Las montañas de la luna

La película empieza con una porción de curiosidad y tranquilidad, no vayamos con una idea de ver la típica película comercial de aventuras. Esta posiblemente refleja un cercano relato de lo que experimentaron y sufrieron Gran y Speke. En un territorio de civilizaciones supersticiosas y tribales.

Tomaros con tranquilidad y atención las escenas porque hay las justas de conversación en un solo plano. La tónica de este film son los cambios de paisajes. Por eso recomendaría verla mientras realizas una tarea de poca importancia. Recuerdo de nuevo que esta es de las pocas películas que he visto centrandose más en el genero exploración más que la combinación típica de acción y aventura.

La grabación es buena con escenas de tierras cuarteadas por la falta de agua y sabana africana. También aparecen zonas costeras, campiña y urbe británica. No se limitan a mostrar decorados exteriores naturales igualmente muestran interiores como: jaimas, terrazas, viviendas árabes, salas de conferencia, despachos, bibliotecas, comedores y salas de bailes. Cada escenario natural y situación te traslada a ese clima tan molesto, angustioso de hostilidad y biodiversidad al que pocos europeos del siglo XIX se hubieran atrevido ir.

El atrezzo y decoración me ha parecido muy buena con la caracterización y diferencias de imagen que pudieron tener Grant y Speke en la cuestión de vestir, posibles y mentalidad hacia otras civilizaciones. Cuidaron muy bien cuando había que exhibir vestimenta clásica victoriana y tribal sencilla.

Las interpretaciones de los protagonistas están logradas aunque en alguna ocasión las hubiera exagerado más en la cuestión de un británico estirado de principio a fin y un escoces más afable, despreocupado y complicado de comprender su visión de África. El resto de actores y actrices secundarios realizan buenas actuaciones que influyen a los protagonistas para que prosigan con su argumento principal. La emociones y tristezas están bien representadas en muchas circunstancias de la películas.

Lo catalogaría como aventura, explorativa, histórica, romántica, acción y drama. Considero que fue una mediana producción americana pero conseguida para ser biográfica en el hito de la geografía internacional en África. No te sorprenderá por las escenas de acción pero merece la pena verla por tener una idea de la sociedad y recursos que se disponían en ese siglo. El ritmo y final del largometraje sera inolvidable cuando la recuerdes.

Interesante cinta de aventuras sobre la amistad, el valor, y las relaciones personales. Muy elegante, bien rodada y con un formato a cine de siempre digno del buen gusto que destila siempre su director. Un cine que pudiéramos catalogar de "ingles". No hace falta verla mucho minutos para saber qué quiero decir. Si me dicen que es de un directo inglés me lo creo, aunque la cinta es americana y está filmada por un americano. No sé qué hubiera sido de esta historia si la hubiera filmado David Lean, por ejemplo. Le falta para ser una grandísima película esa grandiosidad que sólo los grandísimos directores saben darle a las cosas. No sé qué es, pero sé identificarlo, y esta, siendo una película muy meritoria, no tiene ese plus de magnificencia, de grandiosidad, de obra colosal, intemporal, perdurable e inolvidable.
La búsqueda de las fuentes del Nilo es el camino argumental sobre el que se edifica la amistad de los dos protagonistas, sin olvidar el interesante papel de la mujer del protagonista.
Los protagonistas de la historia real son los expedicionarios Richard Francis Burton (Patrick Bergin) y John Hanning Speke (Iain Glen). La mujer de Burton es Isabel Arundell (Fiona Shaw). También actúa Delroy Lindo (como el esclavo Mabruki que es salvado de morir por el ataque de un león.
La intensidad del viaje, sus peligros, la importancia de la misión están muy conseguido. En 1850 no había mapas de África, y la misión tenía unos peligros inimaginables. No sólo por adentrarse en tierras desconocidas y peligrosas, sino porque tiene que transitar por la rutas que se utilizaba para los esclavos.
Historia muy cuidada -ropas, atrezo, diálogos, personajes, detalles, las casas, los carromatos, música, etc.- y seguramente muy cara en su filmación, con un guión muy trabajado pero un poco larga. No merece la pena 135 minutos para contar lo que cuenta. Es cierto que no es exactamente una de aventuras "clásica", de las de Henry King, ni en sus versiones más modernas tipo J. Lee Thompson.
El resultado no es tan prometedor como la historia auguraba, pero es, desde luego, una buena película.

Hubo una época, ya bastante lejana, más de treinta años, en la que sentía verdadera adoración por las proezas de las exploraciones decimonónicas y aún de principios del siglo veinte. Pues para estas personas con ese gusto por los viajes por medio mundo tenemos "Las montañas de la luna", que versa sobre los intentos de Richard Burton (Patrick Bergin) y John Hanning Speke (Iain Glen), a mediados del XIX, sin especificar fechas concretas, por hallar las fuentes del Nilo. Rodada en Inglaterra y África, especialmente en Kenia, sobresale por sus parajes naturales y por el realismo que se le trata de conferir a toda la aventura. No esperéis aquí nada políticamente correcto, al contrario, con un papel nulo del elemento femenino, salvo como pareja romántica, la ligerísima crítica al colonialismo o la imagen poco idealizada de los nativos del continente negro. Así que por este lado, bien.

Sin embargo, a pesar del buen material del que parte, y en concreto la novela de 1982 "Burton y Speke", de William Harrison, "Las montañas de la luna" se queda corta. A este relato, que juega en parte a imitar clásicos como "El hombre que pudo reinar" (1975), le falta grandiosidad, épica y genuino sentido de la aventura, y en cambio le sobra una sosa historia de amor que no aporta nada, además de la mano de una actriz tan poco agraciada físicamente como Fiona Shaw, así que no es agradable de ver. De hecho, la película se estanca por momentos y esto llevó a que en su momento tuviera poco pegada, recaudó menos de la cuarta parte de los 18 millones de dólares invertidos. Con todo, su principal problema es una trama que no sabe muy bien qué contarme, si la aventura de una exploración, una historia de amistad, un documento etnográfico o un postizo romance gay.

Se trata de una película relativamente desconocida (yo la descubrí decadas después) sobre unos exploradores tampoco demasiado famosos.
Burton y Speke, contemporáneos de Livingstone (mucho más recordado en la Historia) buscaron las fuentes del Nilo, aunque no llegaron a determinarlas con certeza, pues un sistema de lagos enormes no dejaba claro totalmente el punto donde nace el famoso río.
Por el camino les pasan muchas cosas. Tienen problemas con animales y sobre todo conocen a muchas tribus de extrañísimas costumbres a través del continente africano.
La película tiene un ritmo más o menos aceptable en sus dos primeros tercios. Uno pudiera pensar que podría haber estado mejor si tuviera más aventura, pero al adaptar acontecimientos reales, supongo que se acogen a los hechos tal cual ocurrieron.
Los protagonistas encarnan el típico espíritu británico de exploración, conquista y orgullo patriótico, que les hacía creerse superiores al resto de la Humanidad.
Tal vez se echa en falta una dirección de fotografía más impactante, al estar filmada en una tierra rica en paisajes.
En "spoiler", el punto flaco.
Tiene los elementos para ser un peliculón, pero se queda en mucho menos. Aún así, es interesante porque cuenta una proeza de exploración no demasiado conocida.

Estoy de acuerdo con la puntuación otorgada en Filmaffinity a esta película. Pese a que por momentos da la sensación de narrar a retazos los diferentes episodios de la hazaña en cuestión, no es menos cierto que "Las montañas de la luna" se acerca más a una producción británica que a una americana. Incluso determinadas secuencias recuerdan mucho al cine de Attenborough o Lean en cuanto a espectacularidad de medios y ambientación.
No obstante, lo mejor de todo quizá sea el realismo que muestra a la hora de explicar los avatares y penurias a las que se vieron sometidos el capitán Richard Burton (no confundir con el actor) y el teniente John Hanning Speke, dos hombres que buscaron las fuentes del Nilo por diferentes motivos y que parecen haber sido olvidados por la historia en favor de los exploradores Stanley y, sobre todo, Livingstone.
Buenas interpretaciones de ambos protagonistas, si bien en mi opinión Patrick Bergin es superior a Iain Glen.