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El sueño de Casandra

Drama A pesar de sus apuros económicos, Ian (Ewan McGregor) y su hermano Terry (Colin Farrell) compran un velero de segunda mano, llamado "Cassandra's Dream", para salir a navegar los fines de semana. Ian conoce a Angela (Hayley Atwell), una atractiva actriz que acaba de llegar a Londres con la esperanza de alcanzar el éxito, y se enamora de ella. La pasión por el juego de Terry pondrá a los dos hermanos en una situación muy delicada, aunque ... [+]
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Críticas 152
Críticas ordenadas por utilidad
4 de febrero de 2016
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Se trata de una historia con tintes dostoievskianos (Crimen y castigo) y una indirecta evocación a Homero: El sueño de Casandra, que en la película no es más que el nombre de un galgo de carreras y luego el nombre de un velero, que hace referencia a una profecía desatendida de la saga homérica. Cuando finalizó el rodaje, Woody Allen afirmó que la tragedia había sido siempre su vocación: "Ahora que soy viejo, puedo dedicarme a ella."

Película magistralmente dirigida por un Allen con elegancia y cuidado. Allen, a pesar de sus setenta años de entonces, escribe y realiza uno de sus mejores filmes sobre la condición humana, junto a obras del estilo de Delitos y faltas de 1989 (terrible historia de un egregio doctor perfectamente instalado social, profesional y familiarmente, cuya chantajista y resentida amante pretende destruirlo); o Match Point, 2005 (angustioso relato sobre un individuo “trepa” y jugador de tenis que mira expectante si la pelotita va a traspasar la anhelada red o va a caer en su propio campo). Películas que como la que ahora comento, hablan de cómo las personas pueden llegar a reventar las normas y principios más básicos e inamovibles, con tal de salvaguardar el estatus social, la economía o la ambición personal más abyecta.

Esta historia habla del ansia por los sueños imposibles, sueños que son palmariamente inalcanzables para la vida de los protagonistas. Al inicio se apuntan o señalan esos sueños, esas metas. Y cuando la cosa parece llevar un rumbo inequívoco, la cosa se torna duda. Es decir, a los protagonistas se les presenta la ocasión de conseguir lo que codician a cambio de un acto desatinado y brutal. La cinta plantea la pregunta de qué cosas uno sería capaz de hacer para alcanzar sus sueños. Ese es quid de la película. Y el hilo conductor, el barco de nombre "Cassandra's dream", único refugio de ambos hermanos de moral aparentemente opuesta, lo cual que se puede discutir.

En cuanto al reparto, todos sus protagonistas están de lujo: Ewan McGragor, Colin Farrell, Ton Wilkinson, Ayley Atwell, Sally Hawkins y Aidan McArdle. Y no solamente actores y actrices están sembrados, sino lo más importante, hay unión, sintonía, química y conjunción en el equipo actoral, algo para lo que Allen es también un genio.

Cuando veo este tipo de obras de Allen, se me ocurre pensar por qué sigue insistiendo en las comedias, y por qué no hace más pelis tipo thriller o drama o tragedia. Y es que Allen sabe hurgar a fondo en los lados oscuros de la naturaleza humana, y eso es un elevado valor en general, y en el cine en particular. Y no es sólo que analiza el espíritu humano y sus múltiples debilidades y paradojas, sino que el relato que hace de ello, por ejemplo en este film, involucra al espectador y parece que te empiezan a sudar las manos o a tener palpitaciones porque lo que estamos viendo es realmente brutal. Saltar por encima de todas las líneas rojas de la moral, de los tabúes, con el mero objetivo de saldar una misérrima deuda o conquistar a una bella mujer, que por más bella que sea, no merece el tormento de la culpa inexcusable o la tortura del remordimiento insondable.

El sueño de Casandra es una historia que habla también y obviamente del sentido de culpabilidad, de esa instancia interna ética, normativa, ideal e ideológica que introyectamos por la fuerza de la educación paterna fundamentalmente, y que en psicoanálisis se denomina Superyo. El Superyo funciona en no pocas ocasiones como una especie de Pepito grillo interior que a veces con vehemencia nos canta las cuarenta despiadadamente, cual inaprensible e irracional llamada de conciencia que en el caso de Terry lo atenaza con el pánico de haber transgredido la moral que supone el asesinato; pequeños diablos interiores que no dejan dormir al personaje y le martillean el cerebro y el alma cuando ya la falta o mejor el pecado se ha consumado. A partir de aquí píldoras, insomnio, remordimiento pertinaz, devastadores fardos mentales y la inaplazable necesidad de desahogo, de reparación y de redención.

Se trata desde mi modo de ver de una gran película de Allen, de las mejores, de gran fuerza, capaz de arrastrar al espectador con el vaivén del barco y de los ladeos morales de sus personajes, película con una densidad inaudita. Tal vez por eso a alguna gente no le guste o, como también ocurrió en su momento, directamente que pase de ella. Se llaman “defensas psicológicas”. Como muchos dicen: “yo no voy al cine a comerme el coco”. Como si todo tuviera que ser un chiste o mera acción. Reflexión no, gracias. Gracias a ti, Allen, por esta tragedia hipervoltada.
Kikivall
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17 de mayo de 2016
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"Cassandra's Dream" es de los pocos largometrajes de Woody Allen que no se dedican en su trama principal a la comedia y al romance revistos y manidos en su cine (podría enumerar más de 20 films), en esta ocasión nos topamos con un film sobre un crimen y un estudio de sus criminales personajes protagonistas. A pesar de no ser la tónica habitual en su cine, no es la primera vez que Allen toca las intrigas de estilo "hitchcockiano" con toques de delicioso humor negro de por medio... y de reflexión sobre la ambición humana y el traspaso de las líneas éticas por culpa de la codicia. Woody Allen ya trató estos temas (en ocasiones con más fortuna que en otras) en "Delitos y faltas" (1989), en su considerada obra maestra "Match Point" (2005) y en la reciente y olvidable "Irrational Man" (2015).

Sin embargo debo admitir que es "Cassandra's Dream" el film de Woody Allen sobre esta temática que más he disfrutado y me ha resultado más equilibrado, cuidado y rítmico tanto en su libreto como en su puesta en escena. ¡Es más!, me ha gustado mucho más que "Match Point" (film que consideraba la gran obra de Woody Allen (junto a "Blue Jasmine" y a "Annie Hall") hasta que he podido visionar esta pequeña (e injustamente olvidada) joya que es "Cassandra's Dream"), pues veo en "Cassandra's Dream" un film que no divaga en su trama, que cuenta con las escenas exactas y calibradas para su historia y con la duración justa.

Pues "Cassandra's Dream" es un film dinámico que ni aburre ni cuenta con escenas accesorias que no aportan nada. En "Cassandra's Dream" todo cuenta, ya sea para describirnos la edificación de sus insaciables pero humanos personajes, ya sea para cimentar y erigir una intriga homicida de gran interés y curioseo durante el metraje. Su guion no es precisamente original o novedoso (esta es la historia de un joven irlandés (un Ewan McGregor en una de sus mejores interpretaciones) amante del lujo y de la apariencia que ambiciona una vida más elegante y suntuosa que la que tiene como hijo del dueño de un barucho. Y a este treintañero se le presenta una gran oportunidad para dar este paso que él considera vital... una oportunidad que traspasa la ética. Es entonces cuando surgen no solo las dudas entre su personaje y los que le rodean, sino las complicaciones legales. Estamos ante algo que el mismo Allen ya nos ha relatado en varias de sus obras... lo cierto es que "Cassandra's Dream" rememora en varios puntos a "Match Point"), sin embargo se relata con un empaque, una atención, una meticulosidad y en esmero del todo agradecidos.

"Cassandra's Dream" nos lleva con gusto y deleite tanto por su guión como por sus escenarios, por bellos encuadres (ya sean en la vida real de Ian por el Londres del suburbio o en su vida fingida de opulencias de hermosos veleros o impulutos Cadillacs). Este film es de los más bellos plásticamente de Woody Allen... y eso es decir mucho teniendo en cuenta largos suyos como "Manhattan" o "Match Point". Allen hechiza sin esfuerzo al espectador en "Cassandra's Dream" gracias a su pulcra cinematografía (aunque la fotografía no vaya a pasar a la historia del cine, presume de un gran uso de la saturación de los colores y de una apacible iluminación) y su realización (todos los encuadres de Allen en "Cassandra's Dream resultan espléndidos. Destaco sus paneos y zooms a la hora de mostrarnos las navegaciones en el barco del título del film), pero también hechiza por un guión muy bien medido, que nos muestra personajes de lo más humanos que resultan ser muy bien interpretados (el siempre solvente Ewan McGregor consigue una de sus mejores actuaciones encajando como un guante en su ambicioso y ciertamente superficial personaje, personaje al que dota de detalles de sutileza (impagable como se le ilumina la cara cada vez que se imagina viviendo en California como un magnate) y de complicidad. Admito que no es un actor al que vanaglorie como a DeNiro o Day-Lewis, no es un actor capaz de imprimir un carisma arrollador a sus personajes, pero su interpretación natural y perspicaz en "Cassandra's Dream" merece una mención especial. Este guaperas amante de la opulencia le viene al actor escocés como anillo al dedo. Colin Farrell (en mi opinión un actor de lo más mediocre) por su parte pone el contrapunto perfecto encajando también como un guante en su personaje de hermano de Ian, un hermano cargado de vicios y de remordimientos... Farrell se luce como nunca... incluso más que "Escondidos en Brujas". Hayley Atwell se convierte en una de las mejores féminas "objeto de deseo" del cine de Allen, su belleza en la pantalla es inconmensurable. Y de Tom Wilkinson poco se puede decir a estas alturas, pues personaje que toca, personaje que convierte en oro (por muy secundario que sea como es este caso). Sally Hawkins por su parte realiza un papel testimonial) y compartir una gran química (en especial McGregor y Farrell como hermanos y colegas inseparables), algo que el film agradece en cada minuto. Estos personajes se cimentan notablemente y, cuando Allen da rienda suelta a la trama de intriga y suspense criminal, el espectador la devorará siempre con regusto y sin remedio dando lo mismo el número de visionados del film.

Estamos pues ante una cinta de drama criminal con varios toques de sátira espabilada (destaco especialmente el pretendidamente superficial personaje de Atwell) de Woody Allen que no nos cuenta algo que no haya relatado ya, pero lo cuenta mejor que nunca, con un libreto tan ponderado y juicioso como feraz y productivo, con una atrapante puesta en escena y con unas interpretaciones en sus salsa. De lo más recomendable, una pequeña y apetecible joya dentro del cine de Woody Allen que enriquecerá a cualquier espectador aficionado al buen cine.

Lo mejor: El ritmo del metraje (gracias al empaque de su guión y a la destreza de Allen como realizador).
Lo peor: El guión, a pesar de ser notable, está falto de detalles dramáticos realmente profundos (algo que "Match Point" sí nos dió).
Spark
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29 de agosto de 2017
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El sueño de Casandra (2007) es una extraña película, en la que Woody Allen, acompañado por la inquietante, y absorbente música minimalista de Philip Glass, nos acerca hasta los conflictos cotidianos de una familia común en la que no vemos escritores fracasados con problemas para editar o poco aceptados, sesudos intelectuales universitarios que pretenden arreglar el mundo desde los pupitres, eruditos pensadores devanándose los sesos por encontrar imposibles respuestas a la existencia humana, ignorados o admirados profesionales de la educación que hicieron mella, glamurosos ambientes , doctores especialistas buscando la solución imposible al inconstante hipocondríaco…, aquí, Woody Allen nos habla de un matrimonio y sus dos hijos, planteamiento tan mínimo como la minimalista música de Philip Glass, posiblemente la principal característica en El sueño de Casandra, junto a personajes poco o nada habituales en su filmografía anterior a la película que nos ocupa.

Se trata de un sombrío y sórdido metraje sobre lo imposible. El entorno: un barrio y una familia de clase obrera media, con un padre delicado de salud, una madre siempre esperanzada y dos hijos con un único objetivo común: salir de la miseria y de la pobreza por medio del juego y de las apuestas de Terry Blaine (Colin Farrell) o, por implicación en futuras inversiones hoteleras el otro, Ian Blaine (Ewan McGregor). Al grupo hemos de añadir al tío Howard Swann (Tom Wilkinson) que vendrá desde la otra parte del mundo a pasar unos días y a solucionar los problemas económicos de todos.

Las deudas de juego desesperan a Terry que además comprometen a Ian. La proverbial visita del tío Tom, puede solucionarlo todo, o casi, aceptar las ayudas, sí, pero a canvio de un trabajito, que les sorprende: de implicarse o rechazar la odiosa propuesta de tío Howard dependerá la solución de sus asfixiantes problemas. Las parejas de ambos: Kate (Sally Hawkins) y Angela (Hayley Atwell) tienen la imperceptible sensación que desde la llegada de Howard crece la tensión emocional y el grado de implicación de ambos en los diferentes conflictos domésticos. Terry no puede detener su imparable deuda, Ian, para evitar preocupaciones a sus padres, Dorothy (Clare Higgins) y Brian (John Benfield), trata de solucionarlos por vías no demasiado ortodoxas.

Finalmente aceptan el encargo que cambiarán sus vidas. La conciencia de Tom, le pesa mucho, demasiado para el mecanismo perdedor de un ludópata que se esconde entre crecientes angustias, horas en blanco y profundo deseo de arrepentimiento, no viéndose con fuerzas para superar sus estados emociónales arraigados en la conciencia y la culpabilidad, superándole todo tipo de contención emocional. Para tranquilízalo y darle ánimos, Ian organiza una salida en el velero Cassandra’s Dream que compraron juntos.

En alta mar planean como organizar los problemas derivados de sus acciones y solucionarlos, Terry ignora el verdadero sentido de la salida. Ian, se han puesto de acuerdo con tío Howard para solucionar el problema del inestable hermano depresivo, inseguro, perdedor y arrepentido, la insostenible carga emocional es superior a su propia realidad. La respuesta a los problemas se solucionan en alta mar a bordo del Cassandra’s Dream; paralelamente Kate y Angela, ignorantes de la situación real en la que viven sus parejas, centran sus preocupaciones en comprar ropa, esperando el regreso de Ian y Terry…

Interesante trabajo de nuestro realizador y su arriesgado atrevimiento por explorar terrenos nada habituales en su filmografía. Destacar las interpretaciones de Colin Farrell y Ewan McGregor y la interesante provocación de las inquietantes armonías llenas de apropiadas, latentes y grisáceas gradaciones sonoras entre amplias tesituras; un buen ejemplo de cómo la inusual banda sonora se impone al tradicional recurso (absolutamente valido) aglutinador de los clásicos de múltiples estilos y géneros musicales en el cine de Allen, convirtiendo El sueño de Casandra es un valioso y complementario diálogo entre dos trabajos opuestos, poco conciliables: el sobrio y umbrío minimalismo descriptivo de Philip Glass, frente al inestable y atormentado barroquismo de los personajes que Woody Allen ponen en escena.
avanti
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22 de abril de 2020
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Admiro mucho el trabajo del director Woody Allen, y aunque no he tenido el gusto de ver toda su filmografía he visto algunos títulos que son considerablemente mejores a este filme.

El filme por sí solo nos da una trama bastante sencilla pero hecha todo un embrollo gracias a la moral en duda que tienen nuestros personajes al verse obligados a hacer algo que no quieren con tal de mejorar. La actuaciones de los protagonistas como es de esperarse con Colin Ferrell e Ewan McGregor son bastante buenas y realmente nos venden esa "hermandad" que vemos en pantalla.

Hay momentos que pudiera caer en lo aburrido o repetitivo de ciertas escenas, pero nunca deja de entretener con esos buenos y extensos diálogos.

Creo también que el final pudo haber sido mejor considerando quién está detrás del proyecto pero al igual siento que es en parte justo. Es buena, pero definitivamente no la mejor de Allen.
Alex
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12 de mayo de 2020
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Es cierto que ya hemos visto en otras películas estas mismas obsesiones de Woody Allen, pero podemos seguir planteándonos preguntas éticas mientras vemos la película. Vuelve a hablar Woody Allen de las infidelidades, de la moralidad, de celos, de ética. ¿Qué pasará por su cabeza para tener esas obsesiones?

La película mantiene el ritmo en todo momento. Te mantiene tenso esperando cómo se desarrollan los acontecimientos, y eso no es fácil de conseguir, en cualquier momento pudes perder el interés, pero Woody Allen nos mantiene pegados al sillón hasta el final. Se sufre mucho con los personajes durante el film y se pone muy interesante en algunos tramos y a mí me ha gustado mucho la tensión que genera.

Lo mejor: Hayley Atwell
Lo peor: El tema está un poco ya trillado en la filmografía de Woody.
Federico Pérez
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