El sueño de Casandra

El novio celoso le pregunta a su churri: "¿Serías capaz de acostarte con un director para que te diese un papel en una película?" y ella responde "Hombre... depende de qué papel... y depende de qué director... y depende de cuantas copas me hubiese tomado..." El tío confiesa no haber quedado muy contento con la respuesta y ella dice "Pues mira, a mí tampoco es que me haya hecho gracia la pregunta".
Y esto es lo más parecido a un chiste que hay en la última película de Woody Allen.

Pero bueno, al menos no es un dramón berganiano como lo de Septiembre o Interiores, sino que sigue con el rollo a lo Patricia Highsmith que le funcionó tan bien en Match Point. Hay suspense e intriga y hay dilemas morales gordos que recuerdan a Delitos y faltas.

Y el cliché dice que todas la pelis del gafotas judío son parecidas, y, a la que saca algún personaje inseguro todos los listillos lo señalan con el dedo y dicen "¡es él! ¡siempre se retrata a él mismo! ¡son películas autobiográficas!", y quién más quién menos habrá leído sesudos análisis que dictaminan que (como cualquier hijo de vecino) Woody Allen está obsesionado con a) el sexo, b) las ideas religiosas que le inculcaron de pequeñito, c) las relaciones sentimentales, y d) la muerte...

Pero ojo, si no me he descontado ésta ya es su tercera película (de un total de tropocientas) en la que insinúa que el camino del éxito es el camino del mal, y que el camino de la gente honrada es el camino de la gente que se come los mocos; y salen personajes carismáticos justificando crímenes motivados por la simple ambición, racionalizando que la violencia es algo normal entre humanos y que un asesinato ocasional no es nada comparado con una guerra...

¿Y si este fascinante tema también pudiese contarse ya entre la obsesiones del genial neoyorkino?
¿Y si Tío Howard, Judah Rosenthal y Chris Wilton fuesen sólo otros alteregos de Allen Konigsberg?
Porque Woody Allen, digan lo que digan, es un triunfador, muchas de mis películas favoritas las ha filmado él, y ahora empiezo a sospechar que para llegar tan lejos ha tenido que matar a alguien, pero me da igual.

Nota: notable.

Tras un agradable paseo por la comedia como lo fue "Scoop", Woody Allen vuelve al drama, como siempre, salpicado de un humor negro muy sutil.
El film tiene claras reminiscencias de cintas anteriores del autor como la más que citada "Match point" o "Delitos y faltas", lo cual es típico del director neoyorquino: reciclar obsesiones e ideas ya planteadas en anteriores películas.

La historia teje un precioso tema, la búsqueda de los sueños imposibles, inalcanzables para la vida que se le presenta a cada uno. Comienza planteando esos sueños, esas metas, y cuando parece llevar un rumbo fijo todo se torna en duda. Se plantea a los protagonistas la oportunidad de conseguir todo ello a cambio de un acto descabellado y cruel. ¿Qué serías capaz de hacer por conseguir aquello con lo que has soñado? Ese es el tema de la película. Y como hilo conductor de todo ello, de principio a fin, el barco de nombre "Cassandra's dream", único refugio de ambos hermanos de moral opuesta (aunque quizá no tanto).

Sin embargo esta película tiene un cierto aire diferente. Tal vez sea la banda sonora de Philip Glass, espléndida por momentos, aquellos en los que se convierte en la protagonista. Tal vez sea por los intérpretes, nada imaginables en una película de Woody Allen, aunque cumplen su cometido, eso sí, uno mejor que el otro (es que no me trago todavía a Collin Farrel, aunque reconozco que se esfuerza y está más que correcto en este caso).
Allen vuelve a salpicar historias cotidianas de dudosa moral, de la idea de la inexistencia de Dios, del bien y del mal como algo propio de cada uno y de cada punto de vista...

Por último, las notas comunes de todas las películas de Woody Allen: dirección elegante y cuidadosa, buenos diálogos, tiempo pausado pero de medido ritmo... Eso sí, atención a las dos espectaculares escenas de tensión. Notas que me hacen saber que ir a ver una película de este autor es una apuesta segura, porque cuanto menos me encontraré con algo interesante.
Gracias a Dios que podemos disfrutar de una película suya al año. No creo que ningún escritor / director / actor sea capaz de conseguir una filmografía como la suya.

Y sino, que se lo digan a Woody Allen, un tío que ha demostrado su sobrado talento un montón de veces y que luego, cuando nos regala obras que no son redondas, es vapuleado sin motivo real. Y es que "El sueño de Casandra" es una pequeña maravilla que misteriosamente se ha visto "tapada", algo absurdo cuando su película anterior, "Scoop", era bastante más irregular. Y sí, vale que nos encontremos ante un nuevo enfoque del estilo de las maravillosas "Delitos y faltas" y "Match Point", pero al César lo que es del César. No está a la altura de éstas, pero no hace falta.

La historia de la película nos muestra a dos hermanos, Ian y Terry, quienes están sin un duro pero llenos de ilusiones. Tras varias vueltas, su tío rico les ofrece mucha pasta a cambio de una "pequeña acción": cometer un asesinato. Las dudas de ambos se empiezan a introducir en este momento y duran hasta uno de los mejores finales que ha brindado la filmografía de Woody Allen. La solvencia de la historia, simple por fuera pero llena de matices y reflexiones por dentro, es llevada con total maestría por un Ewan McGregor convincente y un Colin Farrell impresionante. Entregado al 200%, brindando una interpretación digna de Oscar -ojalá le nominen al menos-.

Durante 100 minutos asistimos al desarrollo de dos personajes, a su forma de vida, a cómo cambian por dentro, y por fuera, a cómo se engañan para salir adelante; o en resumen, a cómo Woody es capaz con un guión de hierro, de preparar al espectador para la traca final, para unos últimos diez minutos impagables, acompañados por una música increíble obra de Philip Glass.

Y al acabar de verla toca la reflexión, toca saborear los diálogos que Woody nos ha preparado, toca recordar a estos dos hermanos, y especialmente, toca agradecer a este personajillo feo y con gafas el que siga haciendo películas. Una por año, y sin fallar en ninguna ocasión. Sí, es cierto, "El sueño de Casandra" no es perfecta, y no llega al nivel de las dos previamente citadas, de hecho tiene momentos algo simplones, pero sin duda es todo un pequeño regalo que gustará a quienes le den una oportunidad. Y atentos a Farrell: se sale.

Decir que esta película esta entre las mejores de Woody es simplemente una tontería. Ni de lejos se acerca a anteriores trabajos del director. Decir que es mala, también es decir una tontería, más quisieran la mayoría de las pelis de este año llegar a la altura de este film. Decir que está bien sin más, yo creo que es el fiel reflejo de esta película, no está mal y basta, suficiente a mi gusto en un año tan malo, cinematográficamente hablando, como este, en el que han destacado muy pocas películas.

La trama se reduce a que los dos sobrinos del típico tío de América, necesitados de dinero, se ven obligados en nombre de la familia y de sus deudas y ambiciones a asesinar a un desconocido, ellos tendrán el dinero que necesitan y su tío se habrá liberado de un personaje incomodo que le puede arruinar la vida.

El tema es que la idea me parece cojonuda, el planteamiento de la historia muy original, y los actores están bastantes correctos. Pero algo falla entre medias, y no es algo muy tangible, lo único que sabes es que a eso de la mitad de la película hay una serie de escenas muy repetitivas que aburren profundamente, para volver al final a engancharte, pero ¡Hay ese final!, demasiado poco original para un genio como Woody. Esos dos momentos para mí destrozan la película.

No obstante la recomiendo, no vehementemente, pero se pasa un rato bastante agradable, que nadie espere al genio, pero si alguna que otra genialidad, que nadie espere risas, pues no las hay, y que nadie espere un peliculón pues no es el caso, la considero una de esas pelis que hace Woody de vez en cuando, que estando bien, no pone el director toda la carne en el asador

En spoiler cuento alguna cosa de la peli

Acabo de ver esta película en el pase que se hizo en Asturias, con el plus de que el propio
Woody la estuvo presentando, todo muy emocionate, igual que la película. Yo creo que es un paso más allá de Macht Point, sin M.P. puede que no hubiese hecho esta película. Como si se estuviese planteando ¿como es posible que el protagonista de Macht Point haya actuado así? Me resultó "un poco" menos cruda que Macht Point, a la vez que más triste. Trata el tema de la moral, en este caso sobre como cada uno de nosotros tenemos nuestros própios límites, el mismo acto para unos es asumible y para otros excede por completo lo admisible, hasta el punto de preferir la muerte una vez superado el límite.

En muchas de sus películas hay referencias a la moral pero en esta es la protagonista.

Muy agradable sorpresa la banda sonora, por primera vez (exceptuando algunos temas de Todo el mundo dice I love You, bueno vale, y El dormilón) la banda sonora es enteramente original, el compositor es Philip Glass. Espero que en próximas películas vuelva a meter bandas sonoras originales.