancha desde el primer momento, deseando saber como acabar el asunto.
En cuanto a la novela, aún no me la he leído, pero lo haré más adelante, ya que como he dicho al principio de esta crítica es un best seller, y eso signífica que debe ser una auténtica pasada de libro, así que no me lo pienso perder.
Volviendo a la peli, también quería decir que el éxito de esta se debe a que el film cuenta con buenos actores, además de un buen guión adaptado de la novela.

Imprescindinble.

Es una película que, pese a abordar un tema bastante trillado, tiene algunas virtudes que la hacen recomendable: una buena recreación del ambiente sureño, un ritmo que mantiene siempre el interés y una reflexión sobre la importancia de la educación familiar y la responsabilidad de los padres en la transmisión del racismo y la intolerancia. En cuanto a las interpretaciones, tan comentadas en el foro, siempre es un placer ver a Gene Hackman y Faye Dunaway, aunque podamos sentir nostalgia de otras películas en las que muestran un mayor esplendor. En cuanto al protagonista, Chris O'Donnell, me parece que está bastante bien en su papel de nieto sensible e idealista.