Millennium 3: La reina en el palacio de las corrientes de aire

Se cierra la trilogía más aclamada de los últimos años: la trilogía Millennium, escrita por Stieg Larsson, quien se ha ganado la gloria para no poder disfrutarla. El caso es que (esto es una percepción personal) me da la impresión de que esta tercera parte no ha levantado toda la expectación que debería, quizá porque muchos salieron escaldados con una segunda parte un poco floja y con la que no se ha guardado, además, la suficiente distancia para que pase la resaca.
Efectivamente, esta tercera parte es mejor que la segunda, que era un puente. Pero el problema es el de siempre: condensar casi 900 páginas del original literario en dos horas y media, y no perder nada, es imposible. El problema, si cabe, es mayor en esta tercera parte, donde los personajes se multiplican por tres y las líneas narrativas tocan muchos palos. Es una historia demasiado grande, una trama demasiado enrevesada, y su traslado a la gran pantalla, inevitablemente, la simplifica mucho, con la consecuente pérdida de intensidad. Los personajes no pueden ser bien trazados y todo parece precipitado. Cierto que se mantiene muy bien el ritmo, pero todo se siente un poco superficial, se nota que hay algo más debajo de todo que no puede ser tratado por falta de tiempo.
Este cierre de la trilogía debería ser glorioso, pleno de energía, como lo es en el libro. Pero la necesidad de recortes y resúmenes terminan por simplificar demasiado la historia trazada por Larsson, llena de detalles, de giros y de escenas tremendamente intensas. La sensación final es de que se ha visto un buen thriller, muy vivo, pero que todo está narrado a marchas forzadas, con urgencia, sin tiempo a veces para asimilar tanta información. De todas formas, yo he disfrutado viéndola, he pasado un buen rato en compañía de dos personajes que ya son parte de la cultura pop moderna: Michael Blomqvist y, sobre todo, Lisbeth Salander.

Este ha sido el fin de semana de Millennium en mi vida. Me he visto las 3 partes seguidas durante el fin de semana y la trama me ha tenido cautivado, como si se tratase del mejor Hitchcock. De toda la serie, lo que más destacaría es la interpretación de NOOMI RAPACE del personaje de Lisbeth Salander, verdaderamente inolvidable. Todo lo demás acompaña: el elenco de actores, la música, la fotografía, la ambientación en los paisajes y ciudades suecas. Todo me ha parecido magnífico. La recomiendo a los aficionados al cine de suspense e intriga política.

Pelicula interesante, pero con un guión que deja mucho que desear y una estructura muy enrevesada. No esperes encontrarte una película que sea en mayor o menor medida fiel al libro porque te llevarás una gran desilusión. No le dan la importancia que se merece a personajes con cierto protagonismo dentro del libro. Desde mi punto de vista Noomi Rapace hace un buen papel, ya que sabe caracterizar muy bien al personaje que interpreta.

Ya se acaba la adaptación cinematográfica de los exitosos libros de Stieg Larsson "La trilogía del Milenio", donde como suele pasar en casi todas las conversiones de libros a películas suelen flojear bastante. De todas formas estas pelis de Millennium a los que hemos ido leyendo los libros y viendo el resultado en pantalla nos debería de haber alegrado ver a una Lisbeth Salander clavada en el cine, ya que para mi personalmente es el personaje más atractivo, diferente y personal de toda esta historia.

Hablando de esta peli pues que decir la primera hora de metraje me ha parecido un poco aburrida tampoco me iba a esperar mas sabiendo que el libro hace incapié en el desarrollo de los nuevos personajes y por donde se queda la segunda pero cuando Lisbeth tiene libertad la película cambia y parece que se hace mas rápida y amena pero sin muchos alardes, eso si quitando algunos detalles veo cierto reflejo con el libro.

**Lo mejor:
- Lisbeth Salander.
- Ver en pantalla la trama de uno de los mejores libros publicados ultimamante.

**Lo peor:
- Un poco aburrida sobre todo al principio.
- Los muy fans detallistas le encontrarán lagunazos.

En conclusión: Peli normal basada en el último libro de la trilogía Millennium, recomendada especialmente a los que han leído los libros y quieren ver a sus protagonistas y sus historias en la gran pantalla.

La saga encuentra su final sin excavar ni más ni menos de lo que venía haciendo hasta ahora. Nada sorprende en Millenium ya, y es tal la depuración técnica y la prolijidad de los tres trabajos que importa poco si la serie bebió más de Norteamérica que de Suecia, será otra cuestión que quizás algún purista se encargue de destacar, pero no seré yo, en lo personal me importan más los resultados finales que las fuentes de influencia.

Expuesta ya y sin disimulo como un sobrio policial negro, esta tercera y última parte encuentra, eso sí, un poco del ritmo perdido en la segunda entrega. Se hace hincapié en la precisión de los detalles, y no puede ser de otra manera: el juicio final lo amerita y exige. La peli podría ser catalogada como un enorme documento de tintes periodísticos/policiales, de ahí parte su búsqueda obsesiva de la mirada objetiva, si bien es cierto que dicha mirada jamás puede desligarse de Lizbeth, de volcarse por su causa. Después de todo, este es el repertorio de una heroína particular caída en desgracia.

Noomi dio a luz un personaje inspirado en una novela, pero difícilmente pueda separarse su recuerdo visual del imaginario surgido para aquellos que hayan leído el libro. En cuanto a la serie, ofreció focos de interés que decayeron poco o nada conforme se hacían las tres entregas, y se mantuvo fiel al espíritu buscado. Es lo que vale.