La familia Jones

Película con un planteamiento muy original que decae según van pasando los minutos la química entre Demi Moore y David Duchovny es de las peores que recuerdo, no puedes creerte su atracción ni por un instante. Estas esperando que pase alguna cosa interesante para que la peli se ponga emocionante y nada de nada, todo de un tedioso profundo y peor aún, previsible. Estuve tentado de abandonar su visión todo el rato hasta llegar al THE END y una sensación final de haber perdido el tiempo.

Amparada en el consumismo desmedido la sociedad de consumo capitalista encuentra en la familia nuclear heterosexual la primera institución que reproduce ese orden social y la utiliza como cebo de posibles compradores. Así los Jones son un producto comercial utilizados por las marcas para aumentar el número de ventas a base de crear una ficticia e ideal familia consumista orientada por los bienes materiales comprables y vendibles. Este cebo de marketing situado en barrios burgueses estratégicos de la geografía norteamericana nos parece muy posible en el seno de una sociedad cuyos únicos intereses son poseer más y mejores cosas que el vecino.
Interesante propuesta bien llevada a cabo que critica con acierto el american way of life y por extensión la terrorífica sociedad de consumo en la que vivimos.

Curiosa historia que refleja en cierto modo el comportamiento de los seres humanos en la desenfrenada carrera del consumo de bienes y servicios que en su mayor parte no necesitamos para nada, a veces cegándonos de tal manera que el árbol no nos deja ver el bosque de lo que es verdaderamente importante en la vida.
Para contarnos eso, la película lo hace claramente yendo de más a menos: partiendo de una idea bastante original, la primera parte de la historia se hace ciertamente entretenida pero no ocurre así en la segunda, donde se ve arrastrada a tópicos que ya todos conocemos y que nos conducen a un final totalmente previsible por cualquiera.
Bien para pasar el rato... y ya.

Original historia la que nos trae Derrick Borte acerca del materialismo personalizado en una familia creada para y por las ventas. ¿Cómo? Como han leído, una empresa elige entre sus candidatos a un grupo de cuatro miembros para formar la familia perfecta, guapos, inteligentes, amables, con afán de crecimiento, pero sobretodo con el don de meterte cualquier producto por los ojos. Son vendedores expertos.

Todo lo que ves es falso. La casa es un palacio con todas las comodidades habidas y por haber. Si vas a conducir llévate el último modelo de Audi, tienes que llamar la atención de tus vecinos. Si haces una fiesta, da a conocer todos los alimentos a los cuales tienes parte en la comisión. Joyas, bebidas, relojes, videojuegos, televisores, todo depende del miembro de la familia que seas. La madre en la peluquería, el padre en el golf, la chica con sus amiguitas y el chaval con los muchachotes...pero todos persiguen un fin, mostrar su fantástica vida rodeados de todo lo que el dinero pueda comprar y crear el deseo en los demás por conseguir lo mismo.

La historia es poco creíble la verdad y a medida que se va desarrollando flojea por muchos lados, pero me quedo con lo que nos quiere transmitir el director. Personas sin pudor, a los cuales les importa muy poco la felicidad de los demás, solo aumentar sus ventas y obtener más privilegios de la empresa. Hasta las relaciones afectivas están vetadas dentro de la familia, actúan como robots siendo humanos. Por fortuna esta no es la naturaleza humana y uno de sus protagonistas abre los ojos después de un desgraciado accidente a un amigo cercano.

Entretenida película para pasar el rato, que cumple con su cometido en especial dejando la duración en unos escasos 90 minutos.

Y es que, con un planteamiento tan curioso, quedan demasiados recursos sin explorar. Un inicio que espolea tu curiosidad, se desvela demasiado pronto. El show a lo James Bond, con la super jefa llegando en cochazo oscuro, con chófer y aire de madame, queda algo ridículo, por no hablar del tema de los gráficos que muestran los datos... todo con tufazo a operación secreta que, una vez conocido el tema...queda bochornoso. Supongamos que algo parecido existiera ¿por qué no? La verdad es que, existe en cierto modo. A los famosos y famosetes se les obsequia con ropa, coches, joyas, perfumes, cremas y demás para que, los mortales que les siguen, se inspiren y traten de conseguir lo que ellos visten, lucen o consumen. Se me hace pelín absurdo que, inviertan todo eso que se deja ver (casa, coches, comida, joyas,..) para captar a ¿100 potenciales compradores en un barrio de lujo de X ciudad? Absurdo. Con menos dinero, riesgo y esfuerzo y las ya existentes técnicas de venta, se consigue más... y, un ejemplo sencillo: todas las marcas reales que se exhiben en la cinta, habrán invertido bastante poco (la peli no parece ser de esas de presupuesto espectacular) para conseguir que se las vea exageradamente durante toda la proyección. Y miles de personas en todo el mundo, habrán salido pensando en tener un coche o una joya o, un vestido como los que salen y salen y, salen... En cuanto a las reflexiones o consecuencias morales o éticas, poco dice que no se supiera: la envidia, el querer impresionar/aparentar, el gusto por el consumo desmesurado, es un mal endémico que con los medios de comunicación actuales, puede llegar a impresionar o convencer a prácticamente cualquiera. Es el típico slogan global: comprando esto, rozarás el cielo. Y todos sabemos que, cuando alguna vez llegamos a tener alguno de esos objetos de deseo consumista, aunque sea en una mínima parte de lo que aquí se expone, ni mucho menos hemos alcanzado felicidad o satisfacción reales. Acaso un pequeño y breve sentimiento de ilusión que, rápidamente olvidamos. Se desaprovechan muchas ocasiones de mostrar el arrastre que pueden conseguir con esta táctica de ventas. Yo creo que se hubieran podido lucir un poco más y, hubiera resultado más divertido. Se pasa por encima de las historias personales y previas de los personajes. Y el final almibarado no contribuye a redondear la cosa. En fin que, pasas el rato pero, te queda la impresión de que podía haber dado mucho más de sí... O al menos, eso opino yo.