Temple Grandin (TV)

Tras ver Temple Grandin, muchos pensamientos me vienen a la cabeza, y antes de expresar los más profundos, empezaré por los más preocupantes: es cierto que en E.E.U.U. hay televisión basura a raudales, pero algo andará mal en nuestra cultura (la de España) si no somos capaces de producir un mínimo proyecto de calidad en nuestra caja tonta. Aparte de la era dorada de las series (Los Soprano, Lost, Mad Men y un largo etc) desde hace muchos años la cadena HBO ha producido obras maestras, o al menos buenas películas como Gia, Ángeles en América, You Don't Know Jack, Bernard and Doris, Grey Gardens o esta Temple Grandin. Mientras, en España, tenemos que conformarnos con otras opciones, como ver a la Belén Esteban de turno dando gritos, o alguna insulsa serie de guaperas de instituto. Qué asco...

Temple Grandin nos abre la puerta a la extraordinaria vida de otra desconocida por estos lares. La mujer que da nombre a esta asombrosa película era una niña que no se dejaba tocar por nadie, ni tan siquiera su madre, que daba vueltas cuando estaba nerviosa, que no habló hasta los cuatro años, que reaccionaba violenta ante los ataques, y que encontraba más comprensión en cualquier animal que en el género humano. Estos síntomas llevaron a deducir que Temple Grandin era una niña aquejada de autismo; pero al margen de las taras de tan compleja enfermedad, el autismo le dio a Temple Grandin la capacidad de pensar en imágenes: todo lo que veía se almacenaba en su cerebro, se interconexionaba y era capaz de darle la plasmación lógica a todas las cosas que había visto.

Su profunda unión con el mundo animal le llevó a diseñar un sistema ganadero que hoy se usa en el 50% de E.E.U.U. en el que el animal no tenía porqué sufrir a pesar del destino que le esperase. Temple era incapaz de descifrar una reacción humana, pero entendía tan bien a los animales, por su similar manera de pensar, que era incapaz de aceptar su sufrimiento.

Tan original historia sirve a Temple Grandin para crear un vívido y apasionante retrato de una personalidad extraordinaria, en el que nos sumergimos en el fondo del cerebro de tan increíble mujer gracias a la labor de una dirección y un guión que no buscan la lágrima fácil de las historias de discapacitados y superación personal. Lo que emociona en Temple Grandin es su propia historia, y los detalles de ésta. La relación de Temple con su madre, que apostó por la disciplina y la integración, en vez de diferenciar a Temple; con su profesor, y la pasión que comparten; con su compañera de la universidad, y la unión aislada que viven; y sobre todo, la manera en que el espectador puede ver la película desde la cabeza de Temple, desde su brillantez y su sensatez, y desde su visión del extraño mundo de los hombres y su arraigada crueldad.

(Sigue sin Spoiler)

Una mente trastornada te da una visión del mundo diferente, con frecuencia llena de miedos, desconciertos y espantos. Cualquiera con un pariente con alzheimer lo sabe bien.

Esta es una película magnífica sobre la biografía de una chica autista que con tesón y la ayuda de su entorno consigue abrirse paso en la vida con autosuficiencia, ser su propia terapeuta, y además explicar a los demás en qué consiste su enfermedad desde su propia experiencia. Es como 'Una mente maravillosa' pero sin efectismos y sin tanto presupuesto. Ese afán de superación, de vencer los miedos internos y echarle coraje a la vida la verdad es que me fascina, máxime cuando la enfermedad de esta persona es objeto de burlas, desprecio e incomprensión por el común de la gente.

Si no fuese una película para televisión, seguro que no hubiese pasado inadvertida y su palmarés de premios sería considerable.

Increíble film. El guión está muy bien trabajado y ejecutado. La interpretación de Claire Danes es majestuosa. Ganó diferentes premios y, después de ver la producción no cabe duda que se los merecía. Es-pec-ta-cu-lar. Es muy difícil que el espectador entienda los sentimientos de una persona autista a través de una interpretación.

Muy recomendable, de verdad. Y para los admiradores de Danes, ¡es un regalo!

Hace un tiempo ya que vi la película, pero lo cierto es que guardo un excelente recuerdo de ella. La vi por recomendación de un amigo y hoy día sigo agradeciéndole que me la aconsejara, porque es de esas películas que tienen algo tan especial, que las hacen inolvidables.

Está tan bien montada, tan bien hecha que yo, personalmente, llegué a sentir la desesperación de la madre, los miedos de la protagonista... Sientes todo. Además ir viendo cómo la joven se va desenvolviendo en un mundo que no la comprende engancha al espectador.

Excelente película. Ojalá muchos directores se fijasen en ella y siguiesen ese camino.

Busqué esta peli porque quería ver algo más de una actriz que descubrí en la serie Homeland cuya primera temporada acabo de ver. Allí construye una psicópata bipolar, una agente de la CIA absolutament excéntrica por su comportamiento. Es una intérprete con una capacidad increíble para dar los distintos tonos afectivos de sus personajes cambiando súbitamente para pasar por todas las etapas requeridas por los momentos psicológicos desde la depresión y la confusión mental hasta el ciclo maníaco con destellos de lucidez y brillo racional, con absoluta credibilidad, sin caer en la sobreactuación, graduando los tiempos de una manera a mi modo de ver brillante. Un puro talento que es de esperar sea reconocido por guionistas y directores y que le vayan proporcionando papeles interesantes que aprovechen sus condiciones naturales y cultivadas. Es una auténtica suerte para los que amamos el buen cine descubrir actores de esta talla. Respecto de la película creo que es muy correcto el tratamiento que podría haber caído en excesos dada la naturaleza del tema.