Sin novedad en el frente

Después de 1917 (2019) nos llega una nueva versión del clásico de la primera guerra mundial Sin Novedad en el Frente, o Im Westen nichts Neues en su original alemán. La narración sigue al joven recluta Paul, el cual junto con sus compañeros de pelotón, es enviado al atascado frente occidental para combatir desde las trincheras a los franceses. El vigor y la ilusión inicial no tardan en tornarse miedo, angustia y estrés.

Es indudable que estamos ante un portento cinematográfico en lo tocante a los aspectos técnicos. Puesta en escena, diseño de producción y vestuario, fotografía, iluminación... Prácticamente nada hay reprochable y la factura técnica es, repito, sobresaliente. Es que no hay un croma que cante ni un poco. El desarrollo de la historia es donde más cojea, igual que le pasaba a 1917. Tal vez estamos mediatizados por décadas de cine bélico convertido en un espectáculo de acción sin pausa, trufado de relatos épicos y personajes carismáticos que acaban convertidos en héroes. No es el caso. Aquí se nos ofrece la experiencia de la guerra en primer plano, tanto en la ferocidad de los combates como en el tedio entre ofensivas.

Aunque hay poderosas escenas de batalla tenemos largos tramos que podríamos llamar tiempos muertos, en los que incluso los personajes matan el tiempo divagando, haciendo pillaje y parecen anhelar entrar en combate. Me vino a la cabeza Jarhead (2005), aunque la cinta bélica que más recordé, y mira que hace tiempo que la vi, fue The Thin Red Line (1999) de Terrence Malick. Hay cierta poesía en las imágenes de esta película, como en la de Malick, aunque hay escenas que pecan de demasiado contemplativas y alargan situaciones sin que ello aporte gran cosa. Noto un excesivo hincapié en que el espectador se sumerja en los padecimientos de la tropa, y esta faceta termina siendo algo reiterativa. Es cierto que en los pasajes más premiosos me he despistado algo, y un par de vistazos al móvil sí he echado, pero posiblemente se queda pendiente de un segundo visionado que, quien sabe, quizá me haga subir la nota.

Edito para añadir que en un segundo visionado gana. Los pasajes sin batalla siguen siendo algo tediosos, pero aquellos en los que la guerra se muestra en toda su crudeza incluso se ven más poderosos y conmovedores. Y la evolución del protagonista hasta convertirse en una carcasa vacía, muerta por dentro, es brutal. Merecido siete.

ada tanto, Netflix sorprende, y este es uno de esos casos, con esta película alemana sobre la Primera Guerra Mundial, en la que se muestran todas esas cuestiones vividas desde adentro, con una crudeza que abruma.

Edward Berger da una masterclass de dirección y nos deleita con cada plano escogido (la belleza del rubro técnico contrastada con la salvajada sinsentido del enfrentamiento), mientras que la banda sonora y las grandes actuaciones colaboran para que el film, pese a su extensa duración, no resulte aburrido ni mucho menos.

'All Quiet on the Western Front' funciona muy bien como transmisora de sensaciones: uno, como espectador, puede experimentar tristeza, impotencia, ira y dolor (entre tantas); todo lo que se plasma en pantalla está dotado de un realismo apabullante.

7,8 Alancitos Soldados Devastados sobre 10

"- ¿Qué es un soldado sin guerra?

Nueva adaptación a la gran pantalla de la inmortal obra literaria de Erich Maria Remarque, que me ha sorprendido gratamente, por más que su visión resulte muy dura, como era menester, por otra parte.
Me refiero a que técnicamente es una maravilla, con gran montaje, preciosa fotografía y estupenda banda sonora. Asimismo las interpretaciones son excelentes y la dirección artística admirable, con esas trincheras y campos de guerra donde la muerte y destrucción tiene lugar de forma cruel e inhumana. O muy humana, si se mira bien, ya que la guerra es propia del ser humano, que no escarmienta y siempre vuelve a caer en sus errores.
A mí me ha gustado mucho y pese a su larga duración no me ha cansado. Es muy entretenida en todo momento aunque para mi gusto es superior su segunda mitad, por así decir.
No obstante, personalmente prefiero la versión de 1930, realizada por Lewis Milestone, que tiene algunos notables cambios y resulta más poética, por más que también se destaque su antimilitarismo, su pacifismo, igual que en esta ocasión.
Pero, volviendo a esta nueva versión, excelente y recomendable, pese a su gran dureza.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/

Magistral. Una obra de arte.
En ocasiones tierna, pero la mayor parte del tiempo, de una dureza que espanta.
Los actores son geniales. Realizan unas interpretaciones soberbias, cargadas de un realismo debastador. Ni carentes de emoción, ni sobreactuados. Mi enhorabuena.
El guión, la trama, la ejecución de la película, su banda sonora... todo fantástico.
No es el cine bélico mi favorito, pero esta película va más allá. Es emotiva y sobrecogedora, con una visión humana e incluso pacifista.
Sin duda la recomendaré.
Y a los señores de la guerra, esos que gobiernan, unos visiblemente, otros desde las sombras, yo os los maldigo, os maldigo por toda la eternidad. Por jugar con la vida de millones de personas. Por decidir quién vive y quién muere. Por hacerlo de la forma más cobarde, desde vuestros despachos, desde el confort de vuestros sillones, con vuestras familias bien seguras y ganando dinero, a costa del sufrimiento desgarrado de toda la humanidad.
Malditos, malditos seáis por siempre.

"Sin novedad en el frente" es una gran obra del cine bélico, realizada con una maestría difícilmente superable. Sin embargo, por su crudeza, por su crueldad, no es una película que recomendaría ver a nadie. Ojalá la historia no hubiera justificado que películas como esta se hagan. Ojalá la dura realidad que describe no hubiera existido nunca ni fuera tan cercana a realidades que, más de un siglo después, se siguen repitiendo. Ojalá la maldad del ser humano no llegara tan lejos.