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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
9
Drama Biopic sobre Temple Grandin, una mujer autista nacida en 1947 que se convirtió en una de las científicas más brillantes de su tiempo, profesora y experta en comportamiento animal. (FILMAFFINITY)
16 de octubre de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ver Temple Grandin, muchos pensamientos me vienen a la cabeza, y antes de expresar los más profundos, empezaré por los más preocupantes: es cierto que en E.E.U.U. hay televisión basura a raudales, pero algo andará mal en nuestra cultura (la de España) si no somos capaces de producir un mínimo proyecto de calidad en nuestra caja tonta. Aparte de la era dorada de las series (Los Soprano, Lost, Mad Men y un largo etc) desde hace muchos años la cadena HBO ha producido obras maestras, o al menos buenas películas como Gia, Ángeles en América, You Don't Know Jack, Bernard and Doris, Grey Gardens o esta Temple Grandin. Mientras, en España, tenemos que conformarnos con otras opciones, como ver a la Belén Esteban de turno dando gritos, o alguna insulsa serie de guaperas de instituto. Qué asco...

Temple Grandin nos abre la puerta a la extraordinaria vida de otra desconocida por estos lares. La mujer que da nombre a esta asombrosa película era una niña que no se dejaba tocar por nadie, ni tan siquiera su madre, que daba vueltas cuando estaba nerviosa, que no habló hasta los cuatro años, que reaccionaba violenta ante los ataques, y que encontraba más comprensión en cualquier animal que en el género humano. Estos síntomas llevaron a deducir que Temple Grandin era una niña aquejada de autismo; pero al margen de las taras de tan compleja enfermedad, el autismo le dio a Temple Grandin la capacidad de pensar en imágenes: todo lo que veía se almacenaba en su cerebro, se interconexionaba y era capaz de darle la plasmación lógica a todas las cosas que había visto.

Su profunda unión con el mundo animal le llevó a diseñar un sistema ganadero que hoy se usa en el 50% de E.E.U.U. en el que el animal no tenía porqué sufrir a pesar del destino que le esperase. Temple era incapaz de descifrar una reacción humana, pero entendía tan bien a los animales, por su similar manera de pensar, que era incapaz de aceptar su sufrimiento.

Tan original historia sirve a Temple Grandin para crear un vívido y apasionante retrato de una personalidad extraordinaria, en el que nos sumergimos en el fondo del cerebro de tan increíble mujer gracias a la labor de una dirección y un guión que no buscan la lágrima fácil de las historias de discapacitados y superación personal. Lo que emociona en Temple Grandin es su propia historia, y los detalles de ésta. La relación de Temple con su madre, que apostó por la disciplina y la integración, en vez de diferenciar a Temple; con su profesor, y la pasión que comparten; con su compañera de la universidad, y la unión aislada que viven; y sobre todo, la manera en que el espectador puede ver la película desde la cabeza de Temple, desde su brillantez y su sensatez, y desde su visión del extraño mundo de los hombres y su arraigada crueldad.

(Sigue sin Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaly
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