Rey de ladrones

Siempre nos quedará la duda de cual hubiera sido el resultado si el afamado documentalista James Marsh con títulos tan sobresalientes y premiados como "Man on Wire" (2008) o "Proyecto Nim" (2011), hubiera elegido esa opción para narrar el robo de joyas de Hatton Garden hace tan solo cuatro años, por una banda de jubilados que aplicaron sus recetas tradicionales para "entrar" y se olvidaron de reciclarse a los nuevos tiempos para "salir". Ladrones analógicos en tiempos digitales, se ha escrito con acierto.

El caso es que el mayor robo de joyas de la historia de Inglaterra merecía una película que hiciera honor a la larga y fructífera tradición que el cine inglés atesora en el género de robos y que homenajeara de paso a los actores sagrados que componen esta banda mal avenida. Muchos de ellos con un curriculum en el género más que brillante. Pero no es el caso y Marsh realiza una cinta tan chapucera, falta de estilo y glamour  como el propio robo. A lo mejor se trataba de eso. El guión deslavazado, confuso, con un montaje anárquico  que fuerza un ritmo y una tensión que la película nunca alcanza. Los personajes más allá de soltar gracietas sobres sus achaques y ejercer de enanitos gruñones entre ellos son un remedo de sus pasadas glorias como actores. Ya se sabe que Sir Michael Caine no desprecia ningún trabajo que le ofrezcan, pero a su edad (87 años) merecería dejarnos mejores recuerdos de su etapa final.

Para compensar la frustración me voy a ver (les recomiendo que también lo hagan) "Oro en barras" (Charles Crichton / 1951). !Qué tiempos!.

cineziete.wordpress.com

El argumento está tan manido que se tiene la impresión de haber visto la misma película veinte veces. La novedad está en la edad de los protagonistas y en la veracidad de los acontecimientos. La trama no está muy bien detallada. No se narra de forma clara y concreta como fue la gestión, planificación y preparación del golpe. Hay momentos muy logrados, como la música del Cascanueces de Tchaikowsky con ritmo de jazz, que suena mientras se perpetra el robo sin nada de nerviosismo. Lo mejor del desarrollo es lo que pasa después. En cualquier caso, el reparto de actores hace que merezca la pena la película, aunque la realización sea mejorable. Siempre se encuentran detalles con chispa, como las fotos históricas que aparecen en alguna secuencia del film.

Me encanta el subgénero en que se ha convertido las pelis de atracos, y rara vez suelen defraudar, pero no sabría porque decios que esta me ha dejado mas frio que un tempano.
A pesar de un reparto de campanillas en ningún momento nos logran transmitir los nervios y la emoción ante un golpe de tanta envergadura, ni nos logramos meter en la historia, quizás sea porque su director el irregular JAMES MARSH, nos lo cuenta de una manera atropellada y donde las imágenes no hacen sino ser un mero artificio visual, sin explicarnos absolutamente nada, no se sabe si por cortes en la sala de montaje.
Descafeinada y poco recomendable cinta de este veterano grupo de atracadores.

Muy floja película en donde un grupo de veteranos ladrones decide robar una joyería, pero todo es muy enredado, cansino y sobre todo aburrido, con diálogos en su mayoría que no conducen a nada y con chistes que no dan gracia. Es elogiable y por lo único que vale la pena, es ver aunque no alcance, a Michael Caine quien con sus 85 años a cuestas todavía tenga ganas de hacer cine aunque no eligió el mejor guión. Del resto no se destaca nada ni siquiera las actuaciones ni mucho menos el guión. Desechable.

Me he aburrido tanto mientras la veía que me he puesto a buscar las críticas de FilmAffinity, a ver si me estaba perdiendo algo.
He comprobado que a la mayoría le ha parecido un tostón, y mientras pensaba si le ponía un 2, un 3 o un 4... he visto que alguien la ha calificado de 10.
Lástima que no haya escrito la crítica para iluminarnos a los invidentes, una de las virtudes teologales: enseñar al que no sabe.