Los últimos días en Marte

El arranque de “Los últimos días de Marte” promete mucho más de lo que está dispuesto a ofrecer, hay buenos actores, buen diseño de producción, magnifica música y un más que correcto ritmo que nos introduce en una historia que, sin ser nada del otro mundo, discurre de manera bastante entretenida. El problema de las películas que van de más a menos es que destrozan todas nuestras expectativas. “Los últimos días de Marte” viene a ser como un “Alien, el octavo pasajero” de Serie B aunque desaprovecha lo que el maestro Ridley Scott nos enseñó: un clímax ha de tener una base y ha de estar bien rodado. El caso es que el clímax increscendo de “los últimos días de Marte” se pierde en un movimiento de actores sin demasiado sentido de un lado a otro. No hay sensación de peligro en esos astronautas infectados reconvertidos a una suerte de zombis indestructibles. Una pena porque la cosa prometía pero al final revela su autentico ADN de serie B e intenta redimir su caótico clímax en una hermosa secuencia final que no aporta demasiado mas alla de cierta reflexión de psicología barata. Es como si su director no supiese que hacer cuando la historia arranca y se deja llevar por esta suerte de decafeinado “The Walking Dead” que bien podría haber pasado en Marte, en el oeste americano, en un laboratorio submarino o en un supermercado Mercadona. Porque el director desaprovecha el hermoso escenario marciano y apenas lo utiliza. De acuerdo que la historia no da demasiado para interactuar con el entorno pero ya que lo llamas “Los últimos días de Marte”, cúrrate un poquito más lo que se refiere al final del título. ¿Marte? Pues vale. Pero tampoco aporta nada. Recomendable a amantes de la ciencia ficción o de las películas de terror descafeinadas.

¿Lo mejor? Esa reconversión de Liv Schreiber a una suerte de action hero lento y torturado.
¿Lo peor? No hay nada nuevo en todo esto.

Película pasable, tampoco es que sea una completa pérdida de tiempo. Si esperáis ver algo increíble e inédito aquí no lo vais a encontrar.

Las actuaciones no están mal, aunque no me llega a gustar ningún personaje en especial.
Con lo único que discrepo al cien por cien es con la trama, el director realiza un cambio de ritmo demasiado drástico. Lo que sería una aventura espacial científica se convierte en una de terror en escasos minutos.
Los pocos efectos especiales que tiene no dejan mucho que desear.

Bajo mi punto de vista no existe el efecto sorpresa en ningún momento del filme, sabes lo que va a acontecer según van pasando los minutos. Ojo, que a lo mejor soy medio vidente.

Muy floja película podríamos decir de zombies en Marte. Nada nuevo se ve que merezca otra nota, ni efectos importantes. Las actuaciones están acordes a la película, flojas. No la recomiendo ya que ni siquiera tiene gran suspenso y ni hablemos de terror. Realmente no da para escribir mas sobre esto.

La mezcla de ciencia-ficción y terror siempre ha sido celebrada por la amplia masificación de fans que congregan ambos géneros. Ya desde los primeros pasos en PLANETA PROHIBIDO o la fundacional TERROR EN EL ESPACIO, podemos ver que cuando se hace bien se logra un gran producto; incluso algunos míticos como ALIEN EL OCTAVO PASAJERO o LA COSA.
Aquí la película se queda muy lejos de lo mencionado, tal vez porque no se sabe manejar el tempo de la intriga ni se detiene en sugerir o inquietar al espectador. Se pasa pues demasiado pronta y torpemente de la ambientación (correcta, eso sí) de la ciencia-ficción a la acción de la vertiente de terror zombie, con su consabido "corre-que-te-pillo". No hay lugar para el desasosiego, la claustrofobia o la sensación amenazante de lo desconocido. Es pues un blando thriller de acción y persecución más que otra cosa.
A pesar de tener ciertos intérpretes competentes, como Koteas y Williams, la película nunca se desprende de ese hálito de blockbuster de usar y tirar.

El tema: vida alienígena, siempre ha sido un gran atractivo dentro del cine de ciencia ficción. A los seres humanos nos cuesta aceptar que estemos solos en la inmensidad de la nada. Que hayamos sido apenas un accidente anecdótico en la gran obra de la creación. Cuando me dispuse a ver THE LAST DAYS ON MARS me asaltó la natural curiosidad por ver como sus creadores iban a “interpretar” la ya bastante manoseada hipótesis de vida extra terrestre, y sí ésta volvía a quedar atrapada en un maniqueísmo poco creativo, ya sea presentándolos como malos, o por el contrario, como muy buenos al estilo del empalagoso ET de Spielberg. La verdad es que la película devino en algo prosaico y sin apenas grandeza, es más, la exploración sobre la nueva vida terminó decantándose por unos zombis espaciales que sin ton ni son desarrollaron un instinto asesino y destructivo un tanto inexplicable. Otro intento fallido que sigue menospreciando la gran herencia dejada por el gran Kubrick en su celebrada: ODISEA DEL ESPACIO.