Una cuestión de tiempo

El problema de esta película no es lo de viajar en el tiempo hacia atrás para corregir errores, no; eso tiene hasta un pase. El problema está en que el anormal del protagonista viaja en el tiempo para convertir su soporífera y pastelosa vida en algo aún más soporífero y pasteloso.

Vamos, que viaja en el tiempo para declararse a su novia de una forma un poco más asquerosa que la primera vez. O viaja en el tiempo para soltarle a su padre un infumable discurso rebosante de almíbar mucho más repugnante que todo lo que le había dicho anteriormente, que ya de por sí era para hacerse el harakiri.

Y qué me decís de la pobre Rachel McAdams, encasillada ya para siempre en el papel de chica mona de la que se enamora algún imbécil que se pasa las dos horas de película intentando conquistarla sin joder demasiado la marrana. En este caso, para más delito, por partida doble o triple porque el tipo se pasa todo el rato yendo y viniendo a través del tiempo para repetir cada jugada hasta que le sale a su entera satisfacción. Por diossss, cuánta baba, qué horror, qué cruz.

Realmente ha sido una experiencia horrible. Todos en mi casa completamente espantados, a punto de asesinarme. He tenido que soportar vocablos que destilan crueldad, críticas gratuitas muuuy dolorosas e inquietantes miradas llenas de intenciones criminales que acojonarían al mismísimo Harry el Sucio.

El tipo este, Richad Curtis, es un auténtico cabrón. Siempre que veo una peli de este mamarracho tengo serios problemas con mi familia. Me miran todos fatal y yo termino flagelándome por no haberles dejado ver el fútbol o el Chiringuito de Jugones para obligarlos a tragarse esta porquería.

Luego, eso sí, en cuanto termina el engendro, alguien agarra de inmediato el mando y se pasa al Chiringuito; afortunadamente no son rencorosos y olvidan rápido. Pero no puedo evitar pensar que por alguna parte me la tienen guardada.

Fui invitado al preestreno para ver esta película de la que no esperaba nada y me llevé una sorpresa, además de ir sin saber nada, así me impresionó aún más.
Buena comedia romántica fantástica inglesa. Me recuerda a Atrapado en el tiempo pero inglesa.
Buenos papeles tanto principales como secundarios. A destacar Bill Nighy, padre del protagonista, Domhnall Gleeson, un torpe típico británico que se quiere enamorar y la conocida Rachel McAdams (el diario de noa, entre otras) la guapa americana. De secundario a Tom Hollander (os va a impresionar y a reir este personaje)
Es una historia típica, pero bien narrada y divertida, pero agregamos los viajes en el tiempo que puede hacer el protagonista al pasado para arreglar lo que no hace bien. No desvelaré nada más para que os sorprendáis vosotros mismos y vayáis sin saber nada o casi nada que es como hice yo.
Buen director Richard Curtis con buenos guiones. Te hace emocionarte como en su anterior película que también hace de director y guionista "Love Actually" o en la que solo hace de guionista en la gran "Cuatro bodas y un funeral".
Dos horas de película se te pasan volando, aunque es algo excesivo la duración y algunas escenas ponen mucho hincapié.
Recomendada si quieres emocionarte con una historia de amor con fantasía de por miedo y comedia inglesa.

"About time" es una deliciosa comedia romántica con toques de cine fantástico, que a mi me recordó más a "Olvídate de mí" que a "El efecto mariposa", film con la que generalmente la asocian.
La película constituyó para mí una muy agradable sorpresa. Me la recomendó mi hija, yo ni me hubiera enterado de que existía, porque no conocía al director y tampoco la han promocionado demasiado.
La comedia romántica es un subgénero que nos ha dado muchas grandes películas en el pasado, pero que en los últimos años ha producido muchas obras estándar con la única finalidad de apropiarse del dinero de los espectadores con una marcada debilidad hacia ellas. Lo peor de todo es que esta última tendencia ha ganado tal peso durante las últimas décadas que es difícil que no dejemos ver nuestro lado más escéptico cuando una nueva comedia romántica llega a nuestros cines.
Sin embargo, a veces basta con ver unos minutos del film para poder separar el grano de la paja, y ese es el caso de "Una cuestión de tiempo".
Tras disfrutar de esos primeros minutos, te das cuenta de que la película pertenece a esa rara estirpe en la que, salvo por un par de pequeños detalles del guión, me resulta muy complicado aceptar que pueda haber alguien que no vaya a disfrutar con ella en mayor o menor medida. Una comedia romántica no ya solamente de las buenas, sino de las que deberían recordarse dentro de unos años. Una película deliciosa que te hará valorar más las pequeñas cosas de la vida, esa cosa que nos pasa mientras nos vamos buscando preocupaciones constantes, y es que, como decía Jim Morrison, nos pasamos la vida buscando a quien ya nos ha encontrado...o como decía Mafalda, lo urgente no deja tiempo para lo importante...

La película, una comedia, empieza manejando bien el siempre peligroso tema de los viajes puntuales al pasado (tan magníficamente tratados por otra parte, en "Atrapado en el tiempo" o Código fuente"). Además, los personajes se hacen simpáticos, las situaciones son amables y con gracia, y se agradece el ambiente inglés y las bien presentadas localizaciones en Cornualles y Londres, como alternativa a las habituales comedias estadounidenses.
Todo eso hasta la mitad. A partir de ahí, como si la inspiración o las ganas se hubieran acabado, los chistes se meten con calzador, incluso forzando la lógica (¿quien se pone el pijama sin quitarse el sujetador?), los personajes se vuelven planos, las situaciones ñoñas y empalagosas y la película comienza a aburrir. Y así sigue hasta un final de filosofía de baratillo con azúcar a reventar.
MI VALORACIÓN: La primera parte 7 buena, la segunda parte 3 floja, resultado: 5 pasable.

Tengo que añadir que igual que este, algunos otros estrenos muy bien valorados aquí, me han resultado bastante corrientes, cuando no malos, lo que me hace temer que con los años esté perdiendo neuronas, o se me esté secando la sensibilidad por falta de riego. No sé. Algo está pasando. Estoy preocupado.

A pesar de que el prototipo de película ya me hacía presagiar lo peor, visionar este crimen cinematográfico me ha permitido sufrir la agobiante sensación de ahogarme en una piscina llena caramelos, miel, chocolate y leche merengada. Y es que los kilos y kilos de azúcar que te hace tragar este pastelazo de dimensiones épicas no tiene perdón.
¿Queréis tópicos? Los tiene todos! No falta ni uno, mirad: chico pringado y tímido seduce a chica dulce y guapa, se casan y forman una adorable y feliz familia. Amigo feo y simpático se come los mocos y aplaude. Hermana rebelde que al final reconduce su vida y apuesta por el buen chico en detrimento del guapo malote que la hacía sufrir. Papá idílico que tiene adoración por sus hijos y al final muere (en un atracón de azúcar para el espectador). Y esperad, que falta lo mejor: el protagonista puede retroceder en el tiempo! Guau! Qué original!
Realmente ya no hay ideas más creativas para este género? Comprendo que hay que alimentar a cierto público con este tipo de basura, pero… No se puede ser algo más imaginativo? Al menos por compasión para los que, muy a nuestro pesar, nos vemos obligados a tragarnos alguna de vez en cuando.
Y todo, todo este castigo de dos interminables horas, para acabar lanzando el sempiterno mensajito de “aprende a disfrutar los detalles del día a día, ya que la vida es chachi piruli”. Chapeau!