Ángeles y demonios

Cualquiera que haya leído el Viejo Testamento sabrá que entre sus páginas se esconden todo tipo de matices bélicos. Los hay de todo tipo, que si ángeles haciendo cumplir el castigo divino, que si ángles caídos tratando de desbancar al todopoderoso, que si egipcios contra israelíes, que si israelíes tratando de conquistar pueblos... Por tanto, y dada la repercusión que tienen esas paginas sobre nuestra sociedad, es normal que varios autores se hayan fijado en eso para realizar libros o películas.

En esta película, se relata una parte de la supuesta guerra entre los ángeles partidarios de los designios del todo poderoso en cuanto a seres humanos se refiere y los que sienten celos acerca de la importancia que estos últimos han cobrado. Para eso tendremos la oportunidad de seguir los acontecimientos desde el punto de vista del humano que tratará de ayudar a restaurar la paz en el cielo. Thomas Dagget es un policía al que se le encomienda investigar la muere de un tipo con una fisionomía que se aleja bastante de la que calzamos los seres humanos. Esa investigación junto con los conocimientos sobre teología que adquirió en un seminario le permitirán ser partícipe de esa guerra milenaria.

Se trata de una película con las características propias de una película de intriga pero añadiéndole el toque celestial. En ella encontraremos una investigació por parte de un avezado detective, varios asesinatos y emoción hasta el último segundo. Desgraciadamente, peca de no tener nada que sobresalga de entre otras películas del género.

Lo mejor, posiblemente sea la gran labor de Christopher Walken y de Viggo Mortensen. Lo peor. la consabida manái de muchos productores de meter una relación amorosa con calzador aunque no pinte nada.

Siempre tuve bastante interés en ver esta película, tras hacerlo puedo decir que ha sido una pérdida de tiempo.
El argumento es interesante, un caos total, pero interesante.
No está bien elaborado ni ejecutado y se queda varado en una buena premisa sin más.
El reparto es muy interesante, Viggo Mortensen haciendo de Lucifer, Walken como el ángel Gabriel, un casi desconocido en aquella época Elías Koteas, el judío miembro del escuadrón de Salvar al soldado Ryan interpretando a una especie de zombie sin alma, y un par de secundarios que salen en Pulp Fiction, como mínimo es un reparto curioso.
La película se torna aburrida y cutre de principio a fin, no hay nada destacable.
Para pasar el rato y poco más.

Una guerra se libra en los cielos.

Un ejército de Ángeles renegados de dios, al mando del arcángel Gabriel, libra una sangrienta contienda contra otros ángeles, que se mantienen leales a la voluntad divina de este, pero esta guerra celestial se ha trasladado a la tierra, donde uno y otro bando librarán su última batalla por hacerse con el alma de un viejo militar psicópata con tendencias caníbales y que se considera la mas malévola que existe en el mundo, con la que según las profecías acabará esta lucha fratricida que dura ya eones, causada fundamentalmente por los celos de algunos ángeles por el amor que Dios profesa a los humanos, cuya supervivencia está en juego, aunque ellos mismos lo ignoren.

El reparto del film a dia de hoy resulta espectacular.

A la cabeza de todos se encuentran Elias Koteas y Cristopher Walken, Koteas en mi opinión recrea bien el tormento y melancolía del personaje, de Walken, su rol como el implacable Gabriel es el mas atractivo de toda la trama tal vez por esa mezcla de maldad, ironía y humor negro que destila cuando trata con su hermanos y con los ¨monos parlantes¨ y por el carisma que el actor transmite a su personaje.

Eric Stoltz merece especial mención, su labor como el ángel Simón es impresionante, y consigue acaparar casi sin esfuerzo toda la atención al principio de la cinta con ese halo de héroe trágico consciente de su fin, que emana su personaje, sus escenas con la cría a quien le entrega la perversa y malvada alma, cuyo magnífico trabajo no debe subestimarse, son difíciles de olvidar, y hasta resultan algo turbias.

Completan el reparto principal una correcta Virginia Madsen, una desaprovechada Amanda Plummer y Viggo Mortensen como Lucifer, quien con pocos minutos en pantalla se luce totalmente con un personaje que le queda genial.

Angeles y Demonios es un excelente e interesante thriller fantástico escrito y dirigido por Gregory Widen, el guionista de Los Inmortales, y que debutaba por primera y hasta la fecha, única vez en el cine. Su labor es de lo mas competente, con unos fascinantes movimientos de cámara y planos de esos parajes desérticos donde se desarrolla la práctica totalidad de la trama, y que sale reforzado con su acertada fotografía y banda sonora que no hacen mas que aumentar la atmósfera mesiánica y apocalíptica que se respira en todo momento, un buen trabajo técnico sin duda para un film que pese algún altibajo de ritmo y su modestia de medios, consigue atrapar y entretener por su buena puesta en escena, gran reparto y original guión.

Recomendable.

Es un terror muy anticuado, para aquella época también es una película muy irregular, parece más un drama televisivo que una película de terror de los noventa.

Desde el mismo comienzo no engancha y avanza la historia sin proporcionar buenas dosis de tensión y adrenalina, todo es aburrido y sin gancho, no hay escenas de tensión de verdad y el hilo narrativo es muy confuso y en muchos momentos cuesta seguir la historia, llegando a ser realmente aburrida.

Mientras que avanza la película esperas ver algo más interesante, y al final la seguía por eso, pero al final no vi nada, y no se si me apetece ver las otras partes, porque en realidad, solo las primeras son buenas....y esta no lo es....

Por casualidad topé con esta cinta, y quizás por la coincidencia de nombre con el libro de Dan Brown me decidí a verla entera.

A medida que se va desarrollando la trama uno espera, yo qué sé, que el bueno sea el malo y el malo, el bueno. No. Es un film totalmente predecible, y usa todo el imaginario posible para marcar el maniqueismo más trasnochado. ¿Jesús tenía barba? Pongamos barba al ángel bueno, y además, que tenga ojos claros. ¿El diablo se mueve de noche? Hagamos que sólo aparezca en la oscuridad...

Para mí, lo más patético de este título es que trata de identificar al "poli" con el "bueno", y si para ello hay que revestirlo de cierta santidad, pues se hace y ya está. No es, ni de cerca, una visión del bien y del mal. De hecho, no sé qué pretende enseñar esta cinta.

Son tantos los signos manidos que se presentan, que cuando se acerca el final de la película nada sorprende, e incluso llega a aburrir.