Greenberg

No entendí esta como una película sobre un excéntrico ni sobre un snob, Greenberg me parece un personaje donde juega un papel importante la patología.
Si fuera un film sobre alguien fuertemente desequilibrado, quizá resultaría de culto, pero es mucho más incómodo ver cómo se muestra en pantalla a alguien que nos puede resultar tan familiar y a la vez tan extraño.
El egoísmo, las pequeñas grandes dificultades que enfrenta, la manera pobrísima de vincularse que posee el personaje principal, son elementos que en la película, como en la vida, nos pone ne frente a la decisión de verlo como alguien con un problema o como alguien a quien simplemente hay que evitar.
Resulta antipático, no comprende las situaciones de la vida como el resto, no siente culpa ni remordimientos y se justifica siempre ¿qué hacemos cuando nos encontramos con alguien así? De la misma forma reaccionamos con el film, nos incomoda, nos cuenta encontrarle el punto, seguimos esperando que cambie.
Es mucho más sencillo sentir empatía con personas cuya patología nos cae bien, cuando no nos están agrediendo, cuando también les importamos, pero no para todos se manifiesta de la misma manera.
Hay enfermedades psiquiátricas donde es tanta la agresión, que quienes permanecen alrededor son llamados "sobrevivientes", con Greenberg cuesta sobrevivir, porque ¿para qué? Florence no sabe para qué, no se lo pregunta, está frágil también y a pesar del daño, hay un encuentro.
No siempre es fácil, así como hay películas que da pereza comprender o intentar disfrutar, también hay personas, con la diferencia de que las películas no se quedan solas si nadie las ve o si reciben sólo malas críticas.
Yo le he puesto un 6, porque no me fascinó, pero la recomiendo, es diferente, toca una zona molesta de la enfermedad, esa que no nos permite sentir empatía ni lástima.

Que no, Noah. Que esta vez no cuela el rollo. Que vale que hayas elegido a Stiller para de paso desencasillarlo un pelín de sus papeles de payaso (que lo hacía bien, déjale ahí) y que hayas querido profundizar en la crisis de los tempranos 40 y todo eso, pero es que la historia aburre hasta decir basta. Pregúntate quién se sentiría identificado por un tío como este.

Un tipo de 40 años recién salido del psiquiátrico por una serie de crisis, que va a pasar unos días a casa de su hermano para no hacer nada y tomarse su tiempo, conoce chica también algo desubicada y entre ellos nace algo igual de desubicado. Vamos, un día cualquiera de nuestra vida no? Para relato todo se centra en Roger Greenberg, el protagonista. Un tipo raro metido hasta el cuello en una típica crisis de "no sé que hacer con mi vida" al que le pasan cosas absurdas y mantiene conversaciones igual de absurdas. Un par de escenas me hicieron reír levemente, eso sí lo admito. El resto, está además incómodamente impregnado de una autosuficiencia y autocomplacencia que parece decir "mira qué peli más guay he hecho, a que te sientes identificado?" pues lo siento Sr. Baumbach pero yo ni un poco.

Todo se reduce al final a ver como Greenberg habla con su nueva amiga, habla con su otro amigo, discute con él, se le va la pinza en una fiesta teen mientras suelta discursos absurdos y no está seguro de nada de lo que hace. Si la moraleja final trata sobre lo perdidos que estamos todos y lo que nos depara el destino, y algo como que siempre hay esperanza, eso ya lo sabía yo sin ver esta película.
Así que por muy moderna que sea, por mucho que se esfuerce Stiller, que al final no lo hace del todo mal, la pseudocrisis del personaje y todo lo que se dedica hacer, no me provoca más que una clásica mueca de indiferencia y hastío. Claro que existe la posibilidad de que ahora lo cool sea ser excéntrico y estar en permanente crisis vital para ser distinto, como muestra Greenberg. Si esto es así, será que ya me estoy haciendo viejo para estas moderneces.

Un personaje anodino. Greenberg pretende ser profundo, pretende ser diferente, pretende ser original... La pretención se queda en eso. Noah Baumbach (junto a Jennifer Jason Leigh) escribe y dirige una historia fallida, la de un cuarentón en crisis (que ha pasado hasta por un psiquiátrico) que, intentando encontrarse a sí mismo y a la vez, respuestas a sus preguntas existenciales, se "retira" a la mansión de Los Ángeles de su hermano para meditar, para reposar, para no hacer nada. En su camino se cruza una Greta Gerwig que quizá sea lo mejor de la película, una joven que quiere ser cantante y que, sorprendentemente, se enamora de un personaje odioso y repelente.

Reparto. Ben Stiller pone cara de Ben Stiller en un registro que no es el suyo. Para diferenciar a esta peli "culta" de sus normales comedias, se le dota de un peinado y una vestimenta pseudo-indie y de dos reflexiones más o menos profundas. Paren de contar. Hay cameos de caras conocidas, pero sin ninguna relevancia. Lo de Greta Gerwig ya quedó claro en el párrafo anterior, aunque su personaje permisivo y totalmente sumiso a las boberías del tal Greenberg le restan algunos puntos.

Resumen. Perfume de película grande con una crítica a la que le sube la libido estas historias del submundo indie que no es más que una historia plana y carente de interés y de gracia. Olvidable y prescindible.

Antes de ver la película iba sin prejucios, lo único con lo que contaba a priori de ella era que me habían recomendado al director como un gran contador de historias.

Tras verla, me ha quedado la sensación de que toda la película podría resumirse en 10 minutos, es decir, no pasa nada diferente a los primeros minutos de metraje en los que nos muestran a los personajes. ¿Por qué no se ha quedado en un corto sin más?.

Stiller, a quien únicamente había visto haciendo comedias anteriormente, me ha sorprendido gratamente, quizás por inesperado para mí.

Ifans muy adecuado, y Juno Temple en la misma línea: creíble y cercana.

Correcto drama que aborda varios conceptos relativos a las relaciones sociales desde el punto de vista de un inadaptado. Ideas como lo que somos y lo que pudimos ser, la percepción subjetiva del entorno, la percepción objetiva de uno mismo, la madurez, el rechazo de unos preceptos socialmente bien vistos, la interacción con los demás... fluyen sin parar, despertando (al menos en mí) alguna inquietud latente o incluso comparaciones con el personaje principal, puesto que todos nos sentimos en cierto modo distintos a los demás. Lamentablemente no se pasa de presentar esos planteamientos, sin profundizar excesivamente en ellos.

Resaltables las actuaciones de Greta Gerwig y Rhys Ifans como secundarios, muy bien caracterizados, y con un Ben Stiller más que aceptable, aunque en mi opinión sin llegar a la brillantez que le otorgan algunas críticas.

Finalmente, otra cosa que no me gustó de la película es que más que una sucesión de introducción-nudo-desenlace, me parecio algo así como introducción larga-nudo eterno-desenlace brevísimo. Demasiado desordenado.