Los falsificadores

Coproducción Austro-Alemana basada en los hechos reales transcurridos durante la Segunda Guerra Mundial en la Alemania Nazi en lo que se conoció como Operación Bernhard (un plan secreto ideado por los nazis para desestabilizar la economía del Reino Unido mediante la falsificación de la libra esterlina con la ayuda de algunos judíos que a cambio obtenían privilegios) dirigida por Stefan Ruzowitzky que a su vez escribe la historia la cual está basada en la novela de uno de sus protagonistas reales, Adolf Burger. Recibió el Oscar a la mejor película de habla no inglesa y está protagonizada por Karl Markovics. Un film interesante visto desde otra perspectiva y es que son bastantes las películas de este género que cuentan las barbaries y atrocidades del Holocausto en los campos de exterminio, pero en este caso, resulta ser algo innovador y diferente. Buen desarrollo de la trama, sensacional diseño de producción, música dramática acorde y una fotografía de colores apagados que hace más real la historia.

Interesante película pero con el inconveniente que no emociona mucho.

Se trata de sobrevivir aún trabajando sin querer para la causa del enemigo. (spoiler)

El tremendo gran conflicto armado del siglo XX es y será una fuente inagotable de historias para el cine.
En esta ocasión conocemos la vida de un judío experto falsificador, que usó su talento para poder sobrevivir en el campo de concentración.
La película, de producción austríaca, logró popularizarse al obtener el Óscar a la mejor película en habla no inglesa.
Como es habitual en estos casos, el film es bueno solamente por narrar los tristísimos (y al mismo tiempo fascinantes, por cómo se pudo llegar a esos extremos) acontecimientos del exterminio de los judíos. Las películas del Holocausto son como las de mafia: suelen ser buenas ya de por sí, solo por el tema que tratan.
Es llamativo ver cómo la codicia humana puede llegar a imponerse sobre todo lo demás, incluso al odio más intenso.
El actor protagonista, al que no recuerdo haber visto en ningún otro título ni antes ni después de este (algo normal ya que el cine austríaco no es que sea muy conocido), hace un gran papel, aunque de todas formas ni su actuación ni la propia película en sí logran llegar al podio de este tipo de cine. Pero eso es solo porque el listón está demasiado alto con las películas de Spielberg y Polanski, entre otras.
Es una buena película con la que, una vez más, se disfruta del cine al mismo tiempo que se pasa mal viendo las penurias y miserias de los protagonistas.

El recurrente y brutal episodio del Holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial tiene una nueva cara gracias a "Los falsificadores", trabajo austriaco premiado con el Oscar a la mejor película no inglesa. Tiene un estilo como de documental un poco sobrio y frío en el que el drama personal pasa a un segundo plano pero aún así, la historia, basada en hechos reales, la Operación Bernhard para falsificar desde documentos a monedas extranjeras por parte de los nazis gracias a especialistas judíos prisioneros en campos de concentración, tiene la suficiente envergadura como para sustentar la obra. Cierto que te recuerda a la soberbia "La lista de Schindler" (1993) y aunque sale perdiendo en la comparación de forma abultada no es simplemente ni sólo otra película de judíos maltratados por los nazis aunque abunde en esta cara.

Para ser sinceros, "Los falsificadores" empieza de forma un poco confusa pero coge carrerilla y te sorprende con un conflicto moral entre colaboración o supervivencia que se ve venir pero que está bien llevado, no al máximo, por su puesto, pero sí con inteligencia. Por mi parte, diría que la postura de Burguer (August Diehl) es heroica pero también que a nadie se le puede obligar a ser un mártir y el derecho, entendido como instinto, a la supervivencia, ya sé que no se reconoce en ningún texto legal motivo por el cual yo no les otorgo ningún crédito, es el primero y más importante de todos. Correcta pero al final es una película de tesis empañada además por las notables alteraciones históricas en busca de la corrección política. Por ejemplo, la orden de sabotear la fabricación de dólares fue del propio oficial de las SS Bernhard Krüger.

Digo eso por decir algo, como el que dice que esta película es buena y entretenida. Será correcta y todo lo que quieras pero es un rollo de calibre considerable.
El falsificador, el pintor, el fotógrafo... todos enchironados para fabricar libras esterlinas. Sí es cierto que ese plan estuvo funcionando para hundir la economía inglesa, aunque no causó efecto, pero en este caso, es la película la que no causa efecto.
No es más que una peli del holocausto, bastante comedida, de un campo de concentración nazi en la que dan vidilla a unos judíos que resultan valiosos para sus fines. Pues bien. Ahí están.
El capitán viene a verles de vez en cuando. Y les sonríe un poco.
No sé qué más decir. Es que no hay más que decir.
El protagonista cuando se pone a jugar a la ruleta parece que está tarado. Tiene cara de antiguo policía Armada, de los "grises".